Capítulo 29: "Momentos."

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Pov Benjamin. 

Abrí los ojos solo para tener la certeza de que no había estado en un sueño. Estábamos exactamente donde nos habíamos acostado anoche, en el suelo de la sala cerca de la chimenea que en ese momento no tenía fuego. Miré la cómoda y vi las dos copas presentes con el restante del líquido que ni nos importó terminarlo. Mire nuestras ropas esparcidas por el suelo y me enfoque en la sudadera de Joe, tuve ganas de cogerla para sentir su dulce perfume. Cuando me di cuenta que no la necesitaba, pues tenía al dueño del perfume acostado a mi lado, boca abajo con su espalda desnuda y el restante de su cuerpo cubierto con la sabana que estaba allí. Su cabello estaba perfecto, la ganas de pasar mis manos por ellos fue enorme y no me contuve, solo me deje llevar por el momento.

Pasé mis manos sobre su espalda desnuda subiendo mi mano hasta su cabello, en el cual relaje mi mano y comencé un camino allí, pude ver las marcas de su cuello que denunciaban exactamente lo que habíamos hecho la noche anterior, las marcas de amor.  Amor.

Joseph me amaba y yo lo amaba a él, perdidamente y locamente, aquel hombre es mi inicio y mi fin. Sí, él es. Mi vicio, mi dueño, mi paraíso en el infierno.

Empecé a distribuir besos en las marcas que tenía en su cuello, fue cuando el hombre dio señales de que se había despertado.

-Si cada vez que hacemos el amor me despiertas así, ¡tendremos que hacer el amor para siempre!- Dijo con aquella voz ronca, arrastrando las palabras, llenas de mimos.

-Si se trata de una orden, tendrá que ser más claro.- Le susurre al oído lleno de segundas intenciones. Dando un pequeño mordisco en el lóbulo de su oreja al final.

Segundas intenciones que no pasaron desapercibidas por Joe, que se giró totalmente desnudo, con su piel blanca y blanda, que yo me podría quedar admirando por años. Me llevó a su regazo, sentándose junto a mí, pegando su boca a mi oído para decir:

-Yo no acostumbro a pedir, Jones, eso claramente fue una orden- dijo con su manera prepotente y arrogante y solo, de esa manera me estremecí de pies a cabeza.

Joseph comenzó a pasar sus manos por mi espalda desnuda mientras distribuía besos en mi cuello, y solo con eso ya me estaba volviendo loco.

Cogí su cabello que ya estaba en mal estado por la noche anterior, y solté una pequeña risa al acordarme nuevamente de lo que habíamos hecho ayer, no solo ayer, si no todo el fin de semana. Fue entonces cuando Joe dejó lo que estaba haciendo y me miró de una manera confundida.

-¿Le estoy haciendo cosquillas, Jones? - el pelirrojo dijo de una manera tan linda, que solo me hizo reír de nuevo.

Joe me miró con cara de pocos amigos, porque había cortado su momento caliente. Fue entonces que decidí provocarlo un poco.

- O que, señor Mazzello, ¿perdió su momento sexy?- Dije de la manera más sarcástica que pude.

-Está jugando con fuego, Jones.

-No tengo miedo a quemarme. Vamos, muéstrame lo que sabes.- Provoqué arrastrando cada palabra de la manera más atractiva que pude.

Pude ver el fuego en los ojos de Joseph, y yo sabía que iba a salir quemado, a ciencia cierta, pero yo estaba esperando para eso, necesitaba su toque, casi como un adicto necesita de su droga. Y él era mi droga. Había deseo en sus ojos, que ahora tenían un tono oscuro, tan oscuro que daba un aire intenso en el momento. Nos quedamos mirándonos, en una batalla ya perdida por mí, que inmediatamente desvié la vista a su boca, atractiva y carnosa. Casi no tuve tiempo en cerrar mis ojos, cuando Joe pegó su cuerpo al mío y tomó mis labios en un beso abrumador.

The Stripper || Hardzzello (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora