Los 7 Pecados Capitales (Serie Pausada)

Pesadilla de Ensueño (1)

Capítulo 1: Cosas del pasado. Cosas del presente

El tiempo claro y despejado de ese viernes de verano de 1994, daba una calma al pobre hombre que realmente lo andaba necesitando. Esos últimos días de papeleo en el trabajo lo dejaban agotado, y más aún si se le sumaba el tema de la custodia de sus sobrinos. De verdad que estaba jodido, se maldecía con resignación; ¡Cómo es que todo terminaba así! Pensó frustrado.

Nicolás Henry Grimm era un hombre de 36 años que aparentaba 28 y estatura de 1,78m; de cabellos negros, ojos color miel, piel clara y suave; sumamente inteligente, astuto y reservado, con un estilo elegante y misterioso. Él tenía la capacidad de que la gente lo respetara con solo una mirada de sus penetrantes ojos, pero solía ser amable con los que creía que se lo merecían. Era trabajador e independiente.

Su vida no había sido ni feliz ni sencilla. Ya desde antes de nacer la vida le tenía deparada mucho sufrimiento. Fue engendrado por una violación, su madre Eleonor Grimm (una chiflada e inestable joven) sufrió la bajeza de ser abusada por su propio guardia de seguridad (de la clínica mental en la cual residía). El recién nacido niño paso a ser adoptado por el hermano de su madre, Charles Grimm, quien le llevo a vivir con él y su familia. Pero en una visita navideña a su madre, el niño de 3 años presenció como el bastardo hombre torturo y mato a su madre biológica enfrente de sus inocentes ojos. Su familia, preocupada por su salud mental, se mudó entonces a Springwood, después del encarcelamiento y póstumo suicidio del hombre. Allí vivió otra etapa dura, pues los chicos se burlaban de él por ese hecho de su pasado (que descubrieron por error) y porque el jovencito no sonreía, se vestía de negro y se aislaba de todos a su alrededor.

Lamentablemente la desgracia no termino allí, pues fue secuestrado y violado por su vecino, quien mato a otros niños del barrio enfrente de sus ojos. Los padres adoptivos al ver el estado de depresión del niño de 8 años, lo internaron en un centro especial por 6 años, lo que los llevo a mudarse de la Calle Elm. Al salir, Nicolás ya era otra persona; pero si bien era más amable y no vivía en la oscuridad, tampoco había dejado de ser meticuloso y analítico con todo, y todos, a su alrededor. Desafortunadamente Charles y Roxanne fallecieron misteriosamente dos años después por lo que se emancipó a los 16 años y cuido de sus hermanos menores hasta que estos pudieron hacerlo por sí mismos. Consiguió su primer trabajo fijo a los 21 años, con lo cual pudo pagar sus estudios avanzados y cuidar de sus hermanos con mayores posibilidades para subsistir. En cuanto su jefe descubrió sus talentos, lo ascendió en la empresa y desde entonces ese trabajo se convirtió en su vida. Unos años después Nicolás recibiría dos terribles noticias: Su hermano Alfred, apasionado de las alturas, intento escalar el Himalaya y murió en el intento y su hermana Dilayla, su esposo y la hija menor de ambos, murieron en un accidente de autos, dejando a los mayores solos. Por lo que Nicolás acepto hacerse cargo de ellos. Y era ahí donde volvía a tener la vieja preocupación con respecto a la educación y mejor oportunidad para que los jóvenes se convirtieran en lo que sus padres habrían querido que fueran.

Pero su mayor inconveniente actual venia de la mano de su trabajo: La empresa telefónica compro una vieja central eléctrica destartalada y la había convertido en su nueva sucursal para el pueblito de Springwood. Y él, con todo su conocimiento y gran talento, fue escogido junto con otros nueve empleados para ser los administradores de la Sucursal. Y de más está decir, que regresar allí lo ponía nervioso y en alerta. A la expectativa de que pasara algo que pondría de cabeza todo lo que le costó construir en esos años.

Nicolás aparco en la entrada de su casa, suspiro resignado de nuevo y dejo de darle más importancia de la que ya tenía por sí sola. Salió del auto, cerró la puerta y camino a la entrada de la casa, pero esta se abrió antes de que él llegara. Por ella salió disparado un hombre joven de aparente 30 años, de pelo castaño claro, ojos negros y vivarachos, y un poco más bajo que Nicolás, que se le tiro a los brazos alegre por las buenas nuevas.