Capítulo 16: "Reencuentro".

429 57 43
                                    

Queens, New York, Estados Unidos.

Pov Benjamin. 

Después de una hora y media llegué a mis destino. En ese momento exacto me encontraba en frente de la casa de Amelia mirando el entorno en el que viví por un largo tiempo, pero ahora se veía muy extraño. No era una casa grande ni tampoco pequeña. Tengo que decir que era una bonita casa de clase media pintada en tonos marfil, estaba un poco estropeada pero nada que una bonita renovación no pudiera arreglar. Pensar que esta casa pudiera ser embargada en cualquier momento me llenaba de enfado. Cerré mis ojos y tomé una respiración profunda, ese no era el mayor de mis problemas, ver otra vez a Amelia era una tarea difícil. 

Caminé a pequeños pasos por el porche de la casa, mirando a través de la ventana en busca de Michael, pero no había ninguna señal de él. Lo más probable era que el pequeño estuviera durmiendo puesto que era muy temprano. Tenía temor de entrar, ya no era más mi casa incluso a pesar de que yo la sustentaba económicamente. 

Habían pasado dos años desde la última vez que los vi, después de muchas discusiones con mis madre, decidí mantener mi distancia la cual me hizo bien. No sabía si hubiera podido aguantar ser juzgado por mi madre durante más tiempo. Pero aquí estaba, con mis manos sudando y un cierto nerviosismo acompañado de ansiedad los cuales me estaban atormentando. Ya no era el antiguo Benjamin pero todavía estaba asustado de esuchar todas sus palabras otra vez, esas palabras que vienen a mi cabeza. Yo podría odiarla sino supiera todo lo que pasó para mantenernos. 

"Todavía puedes irte, Benjamin"

Gritó mi subconsciente, pero no iba a obedecer. Tenía que afrontar la situación tarde o temprano. Con el pasar de estos dos años, me convertí en un hombre maduro capaz de lidiar con los problemas que la vida nos trae. Yo haría mi papel de hijo y ella tendría que hacer su papel de madre. 

Me paré frente a la puerta y golpee 3 veces suavemente, los cuales rápidamente fueron oídos porque en cuestión de minutos la puerta fue abierta. Para mi alivio, fue Mike quien abrió la puerta. El pequeño se quedó mirándome de forma estática como si hubiera visto un fantasma, pero pronto una sonrisa amplia apareció en su rostro. 

-¡BENNY!

Mike prácticamente saltó a mis brazos apretándome en un fuerte abrazo. Juro que me sentí con ganas de llorar y no negué el acto, limpié las lágrimas que habían caído por las mejillas. Él ya estaba diferente ahora; su cabello más largo, de un rubio similar al mío, estaba más alto ya había pasado de mi cintura en altura. Y seguramente él ya hablaba perfectamente bien. 

-¡No puedo creer que hayas regresado! Te extrañé mucho. 

Su tono de voz sonaba feliz y emocionado. Yo solo lloraba, lloraba por lo mucho que lo había extrañado, lloré por verlo tan grande y diferente, lloré por no haber podido ver todo este tiempo. 

-También te extraño mucho, Mike, un montón.

Él me soltó y se quedó mirándome sonriente. 

-¿Dónde está Amelia?

Pregunté rápidamente. 

-Ella no está, salió hace rato. ¡Pasa Benny!

Sin ella en la casa me sentía mucho más relajado. Entré a ese lugar que solía ser mi hogar, notando que no había cambiado en lo absoluto, todo estaba exactamente igual que cuando me fui. 

-Pensaba que no te volvería a ver, Benny. 

Sonreí a mi pequeño hermano, quien me jaló para sentarme en el sofá. 

-¿Te mudarás de nuevo con nosotros? Mamá ha colocado un centenar de cosas en tu habitación pero puedes quedarte en la mía. 

-No Mike, solo he venido de visita, yo ya tengo mi casa. 

The Stripper || Hardzzello (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora