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Nam sabía que se había metido en la boca del lobo al haber dado aquella respuesta, pero él no tenía la culpa de haberse enamorado de alguien que no conocía ni había visto ni escuchado en su vida. Sus padres querían verlo con alguien que ellos mismos conocieran, que ellos mismos hubiesen visto por mucho tiempo. En pocas palabras, alguna hija de un amigo de la familia.

La familia Kim ya se encontraba en casa. El padre de Nam le pidió a este que lo esperara en su habitación mientras él organizaba algunas cosas en el garaje.

Nam hizo lo que éste le pidió y, luego de unos minutos, su padre llamó a su puerta.

– Adelante, papá –Joon dejó a un lado aquel libro que leía y se acomodó en su cama.

– Bien, creo que llegó el momento de contarte mi historia junto a la mujer más hermosa de todo el planeta –decía Chin-Mae mientras sonreía entrando a la habitación de su hijo acomodándose así, segundos más tarde, a su lado.

– Mamá es hermosa, pero ¿no crees que exageras?

– No, no exagero ni un poco –sonrió –. Cuando te enamoras de alguien, al menos en mi caso, sólo esa persona se te hace hermosa... como aquella galaxia irregular que muy rara vez verás en tu vida. Como aquel choque de galaxias que se vuelven algo maravilloso de observar y sólo en un millón de años verás de nuevo. Esos actos, esas irregularidades, se te hacen bonitas e impresionantes. Crees que no hay nada más hermoso en el mundo; es algo que no verás dos veces y ella es eso para mí.

– Papá...

– Sí, lo sé, vine para contarte lo que realmente quieres saber –sonrió y posicionó su mano derecha en la pierna de su hijo –. Verás, fue algo extraño y maravilloso a la vez. Desde muy chico, soñaba con el rostro de tu madre e incluso, llegué a dibujar ese rostro perfecto que rondaba en mi cabeza día y noche hasta que, aquel día que fui a hacer el examen de ingreso a la Universidad, estaba ella –el mayor miró a su hijo con una sonrisa radiante como si del hecho más grande de la historia se tratase –... tan hermosa, tan perfecta con aquellas dos perfectas trenzas en su hermoso cabello y aquel vestido de color pastel que resaltaba su hermoso tono de piel y, ¿sabes que fue lo mejor de todo?

– ¿Qué? –preguntó el menor con una emoción notoria.

– Su nombre, el cual, resaltaba perfectamente con lo que es ella; una mujer hermosa, una chica prospera, mi chica eterna... mi Young-Mi. La señora Kim unos años después de aquel día.

Nam-Joon sonreía, realmente la historia que su padre le contaba era hermosa y justo lo mismo le ocurría a él con la diferencia que él sólo medio sabía el nombre de aquella persona.

– Estoy enamorado de un susurro.

– ¿Un susurro?

– Sí, padre, un susurro, y me da impotencia no haber reconocido bien aquello que me fue susurrado en un sueño –el chico se acercó más a su padre para abrazarlo –. Me he obsesionado demasiado con aquello y a veces me duele porque siento que es la puerta a cierta parte de mi felicidad, tú sabes cuánto me ha costado enamorarme de alguien y hay día en los que quiero experimentar eso. Vivirlo. Dentro de poco me graduaré y ni siquiera he vivido el famoso "amor de niños".

– Hijo –su padre le abrazó más fuerte para luego alejarse y depositar un beso en su frente y mirarle fijamente mientras tomaba sus manos –, pronto llegará la indicada... o indicado. El universo y la vida misma te están preparando para algo o alguien excelente que llegará a alegrar aún más tu vida y compartirás eso tan bonito que hay en ti. Todo llega en el mejor momento y no debemos apresurarnos.

Nam-Joon sonrió y abrazó una vez más a su padre para que en un par de segundos, ambos estallaran en risas.

Pronto conocería a esa persona que iluminaría sus días y noches.

Todo llega en el mejor momento.

"El Susurro del Universo" (NamMin/MiniMoni) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora