Splendorman siempre le ha tenido un miedo irracional a Zalgo. Así que un día decidió hacer algo para intentar curarse ese miedo. Hace poco el demonio había estado acechando el bosque happy, y en un descuido Splendy logró sacarle una pequeña muestra de sangre. Cosa que casi le cuesta la vida, pero logró escapar.
Lo único que él quería era saber más sobre el demonio y porque es tan poderoso, así que haciendo uso de sus dotes científicos, se puso a analizarla y a experimentar con ella. Pero en un descuido, revolvió sustancias que no eran las corectas, provocando una terrible explosión en su laboratorio.
–¡Dios santo!
Salió lo más rápido que pudo de aquel laboratorio, tosiendo por el humo provocado. Pero se asustó aún más cuando escuchó un llanto, el llanto de un bebé. ¿Pero que había creado?... Con algo de temor quitó algunos escombros y se acercó hasta donde provenía el llanto. Sus ojos se abrieron de par en par. Enfrente de el, estaba un pequeño Zalgo, parecía Zalgo bebé. Pero... no le daba miedo alguno. Éste era tan adorable y frágil, que le provocó cargarlo y abrazarlo.
–Ohhh~ baby Zalgo... que lindo, no llores...
Intentó calmarlo con un chupón que sacó de su sombrero mágico. El bebé empezó a tranquilizarse.
–Descuida pequeñito, aquí te criaremos para que sirvas para el bien~
Le sonrió y el pequeño demonio comenzaba a dormirse. Este bebé no le daba miedo alguno a Splendorman, aunque... el señor Zalgo, aun le daba miedo, y bastante. Asi que su miedo estaba más o menos curado.
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Sayonara XD