Capitulo 4

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Eran las 2AM y todavía no podía dormir. Me levante de mi cama para ir por un vaso de agua. Al bajar las escaleras, vi las luces de la cocina encendidas. Me asome por la gran puerta que da a la cocina y vi la mejor imagen de mi vida.

Bieber estaba abriendo el refrigerador en busca de algo. Pero lo mas importante... En boxers. No pude evitar mirar su gran bulto en esos calvins negros. Dios mio...
Él miro hacía mí con sorpresa. Genial, me vio mirandole el pene.

-¿Quieres matarme de un infarto?- Dijo exaltado.

-Lo siento solo venía por agua..- Respondí sintiendo mis mejillas calentandose. El abrió los ojos con sorpresa mirando lo que llevaba puesto...mierda.

No debí bajar por un estúpido vaso de agua

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No debí bajar por un estúpido vaso de agua. ¿No podía dormirme y ya?. Esto es vergonzoso. Es el primer día que lleva aquí y ya conoce mi ropa interior, perfecto.

- Yo...lo-lo siento debo irme...- Me apresure a subir nuevamente a mi habitación. Mierda y más mierda.

-____...- Escuche como sus perfectos labios pronunciaban mi nombre. Esa voz ronca me hacía perder el sentido común.

Me di la vuelta y volvi tímidamente a la cocina.

-¿Si?- Probablemente mis mejillas están totalmente rojas.

-Tu...tu presentación es mañana.-¿Es en serio?. Eso no era lo que él quería decir.- Así que... levantate temprano.

Lo mire con el ceño fruncido. Pero en vez de hacer un comentario sarcástico preferí escapar de esa situación incomoda e subir las escaleras corriendo. Muy inteligente de mi parte.

Me tire sobre mi cama y me tape rápidamente. Siempre duermo en ropa interior. ¿Está mal?. Tal vez piensa que soy una cualquiera. No tendría que andar así cuando hay un chico super caliente durmiendo bajo el mismo techo... o tal vez sí.
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A la mañana siguiente sentí que me movían con fuerza de un lado al otro. Abrí los ojos lentamente y lo primero que veo es una gran sonrisa burlona.

-¿Que quieres?- Le dije de mala manera sentandome en la cama. Me había olvidado por completo que seguía en ropa interior.

- Me gusta ese, es... caliente.- Dijo mirando mis tetas.

Instantáneamente me tape, mientras escuchaba la risa mas dulce y sexy del mundo.

-Das asco...

-Deberías usarlo e ir a visitarme a mi habitación esta noche. -Dijo acercándose peligrosamente, hasta que lo tuve muy cerca de mi cara. Para ser honestos no me molestaba en lo absoluto.

-Das mucho asco...- Me levante rápidamente y me puse una bata de seda color rosa viejo.

-Le quitas la diversión a todo, preciosa.- Dijo con una media sonrisa.

-¿Y mi desayuno?- pregunté queriendo cambiar de tema.

-Tu tienes que hacérselo...

-Vaya, que bien me cuidas...- Salí de mi habitación dejandolo solo.

Había un rico olor a wafles. Después de todo si me había cocinado...

Después de desayunar, me adentre en la habitación favorita de mi madre y me dispuse a repasar la coreografía que bailaria en el teatro está tarde. Solo faltaban un par de horas y estaba sumamente nerviosa.

Al terminar la canción se escucharon unos aplausos al rededor de toda la habitación. Bieber estaba apoyado sobre el marco de la puerta, se veía tan caliente. Estaba tan metida en la música que no lo había visto entrar.

-Eres buena-Dijo con una media sonrisa.

-Soy muy buena- Dije tomando la botella de agua.

-Y también tienes un gran Ego, niña.- Se burló mientras se acercaba a mí.

- No soy una niña, ya tengo dieciocho. -Respondí crusandome de brazos.

-Sí, lo eres. Una muy pequeña e inmadura niña.

-¿Inmadura?- Recalque levantando una ceja.- Retractate abuelo.

-Un abuelo no es tan sexy como yo, niña.-Dijo abriendo los brazos señalando su cuerpo.

Fingi una gran carcajada.

-No lo eres, Bieber- Por supuesto que lo era. Mucho más que eso.

-Así que... abuelo.-Hizo una pausa- ¿Le miras la verga a los abuelos?

Abrí la boca indignada por su pregunta tan fuerte y directa. Sentí como mis mejillas se calentaban cada vez más.

-No te miré la verga. -Dije agarrando mi toalla y mi botella para salir de esa habitación de una maldita vez.

-Como tu digas, Niña.

Maldito abuelo bipolar extremadamente sexy de verga grande.
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