BAM

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Kag ¡BAM!

Ahí estaba él, y yo le miraba como una tonta, me importaba poco los gritos de papá al llegar tarde, si pensaba que estaba metida en cosas turbias como drogas, alcohol o sexo, inclusive había soportado uno que otro golpe, bueno eso era extremo hasta para mí, pero la verdad era que me gustaba, los golpes ¡no!... él…

Inuyasha Taisho, el nerd del salón, no era el típico niño de lentes, más bien tenía un cuerpo impresionante, su sonrisa me mataba, su voz me provocaba escalofríos y sus ojos, dios, sus ojos, eran mi perdición, lástima que para él no existía.

Cuando recién ingrese a esta escuela hace dos años, le conocí, era una de esas afortunadas que compartían el mismo salón, el mismo aire, yo no era una de las más inteligentes, tampoco sacaba puro cinco, mucho menos era una de esas porristas que siempre iba de su brazo, de hecho, para nada era delicada, por lo general estaba siempre comiendo en exceso para mantener mi peso según el campeonato en el que fuera a participar, esperen no soy la hada de levantamiento de pesas, solo me gusta el box, razón por la cual he ingresado a esté instituto, soy fuerte, sí, me avergüenza, no, está es la razón por la que papa siempre me vigila, está orgulloso de su Kag ¡BAM! 

Una no puede evitar soñar con el día que nuestros caminos se crucen, cuando él me mire y se enamore perdidamente, bien, eso solo ocurre en mi imaginación, o así era hasta ese día cuando nuestros caminos por fin se cruzaron, él esperaba el metro para ir a su casa, que curiosamente quedaba cerca de la mía, estaba tan distraído jugando su móvil, que no se percató del tipo sospechoso que se le acerco, de un solo movimiento le quito el celular y arranco a correr donde estaba, él no tardó en reaccionar, y yo, bueno, actué por inercia, lance mi gancho derecho directo al rostro del sujeto dejándolo confuso en el piso.

Agarre el móvil sonriente y pase sobre el hombre, perdón, pero si lo pise, fue algo dramático, me sentí poderosa, extendí su celular y él solo me miro como si fuera un bicho raro, eso no me gusto, la gente me miraba con asombro, y él pareció algo intimidado, me puse nerviosa y lo único que se me ocurrió hacer fue tirarle el móvil y salir corriendo de la estación, me sentía algo cohibida, era normal que los chicos pasaran de mí, sobre todo por mi padre Renkotsu, pero se trataba de él, Inuyasha, y su mirar enserio me afecto, ¿y que esperabas? Me pregunte… él era muy guay para enrollarse con alguien como yo.

Fíjate por donde vas, la voz de Kikyo me sobresalto, estaba algo decaída desde hacía días, en concreto desde ese día, mi primer amor me había mandado por un tubo, sin siquiera saber lo que sentía, suspire mirando a la chica perfecta, la porrista más popular de la escuela, estaba tan arreglada, tan perfecta, y yo, evoque mi imagen esa mañana, una blusa a cuadros, jeans, tenis y una coleta, para nada le llegaba a semejante belleza, y lo peor fue cuando escuche su voz, avance apresurada cuando rodeo su cintura y su mirada se posó en mí, la expresión extraña seguía ahí, pensé cada vez más decaída. 

Iremos a las nacionales! El maestro estaba orgulloso, y yo, yo solo pensaba en él, en lo poco femenina que era, de repente me importo, tanto que ese fin de semana salí de compras, dispuesta a obtener ropa más cool, pero no tenía la menor idea de que usar, odiaba no tener mamá, estaba ahí sin saber que elegir cuando una voz me aconsejo, era un gay bastante risueño, me dijo que se llamaba Jakotsu, me ayudo a elegir un par de piezas que me quedaron excelentes, me sentía maravillada con mi nueva imagen, mi padre se quedó sin palabras cuando el lunes baje las escaleras con mi nueva ropa, tuvimos una pequeña pelea y salí maldiciendo por lo bajo.

Cuando llego la hora del receso, Koga se ha cerco a felicitarme por mi clasificación, dio ánimos para el torneo nacional y fue entonces cuando le dije que no iría, me observo incrédulo, sin creerme, me miro de arriba abajo, pero no dijo nada, se dio la vuelta susurrando que era una locura que se desperdiciara un buen talento, si, bueno, quería ser una chica normal, pero sobre todo deseaba que él se fijara en mí, y solo podría hacerlo si yo, cambiaba radicalmente, me importo poco el regaño de mi maestro y el golpe de papá, estaba enamorada y solo quería una oportunidad para estar con él.

Sujeto mi mano con molestia, dos semanas después, seguía en mi afán de cambiar, y él me miraba con molestia, cuando nos quedamos de frente en un pequeño pasillo desierto, lo vi resoplar, estaba enojado y no tenía idea de porque, ¿estás loca? Pregunto mirándome fijamente, era la primera vez que lo hacía, ¿Cómo puedes dejar de boxear? Eres realmente buena Higurashi, expreso, no deberías cambiar, el imbécil por lo que lo haces no lo merece, sino te quiere así tal cual, él se lo pierde, exclamo sorprendiéndome, me reí porque si supiera que era él, te parece gracioso, murmuro, eres tú, confesé, ¿perdón? Me miro sin creerlo, Eres tú, estoy cambiando por ti, pero yo no quiero que cambies y menos por mí, a mí me gustas tal como eres...

Kag ¡BAM!

One-Shot's de InuKagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora