Reencuentro

Capitulo 3

4 semanas después /

Steve veía embobado a Tony cuando ambos estaban haciendo lo que más les gusta. Ninguno se había dado cuenta que el aroma de Tony cambio y menos el que empezaba a comer un poquito más que antes. Con antojos y el aumento del apetito sexual.

Desde que habían pasado su primer celo juntos, decidieron vivir ambos en un solo lugar, ya oficialmente como una pareja desde que se enlazaron. Porque separarse después del enlace, les haría daño, tanto al Omega como al Alfa, causando depresión y la muerte.

Y hoy es un día donde Tony después de haber comido sus golosinas, claro porque Steve no podía decirle que no cuando era algo que ambos querían probar.

Luego de haber comido caminaron a la sala para ver una película, pero antes de si quiera ponerle play, el castaño salió corriendo en dirección al baño.

Steve se preocupo y a través del lazo sintió la incomodidad y miedo de su pareja. Lo espero afuera del baño, hasta que su Omega salió, pálido y tembloroso.

Asustado lo llevo a la cama para correr por las llaves del auto de su novio. Cargo a Tony estilo nupcial para meterlo al auto. Condujo al hospital, esperando que no le pasará nada al amor de su vida.

—vamos a bajar y entrar para que te revisen —le dijo el rubio al castaño.

—no quiero —se quejo haciendo un puchero.

—vamos, me estás preocupando y no quiero que nada malo te esté sucediendo —explico besando sus labios castamente, sonriendo al juntar sus frentes.

Ambos se quedaron así un momento, dejando que el aroma del otro los calmará.

—esta bien Stiff —acepto finalmente. Besando la mejilla de su rubio.

El nombrado asintió y los dos salieron del coche. Caminando hacia la recepción, pidiendo por favor una cita médica, que les fue dada, solo tenían que esperar unos minutos.

.
.
.

—¿Entonces tiene que hacerme un estudio de sangre? —le pregunto Tony al médico, quien asintió.

—Debo revisar que no tenga enfermedades crónicas —contesto sacando una muestra de sangre.

Tony tenía miedo de lo que sea que sus análisis sacarán en la prueba. Tuvo que esperar un par de horas con Steve para volver a entrar y ver sus resultados.

El Alfa abrazo a su Omega de la cadera, pegando su cabeza a su pecho, acariciando sus orejas. Sintiendo su cola entre sus piernas.

También se sentía miedoso, pero por Tony debía ser fuerte. Para que no se sintiera tan mal. En ese abrazo se daban besos castos, sonriendo tranquilos, esperando los resultados.

Cuando los llamaron entraron al consultorio. El médico los veía como si fuera a decir un secreto.

—¿Sucede algo? —le pregunto Steve, tomando la mano de su pareja.

—Si —contesto él. Tony vio a su pareja mientras sus orejas se bajaban como las de Steve— felicidades, futuros papás —hablo dejándolos en shock. La pareja no sabía que decir.

—¿Está usted bromeando? —enojado Steve le pregunto— contésteme —pidió ya demasiado molesto.

—No, no lo es. Solo quiero que me sigan ambos por aquí para hacerle el chequeo a Anthony. —de manera más amable, pidió aquello a la pareja. Que aún molesta, caminaron detrás de el.

Tony fue recostado en una camilla, mientras que Steve descubría un poco el vientre de su Omega, no quería que nadie más que solo él tocará a su pareja. Menos mal que el médico es beta y no persivió el aroma territorial del rubio.

Colocando un poco de gel, puso el aparato sobre el y comenzó a moverlo lentamente para ver al bebé.

—Ahí está —exclamo el médico. Después prosiguió a explicar cómo llevarían el embarazo, con que médico especialista deberían recurrir para las ecografías y sus chequeos de cada mes.

Ambos agradecieron, salieron del hospital y se metieron al auto. No sabían cómo procesar la información dada momentos antes. Así que volvieron a casa.

.
.
.

—Steve... —soltó un sollozo— me iré... Ya no me quieres por estar en cinta y gordo —le dijo soltando su llanto mientras azotaba la puerta de su habitación.

—Tony, yo te seguiré amando incluso si me dices que ya no me amas. —le contesto recargando su frente en la puerta— abreme y déjame estar a tu lado, también quiero que sepas que te amo y nada me hará cambiar de opinión —hablo al ver que Tony le abría la puerta.

—¿Lo dices en serio? —pregunto su Omega, asintió y lo abrazo inhalando su aroma en el proceso.

—nunca te mentiría en algo como eso —respondió besando todo el rostro de Tony.

Esa noche, Steve exploró ahora la nueva forma que estaba tomando el cuerpo de su pareja, le hizo saber cuánto lo ama, que le gusta esa pequeña protuberancia en su vientre abdomen.

Le hizo el amor, siendo lento y cuidadoso con su cuerpo, saber que ese cachorro es suyo, le hacía sentir en extremo exitado, como si fu intento le pidiera que llenará de su aroma a su pareja.

Se mimaron hasta quedarse dormidos, mientras se abrazaban. Ya hablarían con calma en la mañana.