Advertencia: Mención a la historia después del final del manga.
Parejas mencionadas: Sabito/Tomioka Giyuu, Kochou Shinobu/Tomioka Giyuu.
Summary: "Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado" Giyuu no puede estar más de acuerdo con esto.
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Tomioka Giyuu encontró el amor dos veces en su vida, en dos personas distintas.*.✧。*゚+*.✧
Amar y Perder
*.✧。*゚+*.✧La primera vez que Giyuu supo que se había enamorado, fue realmente a una edad temprana.
Sabito en un principio era todo lo que él quería llegar a ser. Pese a tener la misma edad y vivir circunstancias similares, Sabito era como un estoico roble ante la tormenta. Era fuerte y valiente, no le temía a decir sus pensamientos, ni actuar sobre su palabra. También era amable y un amigo entrañable.
Habían pasado juntos tanto tiempo, que Giyuu no puede pensar en su infancia sin que Sabito esté presente. Ya sea en sus entrenamientos en la montaña, sus historias de medianoche o su sonrisas en la mañana. Sabito estaba tan presente en cada día.
Giyuu recuerda que jamás pensó demasiado en lo mucho que quería a Sabito, lo quería tanto como a su maestro, tanto como a una familia. Ellos eran su familia, después de haber perdido a su hermana. No lo sacaron mágicamente de su sufrimiento, sino que lo acompañaron en él, hasta que dejó de estar tan presente y comenzó a olvidar que era tan lamentable.
En sus memorias aún vagaban las veces en que Sabito lo retaba a una carrera de regreso, cuando le daba parte de su comida en el almuerzo, cuando lo abrazaba por la espalda para asustarlo y comenzaban una guerra de cosquillas que jamás pudo ganar.
Hay veces en que no sabía si su mente le jugaba una mala broma, si los años han alterado sus preciados recuerdos, pero, recuerda que en aquella prueba, en aquella montaña llena de flores lavanda, él se encontraba muy nervioso. Tenía tanto miedo de no poder cumplir con las expectativas de su maestro, de no ser capaz de cumplir su promesa con su amigo de salir victoriosos juntos. Tanto miedo de no lograrlo. Entonces, Sabito, como su gran compañero y apoyo, tomó su mano, lo miró a los ojos y dijo, con una sonrisa sincera:
—Yo te protegeré, siempre te protegeré. Te lo prometo.
Giyuu le creyó, lo creyó sin dudarlo ni un solo segundo, en ese instante se dio cuenta que siempre creería en Sabito, siempre confiaría su vida en Sabito. Porque quería a Sabito más de lo que se había imaginado.
Esos latidos desenfrenados dieron paso a lágrimas amargas.
La segunda vez que Giyuu se había enamorado, fue ya en su adultez. Aún siendo una persona con una apariencia triste y melancólica, encontró a alguien que también aparentaba bajo una máscara, ocultando su verdadero dolor y sufrimiento en una sonrisa traviesa.
Shinobu, una vez más, era su polo opuesto. Una mujer inteligente, fuerte y hábil, con una lengua afilada y un carisma destacable al resto. Verla en la pelea era como observar una danza elegante, verla simplemente ser libre era como el batir de las alas de una mariposa. Ella no tenía miedo en decir lo que pensaba, lo provocaba y se burlaba tanto que a veces era difícil mantener la compostura.
Giyuu ni siquiera recuerda cuándo fue que su corazón comenzó a revolotear a su alrededor.
Nunca fue bueno manejando sus emociones o siendo consciente de las de los otros, nunca entendió del todo si ella realmente lo odiaba o lo quería como un buen amigo. Recuerda esos momentos en sus cacerías, donde solía burlarse de sus contados descuidos o picaba su nariz para provocarlo.
Giyuu recuerda la noche antes de la batalla final con Muzan, Shinobu se veía más melancólica que nunca, sus ojos que reflejaban la luz de luna, antes de mirarlo fijamente, posar su delicada mano en el hombro ajeno y decir:
—Promete que no morirás antes que yo, Tomioka-san.
Giyuu no asintió ni negó, solo correspondió aquella profunda mirada. Sabía lo que su corazón le gritaba, ya a tan alto galope. Ella le sonrió como siempre lo hacía, se paró sobre sus puntillas con tanta gracia como solo ella podía, y plantó un pequeño beso en su mejilla. Giyuu no podía hacer más promesas, o creer en ellas. Y aquella última, fue una que particularmente no quería hacer. Esa noche sus dedos se entrelazaron, hasta que llegó la hora de separarse.
Giyuu había amado y perdido a las personas que más había querido. Ellos se habían ido, pero él seguía ahí. Recordando.
Recordando sus momentos en la montaña con Sabito, cuando veía el césped ser acariciado por la brisa y las hojas caer en otoño. Recordando a Shinobu cuando las mariposas revoloteaban sobre las flores que nacían en primavera.
Giyuu ha vivido muchos años, más que sus otros amigos. Con el paso de las estaciones, él recuerda; mientras sus cabellos se tornan blancos y su piel comienza a arrugarse, él recuerda. Con el pecho lleno de melancolía y calidad anécdotas. Él no podría arrepentirse jamás de haber amado esas dos únicas veces en su vida.
Porque es mejor haber amado y perdido, que jamas haber amado. Cierra los ojos, deseado que en su siguiente vida, quizá se le permita volver a amar.
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¿No Podíamos ser Agua? [SabiGiyuu Shots]
Fanfiction¡Recopilación de One Shots y Drabbles SabiGiyuu! →Kimetsu No Yaiba| Demon Slayer →Tomioka Giyuu x Sabito. Fan art de: @grovndzero (Twitter.)