Escritor:
Lia Talavera
2020
Rareza del destino, falla en la naturaleza o simplemente suerte, cualquiera de estas explicaciones son las que utilizo cuando me explico porque puedo recordar mis vidas anteriores, todos lo llaman reencarnación, sin embargo para mí es un hecho que se revela al cumplir 25 años, no antes, no después.
Cada vida ha sido maravillosa, he disfrutado y sufrido por igual, lo que más he disfrutado ha sido enamorarme, porque no importa cuántas vidas viva, cuantas personas haya besado y cuantos me hayan declarado su amor, siempre amaré a cada uno de ellos. Pregonan en citas románticas que solo se ama una vez, y les digo... es mentira, el ser humano puede amar todas las veces que desee.
Pero no todos los amores que he tenido han sido satisfactorios, dichosos y románticos.
Hoy en mi 5ta vida, en mi 25 cumpleaños he podido recordar al despertarme de manera automática, como cada vida pasada, que ha sucedido a lo largo de mi existencia como un ser, no como un cuerpo, sino como energía.
He recuperado todos los recuerdos y vaya que ha dolido, física y mental ya que tener toda la información de golpe ha hecho pasarme un dolor de cabeza inmenso, seguido del dolor arrollador de saber la causa de mi 4ta muerte.
No quiero desperdiciar la oportunidad de contar lo extraordinaria que fue, porque si algo he aprendido es que hasta en la muerte hay belleza.
Rousse, así me llamaba, cabellos largos negros, piel morena, ligeramente tostada, ojos grandes y profundos color marrón, labios llenos, nariz respingada, curvas las suficientes para despertar deseo, siempre con alegría, filosofando de la vida, eran los 60, la rebelión y movimientos hippies reinaban por doquier y San Francisco fue mi hogar en el cual disfruté.
En uno de los tantos eventos conocí a Dan, hombre de 27 años, cabellos claros y lacios que llegaban a sus pómulos, vestía ese día con pantalones de mezclilla, camisa lisa azul ligeramente desabrochada mostrando sus bien definidos pectorales, ojos azules como el mejor cielo despejado y una sonrisa de anuncio de dentista, en completo orden un hombre que me despertó las hormonas en cuanto lo vi. No tardamos nada en conectar miradas y desde ese momento y hasta el día de mi muerte no paramos de hacerlo.
Comencé a acercarme lentamente hacia él, yo vestía un vestido holgado corto, botas y una corona de rosas, sentía inseguridad al principio pero valiéndome de mi buen auto estima y atrevimiento logré entablar una conversación, no le fui indiferente y al cabo de días ya éramos inseparables.
-Ey amor, ¿puedes por favor ayudarme?, le grité desde fuera de su casa al bajarme del coche.
Ese día habíamos quedado con unos amigos a solo pasar el tiempo y yo era la encargada de los bocadillos.
-Claro Rousi, te ves hermosa hoy. Dijo mientras besaba mi cuello y tomaba la comida en sus manos.
-Llegaron los demás, solo te estamos esperando amor, ¿hoy si jugaras?
Harta de la situación solo ignoré su pregunta, Dan quería que hiciéramos una orgia pero no estaba convencida.
-Te he dicho que no, paso de ello, mejor comamos pronto, tengo hambre.
Dan me miró con desconsuelo pero no dijo nada más y las siguientes horas fueron relajadas.
Habíamos probado hongos, Clare, una amiga en común las había llevado y mientras estábamos en el estado de psicodelis que provocaba decidimos subir a la habitación mientras los demás, Clare, su novio Andrew, Jonas, Jill y Carl se quedaban en la sala relajándose mientras ponían discos en la consola.
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RELATOS DE ROMANCE
RomanceBienvenido al primer concurso de Relatos de Romance de Tertulia de letras y Escritores!!! Te invitamos a leer todos los relatos que los "Escritores" han enviado y el que más te gustes votes mediante una estrella y comentario. -Recuerden que todos l...