Capítulo 2: "Volviendo a New York"

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New York, Estados Unidos. 08:34 am

POV Joseph.

Me había olvidado de lo frío que era New York, acostumbrado al clima caliente de Asia, este clima era extraño para mí, pensé mientras me ponía mi abrigo. Caminé entre la gente que iba de un lado para otro, pegados a sus teléfonos celulares con conversaciones entretenidas, cepillo mi cabello con la mano mientras pongo mis ray-ban en mi rostro, me dirigí a la salida del aeropuerto de New York y pude divisar a un mercedes negro.

-¡Buenos días, joven Mazzello!- El conductor habló en un tono cortés.

-¡Buenos días, Alfred!- hablé entrando en el carro. Dentro del coche había una temperatura regular gracias al aire acondicionado.

-¡Oh por Dios! ¿Desde cuando New York es tan frío?- murmure dejando caer mis pertenencias en el asiento.

-Siempre señor, el clima aquí siempre fue frío.- Escuché a Alfred decir en medio de una risa baja. -Perdón por preguntar, pero ¿Cómo está su padre?

-¡Tienes razón! me he olvidado de como son las cosas aquí- dije en voz baja mientras me acomodaba en el asiento del coche. -Él está bien, está en Los Ángeles con mi familia.

¡Eso es genial! Me agrada el señor Mazzello. ¿A dónde lo debo llevar?- preguntó mirando por el espejo retrovisor.

-A mi nuevo apartamento Alfred, sigue camino derecho, yo te iré dando las coordenadas.

Él asintió dejando aquel lugar.

Mirando las calles de NY por la ventana podía recordar mis tiempos cuando viví aquí, y que buenos tiempos diría yo. Conocía la ciudad como la palma de mi mano. Nunca fui ese Joseph que solo pensaba en trabajo, había disfrutado de la vida un poco, no mucho. Mis pensamientos vagaron por los recuerdos de todas las cosas que hice en mi adolescencia, pero ahora eso estaba en el pasado, el Joseph inmaduro e irresponsable ya no existía.

-Gire a la izquierda en la siguiente cuadra.- Obedeció a mis ordenes perfectamente.

Finalmente llegamos al edificio donde ahora estaría viviendo. Alfred rápidamente salió del carro dando pasos grandes hacia la puerta, y él la abrió.

-Gracias.- Le dije con una sonrisa.

Alfred era mi conductor desde que estaba joven y vivía con mis padres, es un anciano muy útil por cierto.

Entré al vestíbulo del edificio donde los empleados se colocaban en su debido lugar. Era cómico como se comportaban ante mi presencia, las personas a menudo se sentían nerviosas, quizás era por la forma grosera y arrogante que yo les daba a demostrar, y no me importaba dar esa imagen. Para ser respetado, ellos tenían que temer ante mi presencia.

-Buenos días, joven Mazzello, nuestro personal pondrá sus maletas en su apartamento, es el 308, el único y gran apartamento.

Yo no dije nada, solo asentí con la cabeza y me dirigí al ascensor. Al llegar a mi apartamento, el chico de cabello negro iba detrás de mí poniendo perfectamente todas mis cosas en mi habitación.

-¿Algo más, joven?- preguntó.

-Nada, usted se puede retirar- dije.

El apartamento era grande, un área enorme con un estilo contemporáneo y sofisticado, los muebles de color blanco y marrón, paredes en colores claros y otros oscuros, algunos cuadros de pintura, todo era de mi agrado. Me acerqué hasta la sala para descansa en el sofá, tomando la parte anterior de mis zapatos que cansaban mis pies quitándolos enseguida. Dejé que mi cuerpo se hundiera en el cómodo sofá, el viaje había sido largo, la vida había sido muy dura para mí. Me levanté para dar al balcón. Podía tener una hermosa vista de los rascacielos de NY, esa era la ventaja de vivir en lo más alto.
Desde arriba podía ver el movimiento de las personas que paseaban de un lado a otro, viajando en sus autos, se escuchaban las bocinas y gente hablando en voz alta. Lo normal en New York. Oí el ruido proveniente de mi celular, entré de nuevo a la habitación, agarré el celular de la mesita de noche, el número era desconocido para mí, pero sin duda era de NY.

The Stripper || Hardzzello (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora