Capítulo 1

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Samuel García

-¡Acelera el maldito auto antes de que nos atrapen! - mi amigo eleva la voz.

Suelto una risa. - Tranquilo, no van a atraparnos.

Un crack hace que suelte un gruñido, como una bala atravesaba el vidrio trasero de mi Ferrari.

-¿Decías? - su tono burlón me fastidia, hace que quiera matarlo, pero recuerdo que es mi amigo y no puedo.

-Cierra tu maldita boca, Nunier. - digo entre dientes, piso el acelerador a fondo y tomo la curva rápida, frenando a la mitad de esta, haciendo que varias camionetas negras que nos seguían chocasen.

Aún así, las motos seguían tras nosotros.

-Suelta una risa. - ¿Te has enojado?

-De verdad, que no se porque me toca venir contigo siempre.-reproche, el celular suena y lo coloco en alta voz.

-¡¿Donde vienes?!- la voz de pánico de mi madre hace que me desconcentre por un momento.

-Paso la curva del Diablo.-contesté.

-¡Maldita sea mataré a tu padre por mandarte por allá!- escucho como suena algo quebrarse, y mire el celular como si fuera mi madre - ¡No quites la mirada del camino!

Su grito me sobresalta. Mal momento para desconcentrarme.

-Madre, no creo que sea momento para decirme que le harás a mi padre, necesito la ubicación para descargar la mercancía antes de que nos asesinen- hable rápidamente, escuché como unas voces se mezclaban y uno que otro forcejeo.

-Ve a la playa, está a dos kilómetros de tu posición doblando a la derecha.- la voz de mi padre se hace presente -El plano del orden se lo estoy enviando a Guzmán.

Mire a mi amigo a mi lado, el cual saca su celular de su bolsillo viendo el plano del orden. 

-¿Quien recibirá esto?

-¿Quién más crees?  - pregunta en tono sarcástico, con algo de - amargura en su voz, suelto una carcajada al saber quien iba - Tu bella madre y la mujer de mi vida .. ¡Aush!  No me pegues. 

Guzmán ríe de ellos. 
-¡Así se hace tía Susan!  Dele duro. 

- ¡Cállate mocoso!  ¿Así quieres a tu tío?
 
- Bueno, bueno, dile a mi mamá que estaremos en cinco minutos allá.

Corte la llamada antes de que se extendiera a más de la cuenta, giro a la derecha rápidamente haciendo sonar las llantas del auto.  Me meto entre algunos autos así, mezclándome entre todos tratando de pasar desapercibido.

- Llegamos.  - dije una vez veo varios tanques de mercancía, listo para enviarse en el barco rumbo a Corea del Sur. 

Freno de golpe, haciendo que Guzmán se queje de mi abrupto movimiento, bajamos y lo escuche maldecir por lo bajo, reí y le arroje las llaves a Polo, la mano derecha de mis padres.

-¡Tú madre te espera en el barco!- dice una vez empiezo a caminar hacia esa dirección.  Llegué al barco, y pase entre los varios guardias para ver a mi madre con una copa de champagne

- Bebé, ¿Cómo estás?  - deja la copa de lado y toma mi rostro entre sus manos mirando que no tenga ningún rasguño o algo por el estilo. 

- Mamá, sueltame.  - me queje, quite sus manos de mis - ya rojas, del dolor - mejillas.

- ¿Trajiste todo?  - su semblante - pasa a uno serio. 

-Si, Dominic no volverá a meterse con nosotros.  - conteste

Adap de Cruzando limites CarmuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora