Pasión Prohibida

Parte 7 "El amor revive para unos, el enojo y la maldad se manifiesta en otros"

Después de una intensa y apasionada, tarde y noche de ayer al fin amanece, la luz del sol en la ventana de la habitación se asoma dejando a la vista en la cama a los dos jóvenes amantes que ya han consumado su amor el día de ayer. Hinata lentamente abre los parpados de sus ojos y ve maravillada el rostro de su amado Naruto dormir plácidamente y su bien formado torso desnudo, hinata sintió su corazón a mil y a estremecerse de la emoción de tenerlo a su lado, aún se decía así misma sin poderlo creer ¿De verdad anoche naruto kun y yo lo hicimos? Luego en su mente vienen los intensos recuerdos de esa fogosa noche junto a él y ella empieza a ruborizarse.

-De verdad lo hicimos- Pensó hinata con mucho rubor en sus mejillas y en sus pecas.

Sus piernas estaban entre las de naruto, ambos estaban desnudos y los pechos de hinata al descubierto ya que las sabanas estaban cubriéndolos de la cintura para abajo, naruto estaba aún lado de ella manteniendo su brazo bajo su cabeza y el otro brazo acercando su mano cerca del trasero de hinata, ella escondió por un momento su rostro avergonzada en su torso de naruto aun procesando la situación, luego se aparta ya que siente medio moverse al rubio.

-Eso estuvo cerca.- Pensó hinata ya que no quería despertarlo.

Luego ella lo mira atentamente fascinada por el semblante tan sereno de naruto al dormir su corazón se derritió y pensó.

-Se ve tan adorable dormido naruto kun lo Amo.- Aun ruborizada.

Luego mientras lo mira detalladamente empieza a acariciar y tocar uno de los mechones del cabello del hombre que tanto amaba, ella se sentía muy dichosa y feliz de a ver sido suya y tenerlo a su lado, en eso acaricia su rostro mientras cierra sus ojos para sentir la rustica y sensual barba de su hombre, que tanto la excita, como ama cuando él tiene la barba, le da un toque más varonil y sexy, al sentir esa rustica sensación de su barba, su cuerpo empezó a arder y más porque en su mente volvieron los recuerdos de esa intensa noche. Sus instintos de mujer se sentían muy diferente en ese momento ya no sentía tanta timidez como antes, ya había tenido por primera vez intimidad íntima con un hombre y lo mejor de todo era con el hombre que tanto ha amado. Se sentía toda una mujer... Se levanta con mucho cuidado quedando totalmente desnuda, mientras con sus manos esconde sus pechos observa aun a naruto acostado y sonríe, luego de eso lentamente se va de ahí.

Después de un buen rato naruto se despierta estirándose y se sorprende al abrir sus ojos y no ver a hinata acostada junto a él, luego ve una nota en la mesita que está al lado de la cama con una lámpara, naruto lo toma rápidamente y empieza a leer.

Hola Cariño buenos días. Lamento no estar en estos momentos en la cama contigo ya que estoy en la cocina preparándote el desayuno, te espero abajo, dúchate tranquilo ya que te eh preparado el agua dejándola calentita en la bañera para ti...luego vienes a comer conmigo... Te Amo amor. con amor Hinata Hyuga.

Naruto al terminar de leer la nota sonrió y dio un beso al papel, de verdad que hinata es una mujer extraordinaria pensó contento naruto y luego pensó en cómo era tan descarado toneri en hacerle algo así a hinata cuando ella es una mujer única y especial en el mundo, por eso naruto no sentía el nada de remordimiento de lo que ambos hicieron anoche.

-Voy a recuperar a mi hina porque ese toneri no se la merece.- Se dijo así mismo naruto decidido.

Naruto se levanta y luego se va al baño a ducharse, por otro lado hinata buscaba con desespero en la despensa algo que cocinar ya que no había mucho que encontrar ya que la cabaña en estos momentos no la habían habitado por unas semanas y apenas hiashi se la presto a naruto para que tuviera privacidad y habitara hasta que escogiera un departamento que va a comprar, ya que naruto no tenía mucho tiempo para escoger por su trabajo y no quería molestar más a sus padres durmiendo en su casa, aparte para naruto la cabaña siempre ha sido un lugar especial para él y hiashi lo adoraba como un hijo por eso no dudo en prestársela.