Entrenamiento

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Llegué a casa en bicicleta, una que me prestó Jared, estaba bastante preocupada por lo de Cris por eso mismo quería llegar rápido a casa. Cuando finalmente llegué, dejé mi bolso y mis libros en mi habitación y corrí a la caseta. Abrí lentamente la puerta y me encontré con Cris dormido en el sofá color vino, tenía una sonrisa tierna en el rostro, me acerqué a él lentamente y pensaba asustarlo, pero fui débil y decidí no hacerlo.

-Te vi Gabriella -dijo aún sonriendo - no puedo creer pensaras en asustarme mientras dormía tan plácidamente. -dijo riendo mientras se colocaba de pie y inclinaba su cabeza en forma de saludo.

-Oh vamos... Sería gracioso ver a un ser celestial asustarse y caerse del sofá. -dije riendo- no me gusta que tengas tanta formalidad Cris, ven. -coloqué mi mejilla-

Rió y negó con la cabeza.

-No puedo. -dijo con un suave tono - en nuestro mundo el contacto físico, a menos de que sea nuestra pareja, es falta de respeto.

-Finjamos que soy tu novia entonces. -dije riendo-

-Entonces no sería la misma historia. -dijo sonriendo pícaramente mientras guiña un ojo-

Me ardió todo el rostro, pero no nunca me he ruborizado, se acercó y me dio un rápido beso en la cabeza y se alejó.

-¿Satisfecha? -dijo sonriendo-

Asentí con la cabeza, y miré hacia el espejo finalmente recordando que hacía ahí, caminé lentamente hacia el espejo y toqué el borde dorado con dos de mis dedos, me miré en el espejo y vi un aura pero era diferente que la primera vez, esta vez era azul, Cris se colocó detrás de mí y él no denotaba ningún aura, miró mi reflejo y me dedicó una mirada preocupada.

-¿Por qué normalmente tengo un aura cubriéndome?

-El aura que cubre a los mortales es según los sentimientos que ocupen al humano, en tu caso el primer día fue blanca, el blanco es miedo, el azul es preocupación, negra es muerte.

Reflexioné sobre eso ¿Y si realmente desde el principio en el fondo sabía que era verdad y que tenía que pelear por mi vida? Escuché pisadas en el pasillo, pensé que de seguro era mi tía y no me alteré, pero Cris con un rápido movimiento me metió en el espejo y me dijo que me ocultara en el armario, le pregunté que sucedía pero no me dijo nada, seguí viendo un momento hacia afuera del espejo y entró al cuarto un hombre de ancho maxilar, ojos azules pero increíblemente oscuros, tenía un arete en el labio y entendí, él era Black. Corrí hacia el armario y entré lo más rápido que pude, me coloqué en una esquina que tenía una montaña de ropa me oculté ahí, Los seres celestiales son igual de desordenados que los mortales pensé. Coloqué mi ojo cerca de un agujero para ver hacia afuera. Entraron al espejo, Black dejó su chaqueta en el sofá y se volteó hacia Cris.

-¿Que hiciste esta tarde? -dijo Black fríamente-

-Dormí mucho. -dijo Cris con indiferencia-

-¡Mentiras! -dijo Black pateando al sofá- ¡Fuiste a advertir a Gabriella por la mañana y no me quieras volver a mentir!

Cris lo miraba sorprendido, y Black continuaba con la mirada fría pero ahora con la mandíbula tensa.

-Bien ya seré sincero, si te mentí Black, pero no quiero que ella muera. Tu nunca le das una oportunidad a esas personas de salvar su vida, todos han muerto o renacido como inmortal ¿No crees que es cobarde de tu parte?

Black se tensó aún más pero ahora sus ojos derramaban enojo, pero luego de unos minutos sus ojos se ablandaron al igual que su mandíbula y comenzó a reír.

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