PSYCHO • HyunSung

3.

Ese mes fue un vaivén de emociones no sólo para JiSung y HyunJin, sino también para el resto del grupo, no era difícil notar la rivalidad que existía entre estos dos, y lo peor era que a veces existían pequeñas confrontaciones con retas por parte de ambos en medio de las prácticas, restándole tiempo valioso a todos, y por sobre todo, paciencia a Chan, quien ya no sabía qué más hacer para que ellos se llevaran bien; había intentado invitarlos a comer junto a otros miembros, que convivieran de alguna manera, pero incluso en esas pequeñas reuniones amistosas, dejaban ver su rivalidad con comentarios pasivoagresivos, era como tratar de separar a dos perros que perseguían sus colas.

Pero Bang tenía esperanza de que ese día se comportaran siendo que el coreógrafo y el mentor vocal de la empresa estarían presentes en la práctica.

Al iniciar el ensayo, todo parecía marchar bien, nadie hablaba más de lo necesario, hasta que sus superiores comenzaron a hacer correcciones a todos.

— JiSung, necesito que expreses con tu cuerpo lo que estás rapeando — pidió el coreógrafo.

HyunJin no pudo evitar reír con burla por lo recién ocurrido.

— ¿Qué es lo gracioso? — le cuestionó JiSung, estaba harto y no iba a dejárselo pasar.

— Que sólo nos haces perder el tiempo de práctica — le respondió, él tampoco tenía paciencia en ese momento.

Los demás se miraron entre sí con seriedad, rogando al cielo que se detuvieran.

— Oye, no soy el único que se equivoca aquí.

— No, pero eres el único que no progresa nada a pesar de que le ayuden — respondió HyunJun, mirándole con desdén.

— Hey, basta — pidió Bang.

— ¿Yo soy el único que no progresa? Tu rap sigue siendo igual desde que entraste al grupo — contraatacó JiSung con ironía en su voz.

— No estamos hablando de mí Han, el punto es que tú deberías bailar mejor para estar aquí — dijo, acercándose unos pasos al mencionado.

— ¿Y tú? Tú deberías rapear mejor, si no, no hay lugar para ti tampoco — respondió, aproximándose al otro también.

Y antes de que pudieran ponerse una mano encima, Chan se interpuso entre ambos.

— ¡Dije que basta! ¿No les da vergüenza? Sigan con la practica y no digan nada más — ordenó furioso, estaba cansado de sus inmaduras disputas.

El ambiente se tornó muy incómodo y la evidente mirada desaprobatoria de sus mentores no era para nada una buena señal, claro que el CEO se enteraría y haría algo al respecto si no lo hacían ellos antes.