Empezando de cero

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Ya habían pasado dos días desde que All for One te reveló aquella verdad de tu vida. No habías salido de lo que en ese momento era tu habitación y los villanos no habían intentado sacarte a la fuerza, pensaste queje quizá no querían ponerte más nerviosa hasta el punto de volver a escapar.

Sin embargo, si que te dejaban comida todo el tiempo. No habías probado bocado en todo este tiempo. Al fin y al cabo, era difícil encajar la realidad. Cada vez que Kurogiri te traía la comida le decías que no tenías hambre y por momentos ibas preocupando más al hombre de niebla.

Habías pasado por mucho durante tu vida y habías aprendido una cosa, que hay dos formas de vivirla, plantar cara o echarse a llorar. Ya habías llorado suficiente y nada ha cambiado, toca plantar cara.

Así, por primera vez en esos dos días, decidiste salir de la habitación. Si bien no estás de acuerdo con los villanos y deseabas volver a casa, tus opciones eran muy pocas. ¿Por qué no por lo menos llevarlo lo mejor posible?

Al llegar al bar te encontraste a toda la Liga allí reunida. Todos se sorprendieron de verte. Tomura, por su parte, parecía feliz de que salieras. Pero el más feliz fue Kurogiri, quien en seguida fue hacía ti a ver como te encontrabas.

-¿Está bien?-preguntó-¿Quiere algo de comer?

Tú simplemente asentiste con algo de vergüenza. Kurogiri te sentó en una de las sillas de barra junto a Tomura y comenzó a preparar tu comida.

-Menudo momento has elegido para salir-se quejó Tomura.

No te dio tiempo a preguntar cuando Dabi aclaró tus dudas.

-Acaba de llegar un informante para nosotros-explicó-Es insufrible. Será mejor que te quedes callada.

En eso ves aparecer a un hombre alto y delgado. Obviamente no era muy atlético y podría describirse como el perfecto friki de los dibujos animados.

-Disculpad la tardanza-dijo-estaba ocupandome de unos asuntos.

-Como sea-respondió Tomura con molestia- El informe-exigió.

-Aquí tiene-entregó sin más el hombre- La verdad fue casi demasiado fácil quitarle esto a los héroes. Menuda carcajada me estuve trasegando.

«???»

- Tiene el síndrome del sabio-te dijo Spinner en un susurro- Es más listo que todo el mundo y le gusta demostrarlo. No lo soporto.

-En fin-dijo de nuevo el informante- No debería procrastinar más mi ida.- Y dicho esto salió del bar.

-Ya que tenemos la información que alguien lo mate-dijo Tomura- No quiero volver a escuchar de él o sus palabras de intelectual.

-Me lo pido-dijo Dabi saliendo, prácticamente corriendo-para matar a ese tipo.

Ya sabías que al decidir convivir con los villanos las cosas no serían normales, pero esto es demasiado. Simplemente decidiste acabarte la comida y volver a la habitación.

-¡Eh ______!-gritó Toga- ¡Vente conmigo a jugar!

Antes de que pudieras responder o, en caso de Tomura y Kurogiri, que pudieran librarte de la chica, Toga te cogió del brazo y salió corriendo.





Llegásteis a lo que parecía una discoteca. Nunca habías ido a una, principalmente por tu edad, y quizá no fuera buena idea que tu primera fiesta alocada fuera en un lugar en uno de los peores barrios de la ciudad y donde sí no todos son villanos, sin duda la mitad eran drogadictos y prostitutas.

Aunque intentaste convencer a Toga de volver ella estaba incluso más loca que todos los presentes y salió corriendo detrás de un chico gustó justo después de decirte que iba a recolectar sangre.

Tu plan era quedarte en una esquina a esperar a la chica. Pero como te pasaba desde el incidente en el campamento, nada salía como querías.

- Vaya. ¿Qué os parece está putita chicos?-dijo un chico a sus amigos. Se encontraban evidentemente borrachos y el que te confundieran con una prostituta no te daba buena espina.

-A mi me gusta. Es linda-respondió otro- ¿Qué dices? Vamos a pasarlo bien- dijo mientras te pasaba un brazo por los hombros.

-¡Ni hablar!-gritaste intentando apartarte-¡Sueltame!

Intentaste usar tu quirk para defenderte. Tarde caiste en la cuenta de que aún tenías ese anulador de quirk.

«Maldita sea»

Te llevaron a un callejón. Tú no parabas de patear y golpear, no ibas a permitir que te hicieran eso. Pero la vida no es justa y por muy fuerte que seas, un uno contra cinco es mucho pedir a cualquiera.

«¿Por qué me pasa esto?»

Cuando creías todo perdido sentiste como el agarre de hacía más flojo. Al mirar hacia tus agresores tus ojos se encontraron con los de Tomura y de esos chicos ni quedaba ni rastro.

-Dabi ve a por Toga y que no salga del bar hasta que vuelva-dijo Kurogiri siendo secundado por Tomura- Va a aprender a escuchar cuando se le habla.

Dabi hizo lo pedido mientras Tomura te acercaba a él para cruzar el portal de Kurogiri.

«¿Quién iba a decirlo? Mi héroe es un villano»

Llegásteis a una habitación oscura.

- Sí no fuera porque Toga resulta útil-dijo tu padre, quien se encontraba frente a vosotros- Dadle su merecido. Yo me encargo de ______-ordenó- Y Tomura. Bien hecho. Gracias.

Dicho esto Tomura y Kurogiri desaparecieron de allí.

Por un momento te asustó el estar a solas con All for One, hasta que sentiste unos fuertes brazos rodeandote.

-Has debido de pasar mucho miedo-dijo con dolor en su voz.

No pudiste evitar recordar cuando de pequeña te metiste en una pelea con unos chicos mayores que tú. Ellos estaban haciendo daño a una compañera tuya y tu primera reacción fue ir en su ayuda. Acabaste con muchas heridas y al contarle lo ocurrido a tu padre...A All Might, él te abrazó, igual a como ahora lo hacía el peor de todos los villanos, como si no quisiera que te pasará nada malo, como si te protegiera entre sus brazos mientras buscaba la forma de que nunca pudieras acabar dañada.
Es así que acabaste llorando en el hombro de aquel villano tan despreciable, de aquel que tanto dolor había causado en tantas personas, tu padre.

-G..Gracias-susurraste. Aunque All for One te escuchó.

«Tal vez no sea tan mal padre»

La maldición de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora