Lo miro y él a mí, arranca el carro y veo mi conversación con Diane, ha pasado un poco menos de un mes desde que se fue, pero ya la extraño.
— ¿Peleas de pareja?—
Dice y mi rostro se ilumina con una sonrisa, él de verdad es... Increíble. Asiento, y pienso que tal vez no debí responderle así.
— Aún Diane no se me declara—
Repetí, y él río.
— Deberías declararte tú—
Dice algo burló, asentí y volví a mi móvil. Me siento extraña, el día en que fuimos a esa heladería Diane paso por un mal momento. Siento como ella me hace falta. Le escribo y río por su petición.
— ¿Ya se reconciliaron?—
Asiento y él estaciona el coche jalando suavemente mi celular, empieza a escribir
— Dile que es a tu nombre, no quiero volver a pelear tan pronto—
Él asiente y comienza a escribirse con Diane, no sé muy bien si se llevan muy bien o muy mal, porque siempre tienen algo de qué conversar esos dos, sea peleando o estando demasiado de acuerdo con algo a punto de planear un asesinato. Miro el paisaje y a él, se ve entre sarcástico y ¿Molesto?
— ¿Pasa algo, Rhett?—
Él niega ladeando y arranca el auto.
— ¿Cómo está tu madre?—
Pregunta con naturalidad y siento como mis lágrimas caen lentamente, ni siquiera intentó esconderlo, él me ve algo sorprendido.
— Ella murió una semana antes del baile de graduación—
Él se ve desconcertado, levanta sus brazos hacia mí, pero no me toca, solo los aparta lentamente
— Yo... no lo sabía—
Dice tratando de asimilarlo y luego me mira, mientras seco mis lágrimas suspirando, manteniendo mi respiración regular para calmarme.
— ¿Tu padre?—
En el carro se forma un silencio sepulcral y suspiro, para explicarle
— Nos abandonó antes de la muerte de mamá—
Él deja de mirarme y mira el frente, había parado cuando empezó el interrogatorio.
— ¿Y qué hay de tu hermano?—
Mi corazón da un vuelco y lo miro a los ojos, no por valentía, solo no estoy preparada para abrirme del todo.
— Él quedó en sillas de ruedas desde el día de la muerte de mi madre—
Rhett traga duro y me mira algo ¿enojado?
— Tengo una pregunta más, ¿Por qué nunca supe nada de eso?—
Lo miro y susurro para mí
— No es de tu incumbencia—
Él escucha mi queja y ríe secamente
— ¿No es de mi incumbencia? ¿Es que no éramos pareja?—
Ahora soy yo la que ríe
— Esa relación estaba destinada al fracaso—
No puedo creer que dije eso y él me mira con los ojos cristalizados ¿Vas a llorar, Rhett?
— ¿Eso piensas? ¡¿Nunca fue serio?!—
Las lágrimas ruedan por su rostro, no me da pena, parece un truco, una manipulación.
— Deberías superarlo, Rhett—
Dije abriendo la puerta del carro, no estoy para juegos como este. Camino alejándome del carro y subo al primer bus que para. ¿Quién se cree para hablarme así? ¿Mi padre? ¿Mi novio? Solo es el primer novio que tuve, no puede tratarme como a una chica hormonal de secundaria.
Llamó a Diane, bajando del bus y dirigiéndome a la farmacia más cercana.
—¿Aló, Diane?—
Dije con tres pruebas de embarazo en la mano
— ¿Hola? ¿Azul?
— Ya estoy comprando tus pruebas de embarazo, no entiendo porque una doctora le pide a una amiga que se las compre—
Dije sarcástica y algo incómoda
— ¿Será porque la amiga doctora aún está en horario de trabajo y en este hospital no hay pruebas de embarazo de pipí?
Dijo Diane en el teléfono.
— De paso compraré condones, me faltan en casa—
Dije con una sonrisa mientras elegía unos e iba a pagarlos.
— ¿Tyler sabe que crees estar embarazada?—
Dije despreocupada, eso del matrimonio y la fidelidad no es lo mío
— ¿O es de otro?—
Parece que tampoco lo es la discreción, mencioné pícaramente.
— Nop, la última vez que tuve sexo con alguien más, use condon y fue hace más de un año—
— Bueno, no era eso a lo que me refería con otro, ya tu sabes ¿Esposa infiel?—
Dije burlonamente.
— Al menos que te refieras al amigo de ahi abajo de él, no he estado con nadie más.
— ¿El amigo de allá abajo? ¿seguimos en secundaria? ¿Qué tiene de malo decir polla?
Lo sé, la estoy molestando mucho, pero no se inmuta y eso me molesta. El cajero me guiña el ojo al escucharme decir eso.
— Amor, quiero tu polla en mí, te amo—
Dije al teléfono, el cajero mira a otro lado.
— ¿Alguien te escucho?
Dijo relajada, pero me suena como una mojigata, creo que no recuerda cuando estábamos en la universidad
— Por ese tipo de cosas no lo digo en voz alta.
Bueno, luego cuelgo, leo la conversación de Rhett y Diane.
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Falling in love with you
RomantizmAzulea Slora estuvo enamorada de su compañero de secundaria, Rhett Beckham, desde segundo de primaria. Años después de separarse de su grupo de amigos, se envuelven en un enredoso camino entre ellos. *Queridos lectores, Escribo para comunicar que t...