Capítulo Seis

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Después del almuerzo, Daichi, Suga y Akaashi tuvieron que esforzarse para mantener a los jugadores de los distintos equipos calmados.

- Deben hacer la digestión antes de ir al agua - les dijo Suga - No se muevan mucho o les hará mal.

Hinata y Kageyama fueron de los más difíciles de contener, pero Daichi se encargó de sentarlos bajo una de las sombrillas y evitar que salieran a cualquier lado colocándose frente a ellos como una barrera.

Goshiki, mientras revisaba su móvil, observó que Tendou se veía algo diferente: no parecía estar tan alegre como cuando habían llegado a la playa, más bien estaba apagado.

- Tendou, ¿te sientes bien? - se atrevió a preguntarle.

El pelirrojo asintió sin decir palabra alguna, apretando una pelota de voley contra su pecho, mientras que observaba a sus alrededores con los ojos vidriosos. Goshiki identificó que definitivamente algo andaba mal, por lo que llamó a Ushijima para hacerse cargo del asunto, ya que conocía mejor a Tendou que cualquier otro.

Se le acercó y se sentó a su lado.

- ¿Qué tienes? - preguntó.

Al principio Tendou se negó a responder, pero luego dijo con una voz aflijida:

- Ushiwaka... ¿de verdad piensas que soy un monstruo?

El más alto lo observó preocupado.

- ¿Por qué piensas eso?

- Es sólo que... - Tendou se trabó - Todos los de las otras sombrillas... siento que están mirándome como si lo fuera, y escuché a alguien decir que lo soy y...

Tendou giró el rostro para evitar que su amigo viese sus ojos enrojecidos. Ushijima y todos los compañeros del Shiratorizawa sabían que Tendou había sido llamado "monstruo" durante su infancia y a pesar de que se había acostumbrado a tomarlo a su favor en los partidos subiendo su autoestima, aún le dolía como en aquel entonces.

- No, no lo eres - Ushijima pasó uno de sus brazos por su espalda para abrazarlo de una manera algo discreta - Me encargaré de darle su merecido al próximo que te diga algo así. No los escuches. No eres un monstruo.

Tendou se dejó caer en el pecho de su amigo para evitar que los demás lo vieran así. Abrazó con fuerza a Ushijima, su refugio, el único que jamás se burlaria de él.

Lev y Aone se pusieron a jugar con una pelota de voley haciendo algunos pases sencillos que no requirieran de mucho esfuerzo (para que Daichi, Suga y Akkashi no los regañaran) pero por accidente Aone utilizo mucha fuerza y la pelota se fue hasta una sombrilla que estaba cerca de ellos.

Lev corrió y fue a recoger la pelota, que había caído encima de una chica que estaba tomando sol tendida en una manta. Nervioso, Lev se disculpó y tomó rápidamente la pelota, pero la voz de la chica lo frenó.

- Si tuviera un control que bajase el volumen de sus gritos, no dudaría en utilizarlo.

El ruso no pudo mirar los ojos grises de la muchacha por lo nervioso que estaba.

- Lo sentimos mucho, n-no era nuestra intención...

- ... ¿sabes que, poste de dos metros? Si siguien igual de irritantes, me encargaré de llamar a la policía para que se los lleven. Uno no puede descansar en paz con tipos como ustedes - continuó la muchacha de piel bronceada.

Justo cuando Lev iba a volver a contestarle, Kogane apareció de la nada y se cruzó de brazos frente a la mujer.

- ¿Sabes algo? La playa no es divertida con personas amargadas como tu. No permitiré que vuelvas a burlarte de Lev o de nosotros.

- Kogane, tranquilo, ella tiene razón... - Lev intento detener al jugador del Dateko, pero no tuvo éxito.

La rubia sonrió desafiante.

- Ow, ¿de verdad ese anciano se llama Lev? Que nombre más estúpido.

Kogane no se aguantó más y se lanzó para darle una bofetada a la chica, que hizo que se ganaran las miradas de todos los demás presentes en la playa.

- ¡Puedo quitarte ese bronceado si intentas volver a reírte de mi amigo!

- ¡KOGANE!

Daichi llegó rápidamente a su ubicación y le lanzó una mirada asesina al mencionado.

- ¿¡En que estabas pensando!?

- ¡Esa chica se burló de nosotros y de Lev! - explicó Kogane, hirviendo de la furia.

- ¡Pero tampoco puedes golpearla así! ¡Aprende sobre autocontrol!

Lev apretó sus labios en un intento por no llorar.

- Fue mi culpa... todo fue mi culpa. Debi haberme lanzado a la arena para recibir el remate de Aone...

La chica rubia estaba aún más molesta.

- ¡Guardavidas, ayuda!

Unos minutos más tarde...

Lev y Kogane estaban sentados en la arena, esperando a que Daichi regresara. Al cabo de un rato lo hizo, y entre miles de preguntas dijo:

- Ya está solucionado. Hablé con el guardavidas y dijo que no había ninguna necesidad de hacer tanto drama, así que la chica esa quedo mal puesta.

Lev y Kogane sonrieron.

- Pero deben aprender a controlar sus impulsos para no repetirlo.

Lev y Kogane bajaron la mirara.

Mientras Daichi se iba a tomar un descanso luego de defender a su "familia", Kuroo se acercó a Lev, poniéndose de cuclillas para alcanzar su altura.

- Oye, Lev. ¿Era bonita?

- Eh, no lo sé...

- No seria de tu preferencia. No tenía el cabello largo - habló Kogane.

Kuroo hizo un puchero, derrotado.

- Por cierto, ¿no han visto que Kenma se ha dejado crecer el cabello en estos días? - comentó Yaku, que estaba cerca de ellos.

Todos observaron a Kenma, que estaba hablando animadamente con Hinata. Su cabellera rubia teñida se movía con la brisa cálida, haciendo que el chico tuviera que retirarse los mechones de pelo del rostro.

- No me sorprende de él. Es tan perezoso que hasta le daria pereza cortarselo - dijo Lev.

Kogane achino los ojos, pensando.

- Oye, Kuroo. ¿No era que preferías el cabello largo?

- Así es - respondió el azabache.

- ¿Qué opinas de Kenma?

Kuroo observó al mencionado desde la distancia por unos segundos antes de responder.

- Es un lindo cabello.

🍹

𝙐𝙣𝙖 𝙏𝙖𝙧𝙙𝙚 𝙙𝙚 𝙑𝙚𝙧𝙖𝙣𝙤 | 𝙃𝙖𝙞𝙠𝙮𝙪𝙪!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora