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—Heaven, levanta —me dijo Dakota, mi mejor amiga (por el momento), no me encariño mucho con las personas después de lo que pasó con Jan, me fue muy díficil seguir tratando con mi depresión, solo empeoró cuando se fue, aunque ya no del mismo modo, ya no lloro largas horas a moco tendido en mi cama mientras como helados, ahora aprendí un nuevo sistema de autodefensa mucho mejor, la indiferencia. Había guardado mi corazón y sentimientos en un cajón con llave y luego lo había tirado al río, así nadie iba a lastimarme.

Mientras me levantaba de la cama, Daka gritaba que me apurara ya que perderíamos el tren si no lo hacía y eso sería demasiado malo, así que decidí vestirme a velocidad nitro, siendo sincera no quería llegar tarde a mi primer día de regreso a la universidad.

Dakota comenzaba a exasperase, ella había sido la única que se había quedado después de que yo tratara mal a todo el mundo, ella solo me dijo: "no tienes porqué cargar con todo tú sola, ahora estoy aquí"; un día apareció de la nada y luego nunca se fue, me trató como una hermana y yo la quiero como tal.

Papá y mamá, antes de morir en aquel atraco, me dejaron mucho dinero en herencia, como si predijeran que sus vidas iban a acabar pronto, no me pude despedir, todo había sido mi culpa, yo me había escapado con Jan para ir a un concierto y ellos habían ido a buscarme; cuando regrese mis padres ya no estaban, nunca encontraron sus cuerpos, solo montones de sangre, como cuando se le corta el cuello al pollo y se le deja a escurrir.
—Es obvio que estan muertos, no hay manera de que hayan sobrevivido después de haber perdido gran cantidad de sangre. —había dicho la policía, claro... ellos suponían que yo seguiría con mi vida, pero no podía, mis padres eran mi todo y prácticamente yo los había matado. ¿Cómo iba a continuar sin ellos?
Jan en parte me ayudó, pero se fue y luego apareció Dakota, ella me ha llevado a varias psicólogas pero nunca conseguimos avanzar en nada.

Dakota me dice que tenemos que subir al tren, me lo repite más de cinco veces hasta que salgo, por fin, de mis pensamientos.

—Hey —grita Cam desde el otro lado del andén.
—¿Cómo están chicas? —pregunta con gran entusiasmo, aunque sabe que yo no responderé.
—Bien, gracias Cam —responde Daka, creo que a ella le gusta ya que se pone roja, considero molestarla, pero luego lo pienso mejor así que no lo hago.
—Heaven, chica, pensé que nunca ibas a salir de tu guarida, pero creo que ya era hora ¿No? —habla Cam con mirada curiosa y un tono sarcástico.
—Bueno,¿Vamos juntos a la uni? —nos interroga, obvio yo no quiero pero Daka responde por ambas con un tedioso "sí".

Mientras subimos al tren Cam y Daka se miran entre sí, como unos auténticos enamorados, creo que voy a vomitar , no es que aborrezca el amor, lo que detesto es la idea de que mi mejor amiga este enamorada de un patán como Cam, o sea, ella es tan tierna y dulce, en cambio él es un imbécil, muggle, horrible, patán y horrible (si es necesario decir que es horrible dos veces).

—Señores pasajeros, hemos llegado a nuestro destino, por favor retirarse de manera ordenada para evitar cualquier tipo de accidentes —escuchamos por los altavoces, con una voz femenina y melodiosa, nos levantamos y nos dirigimos a la salida del vagón, choco con alguien y me hace caer, termino de cara en el piso, mientras que de mi mochila salen mis libretas y por sí fuera poco, veo mi Ipad tirado a un lado hecho trizas, volteo a ver quien fue el culpable de aquel accidente, Daka trata de decirme que tenga paciencia que igual me podré comprar otro y bla bla bla, ese tipo de cosas, o sea como chingados me pide que tenga paciencia si una tipa me acaba de sacar volando.

Voy al frente con mirada desafiante y veo a la tipa esa de cerca, no está mal, tiene aspecto deslumbrante y a mi parecer demasiado plástica, ya le estaba gritando que es una torpe (mientras que ella decía lo mismo de mí), cuando aparece un joven que al parecer la conoce y la defiende:

HeavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora