Semana Sirivene/Veneria [°•Countryhumans•°]

🇻🇪 Extra 🇸🇾

🇻🇪💞🇸🇾

🌱Clases🌱

[°•🌻•°]

-A ver, repite conmigo -Ordenó el sirio escribiendo en un pizarrón una frase muy fácil, para ese momento intentaba ayudar al andino con la pronunciación -"Hello, my name is Venezuela" -Como era de esperarse, el inglés del árabe era perfecto. Tanto que le causaba cierta envidia al sudamericano, se preguntaba como se le facilitaba a tal magnitud.

Los únicos idiomas que utilizaban en esos momentos eran el español y el inglés, Siria ya podía dominarlo aunque tuviese algunos errores. La ventaja de aprender muy rápido de lo que hizo mal, y también tener a cierto país de ocho estrellas que le resaltaba la forma correcta de hacerlo, siempre teniendo paciencia con el más bajo.

Inhaló nervioso, ya sabiendo que tan mal le saldría -Jelou, ma..Mai neim is Venezuela? -Farfulló confundido y algo apenado.

-¡Eres un asco! -Pero... En ese caso no había reciprocidad, el árabe no era muy paciente en el sentido completo de la palabra.

-¡Gracias por tu apoyo cariño, te quiero mucho! -Chilló abrazando a su cunaguaro buscando consuelo, esto le recordaba cuando su padre le enseñaba a como defenderse. El proceso fue un infierno pero valió la pena, al menos sabía perfectamente como pelear con espadas y armas blancas actuales.

En fin, a veces se sorprendía como las películas y las series lo hacía retratar ese tipo de peleas; Teniendo en cuenta que... Era un poco, no, bastante alejado de la realidad. Y sus numerosas cicatrices eran prueba de ello -Bueno, esto no es tan malo... -Murmuró mirando a la nada.

Si, en efecto la forma de enseñar de La Gran Colombia era un poquitín brusca.

Siria le miraba como si fuese un loco. Suspiró cansado, dejándose caer a un lado del mayor -'Ana majhad (Estoy agotado) -Cinco horas tratando de enseñarle, cinco horas en las que al menos el venezolano había aprendido varias reglas. Pero lo fundamental y en lo que necesitaba mucha práctica era la pronunciación, en la que por más que lo intentaba siempre le salía de la patada.

-¿Ya te rindes? -Preguntó soltando al animal, acercando su cara a la contraria viendo las marcas debajo de sus ojos, juraría que era maquillaje pero en más de un momento le dejaban en claro que ese no era el caso. El sirio asintió -¿Mañana comenzamos de nuevo...?

-¿Tu qué creer? -Por un momento, en la cabeza del amazónico una voz se hizo presente; Y esta simplemente decía "Uga uga".

-Uno, pareces de las cavernas. -Explicó con el ceño fruncido, abrazando al menor por la cintura -Es "¿Tú que crees?" -Siria no se movía en absoluto, y hacía caso omiso a la inexplicable ruptura de su espacio personal -Y dos, aún quiero aprender, no seas malooo.

Se acomodaron mejor en el sofá, la mascota de Venezuela veía todo el show que armaba su amo junto con aquel extraño. No lo trataba mal ni se atacaban mutuamente, supuso en su mente que ese nuevo ser tan parecido, era un emparentado; Por lo que no lo reconoció como peligro, pero tampoco como alguien a quien debía obedecer, si nisiquiera obedecía al propio país atlántico ¿Qué más se podría esperar?

Segundos pasaron, hasta convertirse en minutos sucesivamente. Tiempo en el que no hubo palabra alguna de los dos, mientras el cunaguaro del mayor los observaba distante y extremadamente atento a cada movimiento muscular. El Sol daría su máximo esplendor al ser mediodía, el sueño en el felino hacía de las suyas, desinteresado salió de la sala yendo directamente al patio para dormir en algún árbol.