CAPITULO 4.

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DICIEMBRE

El tiempo cada vez se volvía más efímero, cada minuto que pasaba era un minuto perdido. El tratamiento avanzaba y la enfermedad también. Zaniah ya no podía más cada día que transcurría empeoraba, casi no comía, no sonreía, no hablaba; poco a poco su luz se perdía en la oscuridad del dolor.

La familia Dittrich, no soportaba tanto sufrimiento la madre, destrozada por que su hija perdía poco a poco; el padre igual trataba de consolar a la esposa y Arian se encontraba igual o peor que sus padres.

Faltan diez días para navidad, el tratamiento sigue; los doctores están perdiendo las esperanzas, el pequeño y frágil cuerpo de la niña cabellos de cobre poco a poco pierde la batalla.

Menos nueve días para navidad, Zaniah sigue igual, sin signos de mejora; su familia pasa día y noche en aquella habitación de hospital.

A así sucesivamente pasan los días, quedan cinco días para navidad, en los cuatro días pasados Zaniah presenta signos de mejora, los doctores se muestran optimistas; la familia vuelve a sonreír.

Arian se encuentra en su casa; se dirige a la habitación de Zaniah por un poco de ropa, cuando entra los recuerdos rápidamente lo golpean, piensa en aquella conversación que tuvo con su hermana precisamente ahí, cuando la pequeña no podía armar su telescopio.

Mi pequeña Stern –susurra Arian para él mismo-

El sonido del teléfono fijo de la casa lo saca de sus recuerdos, es su papá; Zaniah ha tenido otra recaída, los doctores piensan que es el final. El muchacho sale de inmediato de la casa y se dirige rápidamente hasta el hospital, rogando que no sea demasiado tarde cuando llegue.

Cuando el joven llega a tiempo, pero las malas noticias continúan; le informan que Zaniah ya no resiste más, que este en su final. La familia debe despedirse. El frio invierno de diciembre no acompaña el ambiente que hay en ese momento en la habitación. Los padres rompen en llanto por la pronta partida de la niña, Arian no se queda atrás, deja libre lo que llevaba conteniendo todos estos meses.

La preciosa niña de piel pálida, ojos aguamarina y cabellos color cobre, ya no es la misma; sus ojos ya no brillan con emoción, ahora son opacos, perdidos, sin brillo; su piel pálida, antes perlada por la luz del sol, ahora se ve seca y sin brillo; sus cabellos rizos de cobre están remplazados por un gorro de lana rosa palo.

Apenas puede mantener sus ojos abiertos, los primeros que se despiden son sus padres en una escena completamente desgarradora; Arian por su parte mantiene su distancia; es el turno de él, se acerca a paso lento e indeciso a la cama de su hermana, Zaniah con las pocas fuerzas que le quedan hace un amago intento de sonreír, le cuesta; pero lo logra.

-Arian ¿Sabes que eres el mejor hermano del mundo? –habla Zaniah refiriéndose a su hermano mayor Arian –

- Lo sé, mi dulce niña - Dice el joven Arian-

El joven Arian se acerca poco a poco hacía Zaniah toma su mano, la estrecha fuertemente y ahí se mantiene, recordando así todos los buenos momentos que ha pasado con su pequeña y dulce hermana de diez años.

-Prométeme que siempre que mires las estrellas te acordarás de mi - dice Zaniah mientras le sonríe a su hermano mayor-

Gracias por regalarme los mejores diez años de mi vida, por enseñarme lo bueno de la vida, por siempre sacarme una sonrisa, por tus bromas y por tu amor de hermano incondicional, gracias por todo Arian.

Arian no pudo mantenerse fuerte por mucho tiempo, tras las palabras de su Stern; soltó las lágrimas que llevaba conteniendo por mucho tiempo.

Él sabía que ese era el final, de la vida de su hermanita, que había amado desde antes que naciera, por la cual hubiera vendido hasta su propia vida para que ella estuviera bien, pero las cosas no siempre son como uno quiere; este es el final de esta historia; es el final de Zaniah.

-Búscame en cada estrella del horizonte, ¿te acuerdas que te dije que venía de las estrellas? , si algún día me quieres volver a ver sigue las estrellas de la constelación de virgo porque de ahí provengo, cuando las encuentres todas y se arme la constelación ese día nos veremos ¿Me prometes que seguirás las estrellas para que nos volvamos a ver? –Pregunta con voz trémula la niña-

-Te lo prometo Zaniah, prometo que siempre que vea las estrellas me acordaré de ti, también que seguiré las estrellas y encontraré la constelación de virgo para que nos volvamos a encontrar, y la estrella más hermosa y brillante serás tú – Habla Arian aún con las lágrimas bañando su pálido rostro-

- lch liebe dich, Arian – susurra Zaniah hacía su hermano-

- lch liebe dich, pequeña Stern. – finaliza Arian.

Y ahí, la pequeña Zaniah Dittrich de la mano de su hermano Arian deja el viaje en la tierra y emprende un nuevo camino hacía las estrellas y las constelaciones; porque Zaniah no solo es la niña de preciosos ojos aguamarina, de rizos color cobre y de piel pálida perlada, también es una de las estrellas más hermosa y brillantes de una constelación, y las niñas que llevan este nombre son fuertes y valientes, así como la hermosa Zaniah. 

STERNE [ TERMINADA ✅] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora