Capítulo 23: "Arriesgarse"

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Pov Joseph

Lleve mis manos a la cuerda que ataba la bata, sin apartar los ojos de Benjamin, dejando caer la prenda a nuestros pies. Benjamin miró profundamente a mis ojos, tan intensamente que podía sentirme débil. No sabía si estaba bien, acaba de hacer lo que realmente quería esa noche. 

-Si no es así, me detengo- le dije inclinándome para aspirar lentamente el aroma de la piel de su cuello. 

Él tenía una linda esencia, un dulce aroma mezclado con la frescura que acababa de salir de la ducha. Besé su cuello y las manos a su cintura, sacudiéndolo con fuerza contra mí. 

-¿Quieres esto, Benjamin?- le susurré, él cerró los ojos para sentir mis labios sobre su piel. -Sé mío esta noche. Dime, ¿quieres esto?

Viaje por la línea de su columna vertebral con mis manos hasta que llegué a su cuello, donde delicadamente entrelace mis dedos en sus rubios cabellos, tirando su cara hacia la mía. Tomé el cuerpo desnudo de Benjamin contra la fría pared, haciendo al hombre jadear cuando sintió mi cuerpo presionando contra el suyo. 

-Yo sé que lo quieres, no es necesario decir nada más. Sólo siente- susurré lenta y sensualmente en su oído. 

Dejó su cuello a merced de mi boca, que se movió en él, dejando besos y prolongadas marcas. Su piel blanca era tan suave y sensible que el enrojecimiento se hizo más visible. Podía sentir los vellos de su cuerpo erizar justo en el momento exacto donde mi lengua se deslizó sobre su pulso con un poco de presión. 

Benjamin deslizó sus gruesas manos por mi espalda, clavando sus dedos en la tela húmeda de mi camisa. A medida que subía con los besos desde su cuello hasta el lóbulo de su oreja succionando con apuro. El rubio se quedó sin aliento, dejando escapar un gemido que casi me hace correrme. 

-¡Quítate eso ahora!- susurró el chico perdido en el deseo. 

Solté una sonrisa maliciosa a Ben, que miraba con esos ardientes ojos verdes, tan familiares.

-¿Por qué no me la quitas tú, Jones?

Benjamin no se hizo del rogar, llevó las manos a los botones de mi camisa y los desabotono uno por uno, sin apartar su mirada de mí. Cuando él terminó, el chico llevó sus manos hasta mis hombros, retirando lentamente la tela de mi cuerpo, admirando cada parte de mi cuerpo desnudo. Me sentía caliente, en fuego bajo su mirada sumergida en la lujuria. 

Ágilmente, toda la ropa estaba en el suelo, dejándonos completamente desnudos en esa habitación oscura. La penumbra de la noche lo hacía ver tan atractivo. 

Besé su boca intensamente y Benjamin correspondió de la misma manera. 
Él separó sus labios permitiendo el paso de mi lengua que se deslizó sobre la suya, con hambre. Estábamos batallando por quién dominaba y yo gané. 
Maldita sea, él era un buen besador. Sus manos se movían arriba y abajo a toda prisa, presionando mi cuerpo contra el suyo. Rápidamente guié al hombre conmigo a la pequeña cama de la habitación. 

Tiré el cuerpo del rubio en la suave cama severamente. Lo miré ahí, pidiéndole a Dios que no fuera un sueño, porque si así fuera yo no quería despertar hasta hacer a ese hombre mío.  Me arrastré sobre él, encajando nuestros cuerpos de manera tan perfecta que no podía evitar el gemido ronco que escapó de mis labios. 

Intercambiamos miradas intensas y calientes, era increíble la conexión que llevamos a cabo a través de ellas. Besé sus labios y seguí desde su cuello hasta su pecho. 
Benjamin jadeo cuando sintió mi boca alrededor de su pezón. Yo lo succioné con un abrumador deseo que hizo al hombre gemir, apretando sus dedos en mi cabello en suplica. 

The Stripper || Hardzzello (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora