La suplente || Haikyuu y tú

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Dezu

— Espera, espera... ¡Espera un maldito segundo, Shimizu! ¡¿Como pue-

— ¡Por favor! —interrumpió, huyendo.

— ¡Espera...! —estiré mi brazo en su dirección pero ya era tarde, se fue.

Suspiré agotada.

Di media vuelta, mirando a la rubia.

— Bueno, somos tú y yo —sonreí apoyando mis manos en mis caderas—. Como en los viejos tiempos.

Esta asintió con una pequeña sonrisa.

— P-Perdona... Es que, es muy repentino y me siento perdida y-

— Yachi —corté—, tranquila. Aquí estoy. Vayamos con los chicos y esperemos a Shimizu con el calzado del tonto de Hinata —tranquilicé.

Volvió a asentir con una pequeña risita.

Tomé el pase con mis manos y lo observé.

《Siempre me dejas cosas repentinas...》 sonreí nostálgica y bajé las escaleras.

— ¿Dezu? ¿Que haces aquí? —inquirió Yamaguchi, confundido.

— Shimizu fue a buscar el calzado del irresponsable e inútil y para nada inteligente de Hinata —lo reproché con la mirada. Este silbó, yéndose.

《Sí, huye... Mientras puedas》.

— Eso significa...

— ¡¿Que serás nuestra mánager?! —completó la frase Noya, esperanzado.

— ¿En serio? —se unió Suga.

Negué.

— Por supuesto que no —respondí divertida—. Solo la cubro en esto. Yo quiero ver a los otros chicos y si estoy con ustedes no podré hacerlo. Hay partidos que están alineados con sus horarios. Me iré turnando para verlos a todos —finalicé.

— Hmhph.

— ¿Alguna queja —arquee mi ceja, observandolos — Tsukki, Kageyama?

Estos desviaron la vista, indiferentes.

— Eso creí.

— Yachi, vigila a los cuervos. Yo iré a explicarle a Ukai y Takeda el pequeño asunto.

Hice una mueca y me dirigí a estos, quienes se encontraban en la banca, hablando entre sí.

Al verme, no pudieron ocultar su gesto de sorpresa.
No los culpo, ni yo me esperaba esto. Volver a la cancha como su mánager.

(...)

《No entiendo como es que terminé aquí... ¡¿Por qué siempre accedo?! ¡Me estoy perdiendo muchos partidos con chicos guapos! ¡Yachi debería esta en la banca! Pero... Tenía miedo y me lo suplicó...》

Suspiré y luego miré las gradas, donde ambas se encontraban. Al percatarse de mi mirada, levantaron sus pulgares en forma de apoyo.

Una mueca se escapó de boca.

Maldita sea...

Pidieron tiempo y el equipo se acercó.

— ¿Por qué tan sonriente, Hinata?

— Ah, nada. Es que Dezu está aquí como nuestra mánager —ensanchó aún más su sonrisa—, y dijo que no lo estaría pero aquí está.

— ¿Quieres pelear? ¿Es una burla o qué? —dije levantando mi puño.

— Ya, ya —Takeda bajó mi mano, calmando el ambiente.

¡Se estaba burlando! ¡Estoy segura!

— Solo en este partido, Shoyo. Luego, seré libre —sonreí, imaginando los miles de partidos que esperan ser vistos por mis ojos. Miles de chicos guapos... Sí.

— Bueno, como sea —cortó Ukai—. Concéntrense y acostumbrense a la cancha.

Asentí en forma de apoyo a lo que dijo.

— Es cierto. Dame —extendí mi mano hacia el azabache. Este me miró confundido—. Que me des —rodé los ojos y tomé su brazo a la fuerza. Lo pellizque.

— ¡O-Oe!

— Listo. Ya estás como nuevo. Necesitabas sacarte la tensión —me excusé—, y que mejor manera que distrayendote con dolor.

— Eso sonó muy masoquista —comentó con algo de miedo, Daichi. Suga y Asahi lo apoyaron.

— ¿Quieren ustedes también? —los amenacé. Estos negaron.

《Bien. El ambiente tenso, ya se fue... Buen trabajo, Dezu》. Me auto felicité. Me relaja saber que puedo distraer a los chicos cuando están en una situación complicada.

— Bien hecho —susurró Takeda. Asentí en forma de agradecimiento.

El silbato sonó, dando por finalizado el tiempo muerto.

— Recuerden vigilar al número 4. Eso es todo, vuelvan a la cancha.

— Vayan a ganar, cuervos inútiles —agregué, molestandolos un poco.

Los vi irse volviendo a la cancha directo a jugar.

— Oigan —volví a llamar la atención de Karasuno. Se dieron vuelta, mirándome. Señalé las gradas—: Ellos están aquí por ustedes. ¿Recuerdan que antes no tenían siquiera hinchada? Miren ahora toda la multitud que los apoya. Háganlos sentir orgullosos a ellos, y a ustedes mismos.

Algunos sonrieron apretando sus labios debido a la emoción mientras que otros, solamente asintieron con mucha determinación.

Pareció haberlos animado el doble eso... Por mí bien.

•••
¡hola y adiós!

Me re sorprende porque cada día vienen llegando más y más. La historia está creciendo un montón gracias a ustedes🤧❤❤