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Dezu

Abrí las puertas fuertemente, llamando la atención de los presentes. Sonreí maliciosa.

— ¡¿Que me miran?! ¡A entrenar!

— __(tn) —soltó sorprendido Yamaguchi—. ¿Que haces aquí?

Ensanché mi sonrisa y me crucé de brazos, adentrándome al gimnasio con un aire superior.

— ¿Como qué "que se supone que hago aquí "? ¡Soy su mánager!

— ¡¿Qué?! —dijeron el trío al insinúo con sus ojos brillando.

— ¿Eso es cierto... Shimizu? —Sugawara miró a esta, buscando afirmación. Asintió, lentamente.

— ¡D-D-Dezu! —lloriqueó Yachi corriendo hacia mi.

Di golpecitos en su espalda, consolandola.

— Ya, ya...

— ¡Dezu! —gritaron todos con lágrimas en los ojos (algunos), tirándose encima mío con Yachi.— ¡Dezu!

Reí.

Guau, cuanto emoción...

— Así que vuelves —Tsukki acomodó sus lentes—. Ya era hora.

— Yo también te extrañé, Tsukki —respondí con sarcasmo. Este sonrió burlón.

— B-B-Bien-Bienvenida otra vez —habló con dificultad, Kageyama ligeramente avergonzado.
Estos dos fueron los únicos que no se lanzaron arriba mío. Se encontraban parados, observándome desde arriba.

Le sonreí agradeciendole.

— Estoy de vuelta.

Su rostro se iluminó y asintió feliz.

— Dejenla respirar, chicos —pidieron Ukai y Takeda, quitándome a la manada de encima mío.

— Vaya, no creí que fueran tan llorones —comenté divertida mientras me levantaba del suelo y arreglaba mi ropa.

— ¡Estas aquí! —volvió a abrazarme por la cintura Nishinoya, feliz.

— ¡Lo estás! —Me abrazó por el otro lado, Hinata.

— ¡No vuelvas a dejarnos solos! —agarró mis piernas, Tanaka.

Pedí ayuda con la mirada a los chicos, quienes a los segundos, me quitaron a los parásitos.

《Extrañaba esto.》

— Pero solo hasta que logren entrar a las nacionales, ¿De acuerdo? —advertí con mi dedo— A partir de ahí, Shimizu volverá a ser su mánager nuevamente. Yo los veré desde las gradas, alentandolos.

Sonrieron felices.

— ¡Bienvenida! —dijeron a coro.

Lagrimas querían salir. Pero no. No voy a llorar.

Sonreí y coloqué mis manos en mis caderas.

— ¡Gracias! ¡Volví, pequeños cuervitos!

— Me pone feliz verlos tan alegres. Gracias, nuevamente —susurró Shimizu.

Sonreí alegre.

— ¡Ganemos las eliminatorias!

(...)

— Llegamos, al fin —dijo Daichi.

— ¡Esperen! ¡Idiotas! —corrí detrás de Tobio y Shoyo.

Pero paré en seco al ver con quien chocaron.

《Ay no... Otra vez no.》

— El enano de... ¿Dónde...? —me buscó con la mirada— ¡La mánager! ¡Sí, sí! ¡Dame tu número! ¡Hoy le ganaré a estos cuervos! ¡Estas tan linda hoy!

Yu y Ryu se colocaron frente a mí.

— ¡Alejate tú, don Juan! —escupió Tanaka.

Yuji rió.

— ¡No te rías, idiota! —exclamó nuestro líbero, irritado.

Los desafió con la mirada.

— Luego nos vemos para arreglar nuestra cita, hermosa —guiñó un ojo.

— ¡O-Oe! —Kageyama habló enojado.

— ¡Perdonen, perdonen! —se disculpó su mánager, empujando a Yuji furiosa. — ¡Deja de hacer alboroto!

(...)

— ¿Alguien vio a Hinata...?

— Fue al baño hace rato.

Suspiré.

— Iré a buscarlo.

Avisé yendo.

Al ver en la situación que se encontraba decidi ir en su rescate.

— ¡Hinata, deja de meterte en problemas! —susurré en su oído, sosteniendolo del cuello de su ropa.

— ¡__(tn)! —dijo feliz Oikawa.

— Ah, estás aquí —habló Ushijima.

— Hola...—sonreí nerviosa.

— ¿Ahora qué? ¿También quieres competir por ella? —preguntó burlón Oikawa. Lo asesiné con la mirada dándole a entender que cierra la boca y no haga problemas.

— Yo no necesito competir con nadie. Siempre gano —lo miré incrédula. 《Vaya, pero que ego tiene...》—. Si quieres pelear conmigo, entonces prepárate para ser derrotado en la cancha.

— ¡N-Nosotros ganaremos! —se interpuso Hinata— ¡E iremos a las nacionales con ella! ¡Ya verán!

— Hinata, deja de buscar más prob-

Estabamos rodeados de gigantescos hombres. ¡Hermosos pero peligrosos! El ambiente era asesino.

— Vamonos lento pero despacio, podremos sobrevivir así —tomé la mano de Hinata y lo arrastré conmigo, aprovechando mientras esos dos se asesinan con la mirada.

— Acepto el desafío, enano —dijeron al insinúo los capitanes del Aoba y Shiratorizawa.

Suspiré rendida.

— En que te metiste, idiota —negué levemente, exasperada— ¡Dos segundos te dejo solo! ¡Dos!

Este sonrió nervioso mientras rascaba su cuello.

•••
¡hola y adiós!

La suplente || Haikyuu y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora