Uno.

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"No hay camino que no conduzca a ello, por la forma en que nos estamos mirando

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"No hay camino que no conduzca a ello, por la forma en que nos estamos mirando."



Uno.


Emma conducía su nueva camioneta Ranger Rover por un camino rural, según su mejor amigo era la mejor camioneta para su nueva vida de vaquera. Pero no sabía dónde estaba, ya que su celular murió hace varios kilómetros atrás. Maldijo cuando una de las ruedas delantera quedo en un gran charco de lodo.

Sin duda no era su mejor día. Maldijo a Robert en sus pensamientos.

Se suponía que con aquella camioneta no tenia problemas en Texas. Pero allí estaba al medio de la nada con todas sus maletas en los asientos traseros sin saber como llegar a la granja de su abuelo.

Maldita sea, la ultima vez que estuvo en la parte sur del país solo tenia seis años.

La chica baja de la camioneta con su vestido rosa de diseñador y suspira mientras trata de ver que le paso a la rueda del auto. Quizás si aceleraba saldría de allí rápido. Aunque no era una experta conductora.

Ve que esta cerca de vacas y caballos. No sabía muchos de ellos, pero creía que eran costosos por como lucia su pelaje. Pero no parecen haber capataz o alguien que pudiera ayudarla, quería llorar de frustración.

La chica se sobresalto cuando siente el ruido de un auto tras de ella. Rápidamente se gira para ver una camioneta 4x4 de color rojo, desde allí baja un hombre adulto con unos jeans y camisa del mismo material. Tenia el pelo canoso y una barba de la misma forma. Era sin duda un hombre más que apuesto.

- Hola- dice ella sonriendo, viéndolo- lo siento, soy nueva aquí y mi auto quedo estancado.

El hombre sin decir una palabra se acerca, ella siente un fuerte aroma a perfume masculino y cigarrillo que desprende de su ropa. El simplemente se sube a su camioneta sin decir una palabra. Ella da unos pasos hacia atrás quedando cerca de los adoquines de la granja para no ensuciarse.

En menos de cinco segundos el hombre logra que el auto salga del barro sin mayor dificultad.

- Gracias- susurra ella cuando el, baja de la camioneta caminando hacia su propio auto- soy Emma, por cierto

- Jeffrey- dice el hombre subiendo a su camioneta

- Una última pregunta ¿Por casualidad sabes dónde queda la granja del señor Roberts?

- Un kilómetro en línea recta- dice serio- pero si vienes a ver su maldita granja es mejor que seas rápida huyendo de disparos .

- Gracias.

Señorita Roberts | Jeffrey Dean MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora