XIII

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A las 6:30 p.m.

Me encuentro con Diane, preparando las cosas para la ¨pijamada¨, aunque yo sé que va ser más un tiempo de hermanas que nada. Sirvo un bol de papas fritas, uno de palomitas, de alfajores y otro de macarrones— franceses—. Guardo las bebidas alcohólicas, que ya preparé en la refrigeradora y llevando dos, de nuestras preferidas, me siento en el ¨fuerte¨ de cojines, mantas y luces hermosas que preparó Diane.

— Rhett y yo peleamos—

Digo un poco triste, es que no debí haberme hecho fantasías de lo que ¨podría pasar¨ entre ambos, pero cuando mi mente empezó a explorar la idea le gusto mucho sumergiéndose en ella.

— Lo siento, fue por una conversación que tuve con él por el celular...—

La interrumpo poniendo mi dedo índice en sus labios con una cara ¨sexy¨

— En realidad, no habría una ¨conversación reveladora¨ si no hubiera nada que revelar, tal vez, él no era para mí, y ya—

Dija sobando mi brazo izquierdo, insegura de lo que digo.

— Si están o no ¨destinados¨, no importa, la cosa es que aprendan lo que tengan que aprender del otro, así no puedan estar juntos, lo intentaron—

— No sé, ese consejo es algo vago... Es el típico: ¨Que te consuele saber que lo intenté¨-

Ella niega algo molesta conmigo y reímos, como casi todo el tiempo cuando estamos juntas.

— Me refiero a que si te nace seguir con él o si lo quieres de verdad, debes luchar, ahora si él no quiere, tampoco te arrastres—

Asiento y sonrío, ella tiene razón solo debería luchar si creo que él también lo hará, supongo que como van las cosas, tendré que esperar a su siguiente movimiento o... ¡Darle agua de calzón! Okey no, eso es muy fuerte.

— ¿Y tú? ¿Algo nuevo? ¿Ya viste a Kelvin?—

Por cierto después de lo del hospital me fui a mi casa a buscar cosas para la ¨pijamada¨, además, Kelvin también trabaja en el Yemayá, así que...

— No pude, le hable y me dijo que mañana recien tendria tiempo libre en su agenda, no quiero que cancele una cita importante por mi.--

Bueno, algo de doctores supongo...

Al día siguiente fui a mi despacho en la mañana y me sorprendí al ver rosas en mi escritorio ¡Espera, Blue! ¿Y si son de Dylan? Quiero saltar a ver de quienes son, pero me calmo para que de manera profesional, pueda trabajar, recojo la información de los casos que están en mi tutela y me muerdo el labio al saber el último de todos.

El súper modelo Ashton Rhoades se divorcia de su primer matrimonio, con otra súper modelo, él es realmente sexy y me tendré que reunir con él como su abogada ¡Yo pensando que Diane era la pediatra con atracción con niños de grandes pollas! Bueno, no hay que dejar de pensar que lo probable es que se hayan engañado o algo, pero es él quien pide el divorcio ¡Inusual!

Suena mi teléfono de ¨abogada¨, uno nuevo para poder deshacerme del antiguo, finalmente, me fijo en las flores en busca de una tarjeta y no la encuentro. Mi instinto Azulea-ridícula me hace agacharse y gatear por todo el suelo en búsqueda de la put@ tarjeta, pero nada. Asumiré que no son de nadie, ¿Por qué debería atribuirle el esmero a alguno? Sonrío satisfecha de mi madurez y salgo de mi despacho contestando mi teléfono que no dejaba de sonar...

— ¿Aló?—

Digo más tranquila

— ¿Habla el abogado Smith?—

Falling in love with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora