Capítulo 1

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Cath

Había pasado un mes, y para ser sincera no me había ido muy bien que digamos, el dinero se me acababa, no conseguía un trabajo y no tenía un techo donde dormir. Suspiré y me encogí en mi abrigo mientras caminaba en las frías calles de Bruselas, me obligué a recordar porque estaba en esta situación.

Mi familia es adinerada tanto en el mundo humano como en el mágico, y hasta ese punto no había problema, pues vivía con todas las comodidades, había recibido una educación de primera y tenía todo lo que pedía, pero no todo era color de rosa.

Para el día de mi cumpleaños numero 17, hace un mes atrás, había tenido la fiesta de ensueño, lo que no sabía era que mi padre, Bernard Lambert, me había comprometido con un socio suyo, como era de suponerse también era un cambiaformas de leopardo de las nieves de sangre pura, el problema era que era que no me había avisado, solo lo había anunciado en medio de mi fiesta y cuando vi a mi supuesto prometido me di cuenta que era un patán, no era precisamente apuesto y cuando trataba de hablar con él me ignoraba, podría decirse que era un completo imbécil machista, sin dejar de lado que no dejaba de mirar mis pechos y eso que no tenía mucho, fue sin dudas una situación muy incómoda y eso que despues me entere que tenia casi la misma edad que mi padre. Yo sabía el porqué de la decisión de mi padre, nuestra especie estaba en peligro de extinción y el pertenicia a la familia Ivanov, una de las 5 familias de sangre pura que quedaban, y todas las familias de sangre pura de leopardo de las nieves eran asquerosamente ricas, nada mejor que matar a dos pájaros de un tiro.

Esa misma noche vi mi futuro, iba a terminar viviendo en una jaula de oro, procreando tantos hijos como me sea posible y como mi madre, muriendo cuando mi cuerpo no pudiera más. No quería tener una vida tan miserable. La misma noche de mi cumpleaños cogí todas las cosas de valor, algo de ropa y toda la valentía que pudiera tener para escaparme.

Así que aquí estaba ahora 3 semanas después, con el culo congelado en medio de la calle y sabiendo que sería otra noche dura.

Había empeñado todas las joyas por algo de dinero, y después había tomado el primer tren de Berlín a Bruselas, había tratado de buscar un trabajo y cambiarme de identidad, a tal punto que vestía de hombre aunque mi delgada contextura lo hiciese difícil de creer, de cualquier forma caminar sola por la calle no estaba dentro de mis planes y no quería terminar de gastar el poco dinero que me quedaba en otro hospedaje de mala muerte.

Tal vez fue el sonido de la construcción de al frente o el viento que soplaba en mi contra, el hecho es que no me había percatado de los dos hombres que andaban detrás de mí, ni de la camioneta negra que estaba cuadrada a pocos metros de donde me encontraba. Pero para cuando me percate ya tenía un trapo sobre mi rostro, traté de gritar, transformé mis manos en garras y arañé ciegamente, pero ninguno de los 2 hombres cedió, ni por la sangre que goteaba de sus brazos ni por los golpes que habían recibido de mi parte. Poco a poco, la droga entró a mi sistema y mi cuerpo comenzó a sentirse cansado y pesado, lo último que escuche fue a unos de los hombres decir:

Maldita puta, sino fuera porque vales un buen precio en el mercado negro ya estarías muerta –

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Cuando desperté me encontraba dentro de una jaula, la cabeza me dolía a horrores y llevaba puesto un collar, probablemente era mágico, ya que no podía cambiar a mi forma felina, suspiré pesadamente, era lo último que me faltaba, terminar en el mercado negro, tenía ganas de llorar, era una tonta, ¿ahora como le haría para salir de ahí?, sino lo hacía probablemente terminaría subastada y en las manos de quién sabe quién como una esclava más o como algo pero, ¿Qué diferencia había entre el futuro que se me avecinaba con el futuro que me ofrecía mi padre?, la respuesta era simple, ninguna puta diferencia.

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