Demonios

15 0 0
                                    

- No puedo...- Dijo ella, venía de llorar y se notaba a lo lejos que lo único que le impedía hablar era su corazón destrozado por ella misma- N-no puedo seguir c-con...

No pudo terminar de hablar, su novio le acariciaba la mejilla con delicadeza y la miraba con las lágrimas en el borde de sus ojos.

- Lo sé, yo tampoco puedo, amor- Tomó un momento para respirar, no quería ponerse a llorar enfrente de ella. Ya lo hacía demasiado para si mismo- Fue un error de ambos creer que podríamos sanar al otro sin estar sanos nostros mismos.

Ella se dedicó a llorar y pensar en porqué tenía que acabar así, porque no podían ser como los demás y sanar rápidamente.

Él intentaba no hacerlo, sabía que a su primera lágrima ya no habría nada que lo detuviera, ambos estarían vulnerables y él la amaba demasiado para permitir que algo le pasara.

Ambos tenían sus demonios pero ella los sufría más que él, y él sabía que debía sufrirlos más.

- tTe amo- Le dijo cuando esa instancia se transformó en un abrazo silencioso a media noche- Sé que sufres tus demonios y por eso no puedo compartite los míos...

« Tampoco quiero que me compartas los tuyos porque se que los míos son peores y me rehuso a creer que tú, un alma tan pura, haya hecho algo tan terrible como yo.

Si yo viera tus demonios me quebraria ante los míos y no podría ayudarte, si tu vieras los míos te quebrarias más de lo que ya estas » la tomó de los hombros y los llorosos ojos de ambos se miraron fijamente « Sé que te amo pero no creo que nadie quiera que lo haga... T-tenemos qué dejarnos hasta que no tengamos demonios para empezar unos nuevos que solo sean nuestros, que podamos pelear sin recaer en pedazos»

« No me importa si toma años, quizá para mañana estemos juntos de nuevo o quizá en la siguiente vida... Tienes que prometerme que no me buscaras y que no me dejaras encontrarte hasta que hayas dando tus demonios, yo lo hago»

Lo miro con más lágrimas que antes y entre un mar de lágrimas asintió.

- Lo prometo- sollozó.

El chico sonrió mientras, después de tanto esfuerzo, lloraba.

Desde atrás de cada uno una criatura negra con varios pares de alas y cadenas brillantes tomó a la pareja y se los llevó por caminos separados hasta que ya ko hubiera nadie ni nada que pudiese evitar su encuentro.

Relatos De Un TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora