Avión de papel ~Rusmex~

Capitulo 1 - Un empujoncito

México caminaba tranquilamente por las tranquilas y elegantes instalaciones neoyorquinas, pues la reunión mundial que la ONU daba cada mes se estaba congregando en ese lugar ahora mismo.

Observaba la decoración y arquitectura del lugar con tranquilidad, no era la primera vez que pasaba por ahí, pero le gustaba hacerlo, al igual con cada edificio de los demás países.

Y se preguntaran: ¿qué hace México caminado tan relajado si tiene una junta importante? La respuesta es sencilla pero sorprendente: había llegado 5 minutos antes de que la reunión empezara.

Increíble, ¿no? Tal vez esto signifique que ocurrirá algo especial.

O tal vez no, pero ¿quién sabe?

Cuando México entro, algunos países se sorprendieron al ver al verlo pasar por aquellas grandes puertas de cristal templado opaco. Mayormente llega acompañado de la ONU, porque llegan al mismo tiempo o de plano llega tardísimo, rara vez llegaba temprano y esta es una de esas extrañas ocasiones.

Otros países simplemente decidieron ignorar este hecho y seguir con sus asuntos, obviamente no podían faltar las bullas de sus hermanos ante tal rareza, desde bromeando con que el fin del mundo se avecina o que aliens habían suplantado la identidad del mexicano.

Después de que México les mentara madres a sus hermanos, tomo asiento en su lugar correspondiente (que era entre Estados unidos y Guatemala), estuvo platicando con los países de Centroamérica por un par de minutos, pero se empezó a aburrir, de hecho, ya habían pasado esos 5 minutos desde que había entrado y la ONU todavía no llegaba.

Otra rareza estaba ocurriendo en este mismo momento; era extremadamente inusual que la organización no esté a la hora acordada que el mismo impone.

México suspiro aburrido, en un intento de encontrar algo interesante empezó a mirar a su alrededor.

Observo a los países europeos, nada interesante, tal vez esa pequeña riña que tenían Inglaterra y Francia sería entretenida, pero realmente no le interesa los problemas maritales de aquellos dos.

De los países asiáticos se podía destacar la palpable tensión entre los dos coreas, norte estaba que en cualquier momento iba a explotar a su hermano a punta de misiles, sur por otro lado mantenía su distancia mientras se mostraba su obvia incomodidad por las intenciones de su hermano.

Los países africanos se mostraban tranquilos platicando entre ellos, así que tampoco nada interesante.

No hablemos de los países soviéticos, ellos mantenían un semblante serio y hasta inquebrantable, fríos como sus tierras, obviamente no había nada que destacar entre ellos, aparte de su buena apariencia, pero eso es otro tema aparte.

Otro suspiro volvió a salir de los labios del mexicano, nada lo suficientemente entretenido estaba sucediendo como para tener su preciada atención, estaba a punto de quejarse de lo aburrido que estaba si no fuera porque miro hacia abajo donde estaban unas hojas, las cuales tenían información importante del estado de sus tierras, sonrió de forma juguetona ante la idea que le llego a la mente.

Obviamente no va hacer nada con esas hojas (podría ser burro, pero no pendejo), tenía hojas blancas extra por si llegaba la ocasión de necesitarlas, tal parece que esa ocasión ha llegado.

Con cuidado y delicadeza empezó a hacer dobleces a la hoja, en el proceso llamó la atención de varios países de Centroamérica, pero eso solo duro unos segundos, después de menos de un minuto ya tenía un pequeño avión de papel en la mesa hecho por él, se detuvo a ver al avión por unos segundos, sentía que le faltaba algo, se le quedo viéndolo igual como vez la chancla tirada en tu cuarto cuando te levantas temprano, no fue hasta que chasqueo los dedos en señal de que se le había ocurrido algo, inmediatamente empezó a buscar un lápiz o algo para escribir, el chasquido llamo la atención de unos pocos países latinos, el lápiz más cercano que pudo encontrar pertenecía a su vecino del norte: USA.