Háblame, tu voz es calma, es escudo, al igual que tu presencia.
Que hay dos que tres demonios que quieren atormentarme, dos o tres recuerdos podridos de dolor y odio, tristeza y melancolía, que insisten en volver y carcomerme la cabeza, en masacrar mi alma, háblame, que tu voz es estruendo y que los hace callar, los degolla y desbarata.
Háblame, cuéntame de los atardeceres que aún no vemos juntos, yo con mi cabeza en tu hombro y tu sobre la mía, cuéntame de cómo aún no me miras a los ojos y me besas, dime de las canciones que aún ahora y siempre serán nuestras.
Cuentame de aquella cicatriz y te contaré de aquella quemadura en la pierna.
Hablame de historias sin paradoja ni moraleja, cuéntame un cuento triste o macabro.
Susurrame al odio, incendia mis miedos e inseguridades, con un te quiero, con un te amo.
Encierra a todas las bestias en el ático antes de dormir, que sepan que esta noche estás tú, que no pueden lastimarme.
Calma mi miedo y angustia con un " aquí estoy" mientras nos quedamos en silencio y antes de dormir termina todo con un "no me iré a ningún sitio ".
Hablame de tus vicios, los dulces y amargos.
Te diré algo de los míos, te diré qué sale de mis brazos, te diré que es la misma roja, espesa y brillante, oportuna. Que me devuelve al camino donde sigo viva, fluctuando energía, cambiando lagrimas por cigarrillos.
La vieja roja, que nunca será gris, azul o morada, te contaré que no puedo dejar que se vaya por completo, si ella misma me enseña a sanar caminos de Guerra, no podría dejar que se desvanezca.
Que entonces me tendrás, que tú me desarmas los miedos, y las tristezas se ven desnudas ante ti, te diré que siempre fui tuya y tú mío, mío, mío, mío.
Que quizás nos conocimos en otra vida y nos amamos en esta.
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TÚ Y MIL VECES TÚ
PuisiNo sabía que podían romperte el corazón más de una vez y que esa misma persona podía repararlo. El dolor es una cruel ironía de la vida. Y el amor, bueno, el amor es otro tema.
