El cuarto -Yoonmin-

Cap 8 Te encontré.

Pov jimin:

En que mierda me meti, siempre termino haciendo todo mal, estoy de los nervios, necesito relajarme, necesito ir dónde yoongi y disculparme, no, eso es lo que él quiere y no pienso dárselo, después de todo, no somos nada -jala su cabello con frustración y mira a hoseok-

-sucede algo? -pregunta hoseok-

-no, tranquilo, solo estoy pensando en algunas cosas -desvia la mirada-

seguro? -jimin asiente, hoseok mira dudoso y acaricia su muslo- entonces todo bien, no tengas miedo, soy bueno en la cama y también soy buena persona, soy tu mejor opción  -le guiña un ojo con una sonrisa pícara-

-no seas así tonto hoseok - sonríe ante las palabras de hoseok y larga una carcajada- ese no es el problema, eres lo único que tengo en este momento no crees, debo permanecer a tu lado -lo mira esperando una respuesta positiva de parte del contrario-

-asiente- si, soy lo único que tienes en este momento, debes aferrarte a mi, seré el único que te sostendrá cuando caigas, al pasar de los días nos acostumbraremos a la presencia del otro, no importa que suceda rápido, solo importa que suceda, es lo que pienso, tu, estás dispuesto a aferrarte a mi jimin, te gustaría aferrarte a mi por el momento? -hoseok sabe que es mucho lo que dice por solo conocerse hace algunas horas, pero desde que vio a este chico, sabe que es el indicado, no necesitaba nada, solo lo necesita a el- 

-quizas sea así, puede suceder de esa manera, no te lo puedo negar, pero es mejor si no aseguramos nada, no crees? - mira por la ventana del auto, para no ver la expresión en la cara de hoseok ante su respuesta- 

-si, está bien, tienes razón, es mejor no asegurar nada hasta el momento -responde hoseok-

jimin era principiante en esto, no sabía que era el cariño o la preocupación, no sabía lo que era bueno y lo que era malo, nunca se lo enseñaron, y nunca lo practico, pero si sabía que el trato de yoongi era amor, o eso creía, cuando su padre lo golpeaba o lo regañaba junto a su madre, le decía que eso lo hacía por amor, por cariño, y que de esa forma ellos se lo demostraban, para que quedarán marcas de su cariño, aunque eso fuera raro para el, si lo decían sus padres era porque era de verdad

-llegamos jimin -hoseok lo saco rápidamente de sus pensamientos, desabrochó el cinturón de seguridad y bajo-

-esta es una puta mansión, no es una casa, de dónde sacaste el dinero para comprar esto -jimin estaba en shock, dónde mierda lo llevo hoseok, entonces siempre fue un multimillonario, no puede ser, porque un hombre como el, decidió acogerlo en su puta mansión, cuando podía acoger a alguien de su misma clase social-

-no lo pienses mucho, entra, desde ahora en adelante, está casa también es tuya, pedire a las sirvientas que ordenen tu habitación y compren ropa para ti, ve a tomarte una ducha, mientras preparan la cena, te mostraré el camino -hoseok sonreía ante la expresión de asombro de jimin, quizás nunca pensó que estaría en esa situación, lo entendía, no es algo que se ve todos los días, pero aunque fuera así de extraña, le gustaba-

-esta bien, guíame  -jimin seguía a hoseok por los largos pasillos, admirando su alrededor, era completamente hermoso, no tan grande como la mansión de yoongi, pero de igual manera era increíblemente hermosa, mientras caminaba junto a hoseok, pensaba en lo que se había convertido su vida en un par de días, quien lo diría.

-aqui es -señalo- si necesitas algo, están las sirvientas o puedes llamarme directamente a mi, esta habitación -apunta al lado de una gran sala de juegos-  es la habitación a la que debes entrar cuando termines de bañarte, está bien para ti? -questiona-

-perfecto, que más podria pedirte  -le lanza una mirada de  tranquilidad y lo abraza fuertemente- gracias hoseok.

-jimin evita el mirarlo y entra rápidamente a ducharse, se quita toda su ropa, se mira en el espejo y nota sus cicatrices, con sus pequeños dedos las toca y recuerda cada llanto, cada golpe, cada noche sin dormir, recuerda a sus padres y lo miserable que lo han vuelto, cómo podría amarlos, dejandolo a su suerte, dejando que se aferre con todas sus fuerzas a unos desconocidos, confiando cómo nunca en extraños.