Esquizofrenia

Capítulo seis.

«A veces sientes que estás en un sueño y las cosas se vuelven confusas. Podrías estar soñando que toda la gente que quieres está incendiándose, o que conoces por fin a tus artistas favoritos, o que estás completamente solo. O puedes soñar con voces. Puedes soñar dormido o despierto. Incluso puedes dormir con unos ojos abiertos, y pensar que tus sueños son realidades.

Isaac sueña despierto -y dormido- con voces. Yo dormía despierta en un sueño autoincontrolable. Ya no lo hago. Estoy lejos de ese lugar. Isaac me dijo que en realidad fui drogada con una droga de prueba. Nadie sabe cómo se llama. Isaac me jura que él estuvo buscándome desde hace años. Supongo que debo creerle. ¿Debería creerle? ¿Puedo creerle? Quiero creerle. Le creo. Es esquizofrénico, no loco.

La diferencia entre él y yo es que él escucha voces inexistentes; y yo, cosas que estaban en el primer plano. Me imaginaba cosas que mi mente quería que pensara, y todo como producto de la droga. Jamás creí que es me podría pasar. Jamás creí que sería real.

Le pregunté a Isaac sobre la persecución. No eran policías, sino guardias. Nos dejaron en paz porque, técnicamente, si nos atrapaban, era posible que recordáramos la dirección y fuéramos a denunciarlos. Sin saber la dirección jamás podríamos hacerlo. Isaac dice que cuando nos fuimos, la persona que los llevó era muda. Así que, al final, era seguro. El tipo no iba a decir nada. Aunque lamento que no nos haya podido decir ni siquiera el nombre del lugar en el que estábamos. Realmente quisiera saber en qué lugar perdí mi tiempo.»

Y termino de escribir en mi diario.