5 Razones Para Maldecir La Lengua Parte 2

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      Para la mañana siguiente, el rumor de que algo había ido mal se había esparcido por todas las tiendas del campamento. Aunque no pareció tomar a nadie por sorpresa, el ánimo general era tenso y decaído.
Las malas noticias llegaron en la forma de una flecha que había caído en la zona de vigilancia que Lan Wangji mantenía durante la madrugada. El Lan la había traído con él esta mañana al intercambio de guardia, y Wei Wuxian no supo los pormenores sino hasta las once, luego de la junta general y de que los miembros de la cocina le dejaran escuchar algo de información.

Si bien la noticia era mala para ambos clanes, Gusu y Yunmeng, era este último el que más se notaba afectado, no únicamente por la franqueza con la que demostraban sus emociones a diferencia de los del otro clan, sino por las implicaciones que representaba.

Dos semanas antes, habiendo estado en el este de ciudad Caiyi por cinco días, un grupo se había separado para ir en auxilio de un clan exiliado que buscaba refugio.
La petición había sido concedida debido a que el campamento se movilizaba más cerca de donde los refugiados estaban. Si bien lo más prudente era haber mandado a los miembros más jóvenes y fuertes del grupo, la protección de la mayoría debía recaer en ellos, y entonces, la misión de rescate fue autoasignada a Jiang Fengmian, su esposa, Madama Yu, la única sobreviviente de sus guardias, dos miembros del clan Lan y el propio Lan Qiren. El grupo debía movilizarse hacia Moling.

Era una simple misión de extracción por lo que la mayoría consideró que no correrían mayor riesgo y que era más apremiante proteger al grupo mayor sabiendo de los cazadores que rondaban la zona, pero quedarse sin sus dos líderes preocupaba a los de Yunmeng, que veía marchar a ambos amos por primera vez en años; y aunque Lan Qiren había tomado el puesto de líder representativo a la muerte de su hermano, el cargo en peso se dividía ya que su sobrino llevaba en sus hombros el rango del liderazgo.

Fuera como fuera, la pérdida de ningún adulto era nimia y el alargamiento de la ausencia había empezado a impactar en el campamento. Tras el encuentro con los cazadores en el bosque en algo que había sido claramente una emboscada, el sentimiento de persecución y alarma se había a la vez aumentado y la tensión con respecto a esperar en la zona también había crecido bastante.

La única razón para no movilizarse había sido facilitar el retorno de los faltantes y ahora el campamento estaba inquieto, las mujeres se veían incluso angustiadas.
—¿Hay alguien herido? ¿Están pidiendo ayuda? — La pregunta fue hecha con tono de curiosidad por Wei Wuxian que, sentado sobre un taburete, ayudaba a un joven a pelar verduras para la comida.
—¿Eres tonto? Aunque no seas entrenado debes saber que las flechas solo pueden ir una cierta distancia aún con poder espiritual—replicó el chico, concentrado en rellenar la pila de cáscaras a la que Wei Wuxian aportaba ávidamente a cambio de la conversación. –Ellos no pudieron mandarla, eso es claro... O estarían lo suficientemente cerca como para ir por ellos o volver al campamento por ayuda de algún modo. No, seguramente fue enviada por uno de los aliados, debió bajar al pueblo y acercarse al puesto de vigilancia para pasar el aviso... Y no sueltes rumores sobre la muerte de alguien así, es mal augurio... — Aliados entonces, ¿cuántos de ellos? ¿De dónde? El chico había dicho que “bajaba al pueblo” así que debía ser algún grupo del norte.

—¿La envió alguien del pueblo entonces? ¿Y si alguien les pregunta cómo supieron de los señores...?
—En serio... ¿Cómo va a ser alguien del pueblo? La gente del pueblo a penas y nos deja comprar en el mercado sin alertar a los cazadores a cambio de algo de protección, y no saben ni siquiera mucho sobre los lugares fuera de Caiyi, ¿no? ¿Cómo van a saber sobre clanes destruidos en el valle? No, seguramente fue alguien de Qin... — otro de los miembros de la cocina le dio un golpe en la cabeza con una larga pala de madera para remover fideos.

El hombre del ríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora