PSYCHO • HyunSung

4.

— Estoy harto de que sean tan inmaduros, tan egoístas y no piensen en los demás, entiendan que sus peleas estúpidas nos afectan a todos como grupo — regañaba Chan — Se van a quedar aquí hasta que arreglen sus malditos problemas ¿entendieron? Si se atreven a salir sin haber hablado, tendré que dejar que lo solucione el CEO y sé que nadie quiere eso, porque sabemos lo que puede pasar, así que pongan de su parte — finalizó para salir de la pequeña habitación con un portazo detrás suyo.

El líder los llevó a una de las pequeñas salas de ensayo en la agencia, tenía aislante acústico, algunos instrumentos, un escritorio y algunas sillas; era un espacio muy reducido pero práctico a la hora de ensayar canto, componer o producir algo.

Y ahí se quedarían hasta que arreglaran sus diferencias.

JiSung se recargó en una de las paredes para evitar estar cerca del otro todo lo posible, porque en cualquier momento podría golpearlo si lo molestaba.
Hwang por su parte se sentó en una de las sillas y suspiró con pesadez, quizá debió manejar mejor su enojo, porque ahora realmente estaban en problemas.

— Esto es tu maldita culpa — balbuceó JiSung lo suficientemente alto para que el otro lo escuchara.

— ¿Mi culpa? ¿Estás seguro? — cuestionó HyunJin con coraje y su ceño fruncido.

— Sí, tú empezaste a reírte a propósito allá, enfrente de todos.

— ¿Qué esperabas que hiciera? Si te estaban corrigiendo, te veías ridículo — respondió Hwang con una cínica sonrisa burlona.

— Tal vez que cerraras la boca y te guardaras tus comentarios como todos los demás hacen.

— No iba a hacerlo después de cómo me has estado tratando desde que llegué, Han — dijo, levantándose de su asiento.

— ¿Y cómo esperabas que yo te tratara? Desde el día que llegaste me has molestado sin que yo te hiciera algo — le reclamó, acercándose amenazante al otro — ¿Qué mierda te hice para que me humillaras en cada maldita práctica de baile, Hwang? — se precipitó, acercándose demasiado a él, teniéndolo frente a frente.

HyunJin lo tomó por el cuello de su camisa y lo empujó contra la pared con toda su fuerza por haberlo amenazado; podía molerlo a golpes justo ahí si eso quería, pero no debía, no ahora que estaba un paso más cerca de debutar, no iba a tirar por la borda lo que había logrado hasta ahora.
Pero aún así, necesitaba sacar todo su odio y coraje de alguna manera, si no, no sabía de lo que sería capaz después.

— ¡Qué mierda haces! — gritó JiSung enfurecido, tomándo a Hwang por los hombros, tratando de alejarlo, las cosas se estaban saliendo de control.

— ¿Quieres saber? ¿Quieres que te diga lo que hiciste? — respondió, frunciendo su ceño y nariz mientras le fulminaba con la mirada, arrugando la camisa por la fuerza que cada vez más aplicaba sobre ella entre sus puños.

Su paciencia se había acabado y también el juicio sobre sus acciones, la ira era demasiada para poder contenerla.

JiSung habría predicho lo siguiente como golpes, rasguños y heridas por todos lados, pero, sorpresivamente, antes de poder responderle, recibió a HyunJin comiéndole los labios con fiereza y poca amabilidad.
Trató de empujarlo, de patearlo incluso, porque lo que estaba pasando... simplemente no tenía jodido sentido, pero todos sus intentos por quitárselo de encima eran fallidos.

HyunJin tomó sus manos y las estrelló en la pared, evitando que el otro se soltara, pues si esta era su única manera de sacar el odio que tenía, iba a hacerlo y nadie lo detendría.
Esperó una patada en los testículos o algo por el estilo, pero contrario a eso, luego de dejar a Han sin escapatoria, el otro paró de empujarlo, para tomarlo por su sudadera y atraerlo más a sí, entonces sonrió por su victoria, aún besando los temblorosos labios de JiSung, mordiendolos sin controlar su mandíbula, sacándole un suave gemido.

— Antes de venir, me advirtieron... — pronunció entre sus labios — del bonito all rounder en la empresa, de apellido Han — aventuró su mano por toda la extensión de la espalda contraria sobre su camisa — alguien tan nuevo como yo, sin nada más que mi baile... — sintió los dedos del otro enredarse en sus cabellos — debía sacarle provecho ¿no?.

Mandó al carajo su conciencia que le rogaba el mantener la cordura, para tocar por debajo de la ropa, y para su suerte, el otro no mostró oposición.

— Cierra la puta boca por una maldita vez, HyunJin — pidió JiSung, para por fin explorar la boca contraria con su lengua, y el otro se dejó hacer sonriendo ladino.

JiSung sabía, que de nada le serviría echarse para atrás ahora, y si era honesto, también necesitaba desquitar los problemas que Hwang le había causado; entonces lo empujó sobre la mesa, provocando que se sentara, y él se subió a horcajadas sobre sus muslos y pelvis.
HyunJin por su parte, comenzó a comerle el cuello con desesperación, dejando marcas en las clavículas, para asegurarse de que nadie más que el otro las viera, mientras tocaba descaradamente su culo también.

JiSung se había dejado seducir por el diablo y ahora estaba en el mismísimo infierno, tratando de manejar sus delirios, pero ¿quién en su lugar lo haría?.
Sin pensar mucho más, empezó a frotar su entrepierna con la otra, y apretar fuertemente sobre el pantalón de HyunJin, sin embargo dudó si bajar la bragueta o no cuando estuvo a punto de hacerlo.

— Sácalo, bonito, no tengas miedo — le animó Hwang, sonriendo contra la piel de JiSung.

— Eres un hijo de puta — respondió algo risueño, para abrirle los pantalones por fin y comenzar a tocar sobre los boxers, obteniendo roncos gruñidos de parte de HyunJin.

Y si iban a jugar, entonces lo harían bien.

Han liberó por completo el falo y tocó el glande con su pulgar, usando el líquido preseminal para frotar bajo la diminuta abertura, viendo así la faceta más débil de HyunJin, pues gemía sin pudor con sus ojos cerrados, sin embargo, no se percató del momento en que el alto también abrió sus propios pantalones y sacó su erecto miembro, hasta que sus frías manos lo empezaron a frotar de arriba a abajo.
Entonces, quien chillaba sin parar era él.

HyunJin volvió a apropiarse de su boca con necesidad, para tomar ambos penes y masturbarlos al mismo tiempo con su mano, la cordura había desaparecido para ese momento.

El aislante acústico hacia perfectamente su trabajo evitando que todos sus gemidos salieran de la habitación, haciendo que rebotaran ahí mismo y con mayor volumen, los explícitos sonidos se colaban en sus oídos, excitandolos más a ambos.

Y no faltó mucho para que cada uno alcanzara su orgasmo, un poco doloroso por la fricción, entre súplicas que buscaban ahogar con besos.

Exhausto, JiSung se permitió descansar un poco sobre el hombro de HyunJin.
Pero poco después se levantó con un semblante extraño, era difícil descifrar si estaba molesto, o confundido. Tal vez ambas.

Acomodó su desaliñada imagen y miró a HyunJin,  quien hacía lo mismo, pero sin verlo si quiera.

— Ni una palabra de esto a nadie, Hwang, y frente a los demás... — se detuvo un momento, pensando en lo que diría — haremos como que nos llevamos bien y que arreglamos las cosas, ¿entiendes? — ordenó firmemente.

— Lo que digas, bonito — le sonrió.

Han salió de la habitación sin prestarle atención al apodo.

Sabía que las cosas serían muy distintas ahora, pero no estaba seguro, si para bien o para mal.

HyunJin se quedó en el lugar, pensando un poco en lo sucedido también.

Después de todo, sí habían arreglado las cosas... de alguna manera.