67

11.4K 1.3K 362
                                    

Kageyama

— Oye —dejé de comer para elevar la vista al responsable —. Eres de Karasuno, ¿Cierto?

Asentí.

— ¿Ella está soltera?

— ¿Shimizu...? Creo que sí.

— No, la otra.

— Ah, te refieres a la rubia... Sí. Creo que también lo está.

Volví a comer, finalizando la conversación ahí. Sabia a donde quería llegar. Y no estaba dispuesto a ello.

— Hablo de la sobrina del entrenador. La que fue su mánager, la pequeña del otro día, la que era muy atractiva.

Lo fulminé con la mirada y este sonrió, satisfecho.

— Entonces sabes a quien me refiero.

— Tch.

— Esta disponible, ¿Cierto? Es muy bonita.

— No lo está para ti.

— ¿Y quién dice eso...? ¿Tú? —inquirió irónico.

— Atsumu, deja de buscar problemas...

— Oye, dime el nombre de la chica que estuvo contigo el otro día —Sakusa, se acercó.

Gruñí en mis adentros.

《¡Sabía que no tenía que venir! ¡¿Por qué?! ¡Ahora tengo problemas! ¡Todos van a querer saber de ella! Maldita idiota...》

— No te lo dirá. Pero yo sí —sonrió el hermano Miya—; Se llama __(tn) Dezu.

Sakusa mantuvo su vista fija en el por varios segundos, como analizando si lo que decía era verdad o mentira. Asintió y luego se marchó, sin decir más nada.

— ¿No lo dices porque estás cuidando lo que es tuyo o porque no quieres más competencia...?

— Atsumu, basta —intervino su hermano, Osamu.

— Simplemente no quiero que tenga problemas. Eso es todo —ignoré su presencia, volviendo a comer.

— Entonces, tomaré eso como un "está libre" y voy a coquetear con ella.

— Ni se te ocurra.

— ¿Quieres pelear?

— Oigan, tranquilos...

— Arreglemos esto en la cancha, querido "prodigio armador" —comentó con burla—. Si es que llegan a jugar contra Inarizaki en las nacionales... Dudo que pasen del primer día.

— Acepto el desafío —respondí, serio y determinado —. Si ganamos, no quiero que te le acerques.

Sonrió de costado.

— Claro... Como tu digas, campeón.

Se alejó.

— Lamento lo de mi hermano... Es algo impulsivo e idiota.

— Esta bien, Osamu.

Este hizo un gesto y se fue, siguiendo a su hermano, yo por mi parte, volví a comer, pero en mi boca tenía un gusto de desagrado.

Malditos hermanos Miya... Maldito Atsumu. Maldito Sakusa. ¡Maldita Dezu que no tenía porqué entrar!

Suspiré derrotado.

Incluso fuera de Karasuno debo cuidar de ella. No puede ser que atraiga a todos los hombres que se le crucen...

Me sobresalté al recordar su rostro sonriente y feliz, animado como siempre.

Tapé mi sonrojo con mi mano, mientras me maldecía internamente  por pensar en eso.

Sacudí mi cabeza, entrando en razón.

Estoy aquí para jugar voleibol. No para pensar en la chica que me gusta. ¡Debo aprovechar esta oportunidad!

Mi celular vibró. Lo tomé y abrí, para leer el mensaje que me llegó.

¡Hey! Probablemente estés cenando... O no sé jajaja.

En fin, quería desearte suerte y que descanses. Los entrenamientos deben ser más estrictos.

¡Come y descansa bien, Kageyama!

Karasuno te extraña al igual que yo.

¡Éxitos!

¡Cuidate!

No, en serio. Hazlo. Si terminas lastimado ya sabes lo que va a pasarte, terminarás en el hospital mucho peor.

¡Dulces sueños!

Recibido.

Reí corto.

Supongo que aparece en los momentos menos o más oportunos... Nunca sé bien cuál de los dos es.

Pero, de algo sí estoy seguro: Me gusta.

Dejé el móvil en la mesa y volví a comer.

Debo ganarle a los hermanos Miya si o sí. No puedo perder. No puedo permitirles el lujo de conocer a __(tn).

Mastique furioso, mientras pensaba en todo.

•••
¡hola y adiós!

La suplente || Haikyuu y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora