CAPITULO 2.

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UN MES DESPUÉS

Treinta días pasaron desde aquella conversación entre Arian y Zaniah. La familia Dittrich se encontraba paseando por las calles de Múnich, el calendario marcaba el mes de agosto, época que en Alemania era temporada de verano. Arian, junto con sus padres y hermana, habían planeado un día en familia aprovechando así el agradable clima que se levantaba sobre la ciudad europea.

Habían preparado un día familiar en unos de los tantos parques del centro de Múnich. La pequeña Zaniah se encontraba jugando en los columpios con otros niños, mientras a lo lejos Arian y sus padres la observaban atentamente. Transcurrió un lapso de unos 20 minutos y desde ese preciso instante nada volvió a ser igual.

Zaniah ya no se encontraba en los columpios, ni riendo, ni jugando; ahora la niña se encontraba tirada en el suelo, inconsciente. Los señores Dittrich al ver aquella escena salieron despavoridos hasta donde estaba la niña, desesperados la llevaron en brazos hasta su auto y luego hacía el hospital más cercano. Cuando llegaron al centro de salud, le dieron los primeros auxilios y luego la trasladaron a la salada de urgencias donde los padres de Zaniah y Arian no podían entrar.

Transcurrían los minutos, las horas y nadie daba respuesta del estado de salud de la niña; la madre desesperada, el padre consolándola y el joven Arian estrujándose las manos de nervios rogando que su preciada Stern estuviera bien. Pasaron alrededor de dos horas más, hasta que un doctor salió de la sala de emergencias, donde horas antes habían hecho pasar a Zaniah.

El doctor muy amablemente hizo las presentaciones adecuadas y luego procedió a relatar lo que tenía la hija menor de los Dittrich.

-Muy bien señores, he tenido que recurrir a una serie de análisis para poder comprobar que es lo que presenta la paciente, me dicen que la niña está bien de salud. ¿No?

Los padres afirmaron, pues la niña tenía buen aspecto y una muy buena salud.

El doctor explico que los resultados estarían listo mañana a las ocho de la mañana y la niña debía permanecer en el urgencias y ahí les informaría con exactitud cuál era el diagnostico de Zaniah.

Esa noche los padres de Zaniah se retiraron a su casa y en los pasillos desolados de urgencias se quedó Arian. Pasaron las horas, seguía en la misma silla, en el mismo pasillo que sus padres lo habían dejado horas atrás, pero esta vez en la mano sostenía un vaso térmico de café.

Al DÍA SIGUIENTE.

Fue una noche pesada para Arian y su familia llegó la hora tan esperada; 08:00, con los nervios de punta y el ritmo cardiaco a mil, los padres pasaron al consultorio del doctor que los había atendido la noche anterior mismo que estaba designado para dar el diagnostico final de Zaniah. Pero antes de entraron a la habitación que le habían asignado a la pequeña, en horas de la madrugada.

En el centro de la cama se hallaba acostada la niña de los cabellos de cobre , con una intravenosa que le sobresalía en el brazo , mostró una pequeña sonrisa de boca cerrada , Arian pudo notar que la dulce niñita parecía cansada y desaliñada , su piel tan clara como la nieve ,ahora era pálida y sin nada de su color habitual; sonrió a su hermana y se acercó a abrazarla , luego de unos minutos de risas para aliviar la preocupación que los carcomía por dentro.

Era hora de ir a saber el diagnóstico exacto de la menor de los Dittrich.

Los tres juntos, fueron hasta el consultorio del doctor, entraron y se sentaron frente a él. El médico muy amablemente comenzó a explicarles con detalles lo que habían encontrado en los análisis que le habían practicado a Zaniah la noche anterior.

Arian fruncía el entrecejo, no entendía nada de lo que explicaba, pero algo si entendió muy bien y sabía lo que significaba, las palabras: Señores y joven Dittrich su hija y su hermana respectivamente padece de leucemia terminal, y con el tratamiento adecuado la pequeña solo podía durar a lo muchos tres meses.

Esas simples palabras hicieron estragos en la vida de las tres personas ahí presentes. El doctor seguía hablando algo sobre tratamientos, fármacos y quimioterapias; pero Arian se había desconectado ya de aquella situación, él solo pensaba en la terrible enfermedad de su hermanita a sus cortos diez años, ¡Dios tiene toda una vida por delante! 

STERNE [ TERMINADA ✅] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora