Capítulo cuatro

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«No, Isabella. No te vayas. Por favor, no te vayas...» Isaac lloriquea dormido. ¿Qué? Me le quedo mirando. «Isa... No, Isa. ...t... ...mo... Qué... ...e...»

«Isaac», le digo suave. «Isaac», trato de despertarlo.

«...bella... ...amo... ...n... ....ayas...»

Isaac empieza a llorar. Entonces me asusto. Y de repente recuerdo.

"Estaba ahí, recostada en la cama. E Isaac estaba dormido. Debían ser al menos las seis de la mañana. Él empezó a susurrar cosas como «te amo, n... ...e... ...vayas.... I... ...la...» Pero no le entendí. Y juraría que es mi nombre, pero él es demasiado para que yo piense que habla de mí."

Realmente espero que hable de mí.

Luego cierro los ojos. Duermo.

EsquizofreniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora