16.

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Después de ese enfrentamiento, Meliodas y los demás se retiraron del lugar. En el Reino de Liones, el Arcángel Ludociel había recobrado su vida a través de la Princesa Margaret.

-Zeldris. ¿Sientes esa presencia?

-Es muy rara. Iré a ver, quedate con los demás.

Zeldris fue en dirección de donde venía la presencia. Pero justo cuando llegaba un gran ataque lo alcanzó.

-¡Maldita sea! Ese ataque es de ese maldito Arcángel. ¡Día de la Ira!

Zeldris lanzó su ataque para atacae a Ludociel. T/N sintió esa presencia y quedó en shock. ¿Cómo ese Arcángel revivió?

-No puede ser... ¿Cómo demonios está con vida?

-¿Quién T/N? -Preguntó Estarossa-

-Uno de nuestros enemigos. El Líder de los cuatro Arcángeles.

-¿Qué haremos? ¿En qué puedo ayudarte?

-Entrenemos. Necesito incrementar mi fuerza.

Estarossa entrenó a T/N. Le enseñó a utilizar sus movimientos olvidados. Mientras ellos entrenaban un chico rubio sollozaba en su habitación.

-¿Por qué le oculte la verdad? Debí a verle dicho.

-¿Señor Meliodas? -Elizabeth entró a la habitación-

-Elizabeth. ¿Tú recuerdas a mi hermana?

-A T/N. Ella fue la que asesino a Mael. Pagará por eso.

-Ella no fue. Yo lo hice. Si quieres vete de aquí.

-¿Meliodas? Tú... ¿Es mentira?

-No lo es. Elizabeth yo... de verdad lo siento.

-Osea intente matarla para nada. Los dos cometimos errores. Debemos remediar nuestros errores. Ella nos dará otra oportunidad.

-Ojalá tengas razón, Elizabeth.

Meliodas abrazo fuertemente a Elizabeth y siguió sollozando. Ella solo lo abrazo para calmarlo.

El Rey Baltra pidió ver a los Pecados. Y llegó Ludociel al lugar en el cuerpo de Margaret. Y la Raza de las Diosas se unió con los Pecados para derrotar a los Mandamientos y se hizo un gran festín para celebrar.

Mientras con T/N.

-¿T/N? ¡Despierta! -Alguien le hablaba a T/N-

-¡Oye! ¿No ves que estoy durmiendo? -Ella iba a golpear a la persona que la despertó-

-¡Cálmate! Soy yo.

-¿Estarossa? ¿Eres tú?

-¿De qué hablas? Soy Mael.

-¿Y Estarossa? ¿Los demás Mandamientos?

-¿Mandamientos? Ellos murieron.

-¿Qué? ¿Dónde está Zeldris?

-Te dije que maté a todos.

T/N gritó el nombre de Zeldris. Y encontró su cuerpo y el de los Mandamientos y los Pecados.

-¿¡Por qué hiciste esto!? ¡Tú no eres Mael!

-¿Sabes qué Estarossa y yo somos la misma persona?

-¿Qué? ¡Eso es mentira, Mael no sería un demonio!

-Hija mía. Tú me traicionaste. Te enamoraste de un Arcángel.

Del cuerpo de Mael salió una sombra demasiado grande. Era el Rey Demonio.

-Pagarás por esto.

-¡Cariño ayúdame! -Gritó Mael con todas su fuerzas-

T/N despierta del sueño.

-¡Agh! ¿Qué acaba de pasar? ¿Cómo que Estarossa y Mael son la misma persona?

-¡Hermana! ¡Por fin despiertas! ¿Estás bien?

-Sí. ¿Está todo listo para mañana? Mañana se decidirá quienes gobernarán.

-Tranquila, ganaremos nosotros. Te notó algo nerviosa. ¿Qué sucede?

-¿Y si perdimos? No estoy segura en ser la Líder de los 10 Mandamientos.

-Antes entrenaste con Estarossa. Él dijo que ya habías recuperado tu fuerza. No perderemos.

-Confiaré en ti, Zeldris. Aunque igual tengo miedo y nervios.

Zeldris abrazó a su hermana para poder calmarla. T/N quería solo acabar con todos lo que le hicieron daño. Y lo lograría con todo su equipo.

Los dos hermanos fueron a ver al Reino de Liones lo que planeaban hacer.

-Zeldris. Es él y está con los demás.

-Sí, no hay ninguna duda. Escuchemos lo que hablan.

-Hendrickson, ahora puedo responder tu pregunta.

-Si le molesta, no responda.

-El cuarto Arcángel fue asesinado por una demonio llamada T/N. Usted debe conocerla, ella fue una integrante de los Pecados Capitales. Pero al final los traicionó y volvió con los Mandamientos. Nosotros acabaremos con ella y toda la Raza Demoníaca. -Dijo Ludociel-

-¡Maldito Arcángel! Juro que te mataré.

-¡T/N! ¡Silencio!

-Ludociel. ¿Escucho eso?

-Sí, iré a investigar.

-T/N tenemos que irnos. Nos descubrirán.

-Vete, Zeldris. ¡Ahora!

-Así que eran ustedes. Los dos hermanos de la Raza Demoníaca.

-Esto es entre tu y yo. Yo no asesiné a tu hermano. Deja ir a mi hermano en paz.

-¡Los mataré aquí y ahora! -Ludociel lanzó su ataque-

-¡Contraataque! -Meliodas devolvió el ataque de Ludociel- ¡Escapen de aquí ya! ¡Vayánse ya!

Zeldris y T/N escaparon del lugar. Ellos no podían creer que Meliodas los había protegido. ¿Quizás el quería remediar su error? Pero Zeldris y T/N no lo perdonarían tan fácil.

иυєѕτяο αмοя ƒυє иυєѕτяα ρєя∂ιϲιόи. (мαєℓ/єѕταяοѕѕα)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora