21- Mamá...

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Se acercaba el recital de ballet y yo era Bambi recién nacido, era un desastre. Solo pensaba en la casa, el baúl, los diarios y las fotos. Quería que todo terminara solo para poder seguir leyendo. Era como un libro maldito que te hacia querer seguir leyendo.

Hasta el momento nadie había sufrido nada por tener los diarios consigo. Solo nos podíamos llevar dos o tres a nuestras casas, nada más.

Llegue exhausta de ballet cuando veo que mamá estaba firmando unos papeles en la mesada de la cocina. La abrazo por atrás y hundo mi rostro en su cabello.

-Hueles mal hija, ve a bañarte.- Me dice de forma dulce.

-Soy un asco. Me sale todo mal, quiero morir. ¿Podrías hacer un hechizo donde se me cae una luz así no hago el ridículo?- Propuse

-Hija, no digas esas cosas. Te ira bien, siempre dices lo mismo, y te termina yendo bien, como con tus notas.- Dijo sin dejar de mirar los papeles. Fui a la heladera a agarrar una botella de agua.

-¿Qué tanto haces que no dejas de mirar esos papeles?- Pregunté curiosa.

-Papeles de divorcio. Esto es lo último y oficialmente estaré divorciada de tu padre, y recuperare mi apellido de soltera.-

-¿Cuál es? ¿Y por qué no lo tengo? Quiero, no, exijo el apellido de mi madre en mi nombre.- Dije en broma. Saque mis cuadernos y los puse en la mesa.

-Weller. Y no lo tienes porque no es costumbre que tengas ambos apellidos, además yo renuncie al mío cuando me case con tu padre.- Me respondió con una sonrisa, de no es importante.

-Exijo tu apellido. Y ahora me iré a bañar, y deja mis cosas ahí que luego me pondré a estudiar.- Dije yéndome al baño. El baño de agua sumamente caliente me relajo demasiado, son esos baños que uno necesitan.

Cuando volví a bajar a la cocina para ponerme a estudiar vi que mamá tenía el cuaderno negro en la mano. Demonios, lo habré sacado sin darme cuenta.

-¿De dónde sacaste esto?- Por fuera estaba calmada, pero por dentro no.

-No tenías que haberlo encontrado.- Dije en voz baja

-Audry, ¿De dónde sacaste esto?- su voz se estaba enojando, al igual que ella.- ¿Quién más sabe de esto?- No podía responder, estaba en blanco. No sabía que excusa poner o que hacer para que no lo viera.- Audry.- Dijo gritando y golpeado la mesa con el cuaderno.- Lo diré por última vez, ¿De dónde sacaste ese cuaderno?-

-De la casa del lago, con la sueño hace meses.- Mamá se llevó las manos a la cabeza

-¿Qué casa del lago?- Estaba más asustada que enojada

-La del lago. Hace meses que sueño con la misma casa en ruinas, con un lobo negro de ojos rojos y una niña de vestido blanco.- Mamá estaba shokeada, creo que no esperaba que supiera todo eso.

-Te prohíbo que sigas leyendo esto quedo claro, ¿Quién más sabe de esto? Y no me digas que nadie, porque no soy estúpida.- Dijo enojada

-Las cajas están en la casa de Stefano.- No me dijo más nada y se fue. Desde ese día no volvimos a hablarnos.

Desde ese día mamá no me volvió a dirigir la palabra. Fue a lo de Stefano y todos le devolvieron los diarios, sin faltar ninguno. Se llevó todas las cajas y no supimos dónde. Pensé que las había dejado de nuevo en la casa del lago pero cuando fui con Derek para corroborarlo no había nada.

-Ya se le pasara. Debe haber pasado algo grave para que ella se enoje de esa forma.- Derek estos días fue un gran soporte de ayuda, trato de animarme de todas las formas posibles, aunque sabía que no funcionaba.

Moonlight Dance (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora