Alarmas.. ¿Porqué tenían que existir las alarmas?
El castaño se levantó maldiciendo por lo bajo la alarma de Bob esponja que tenía en su celular y apagando la, para después caminar al baño y así empezar su día limpio como un bebé.
Mientras se duchaba recordó lo ocurrido en casa de su pequeño alumno, hacia ya unas semanas, y aunque después de eso siguió yendo y enseñándole, habían cosas que todavía no cuadraban del todo; por ejemplo estaba claro que sordo no era; pero entonces porqué el primer día que se vieron parecía no escucharle.
No lo entendía.
Aunque tampoco entendía su reacción de pánico ante él y mucho menos la cara de horror que puso aquella vez que le tocó el hombro.
Una vez más, no lo entendía.
Había algo extraño, quizás sufrió maltrato doméstico. Pensó en la forma en la que actuaba su madre, la mujer se veía estricta, y por la cantidad de veces que había ido al hogar del muchacho, se notaba que estaba algo ausente, y que era muy probable que lo despreciara un poco a él, pero no pensó que esa mujer podría llegar hasta ese punto con su hijo.
— Quizás estoy pensando demasiado.
Tomo el jabón y empezó a limpiarse, entonces su mente divagó nuevamente al muchacho, aquél día del ataque de pánico, él olía a ropa de bebé.
— ¿Con qué shampoo se lavará JungKook? — movió la cabeza, deshaciendo el pensamiento instantáneamente. — Eso sonó enfermo.
Recordó nuevamente el abrazo y pensó que realmente se sentía tan pequeño en sus brazos. Era tan indefenso ante él, como una pequeña ave.
Sintió el deseo de volver a abrazarlo, como una inquietante necesidad; sintió que sus manos picaban un poco al igual que sus brazos por la idea de volver a abrazarlo. Aunque desde ese día había aprendido a guardar sus distancias con el niño y a no presionarlo demasiado.
— ¡TaeHyung llegarás tarde a las clases! — la voz de su madre hizo que saliera a la velocidad de la luz de su ensoñación y también de la ducha, alistándose en tres minutos.
— ¡Voy!
Salió de la habitación mientras cerraba la camisa y se acomodaba los pantalones con las medias en las manos, llegó a la cocina y se sentó a colocarlos mientras comía como podía un par de tostadas.
— Esa no es la forma correcta de comer — reprochó su madre y él levanto la vista con la tostada en la boca y las migas por todo el rostro.
TaeHyung dándole poca importancia a su madre se levantó de la mesa mientras se sacudía las migas con la mano derecha y corria a la puerta a ponerse los zapatos.
— Vuelvo a la tarde — grito para después dar un portazo.
— Ve con cuidado y ¡no tires las puertas!
***
TaeHyung se encontraba a la mitad de su curso de lenguaje de señas, prestando atención y tomando apuntes. Estaba en su última día de la semana de sus clases.
Recibía el curso desde hacía un año, tres clases por semana, lunes, miércoles y viernes; trece horas al día cada lección. Aunque no parecía y mucha gente lo tomara como una broma, era un curso hecho y derecho, e incluso recibías tu certificado al terminarlo.
Kim TaeHyung estaba completamente feliz de haber tomado el curso y más sabiendo que era un gran aumento para oportunidades laborales de cualquier tipo más adelante. Y es que no solo lo tomaba él, sino que había convencido a su mejor amigo de ir con él.
— Solo seis horas más — susurro mirando el reloj de la pared y siguió en lo suyo, notando que su queridísimo compañero estaba dormido en su mesa al lado de él.
Oh pero que irresponsable era Park JiMin, suspiro y volvió a ver a la clase del profesor, pensando emocionado que al día siguiente sería el día para ir a impartir clases hacia el pequeño Jungkook, pensando en su pequeño rostro y que quizás y solo quizás lograría ver una sonrisa honesta en sus rosados labios, porque ya había notado que tenía dientes de conejito y eso le habia dado mucha ternura. Y es que el pequeño de verdad irradiaba ternura.
Se sorprendió cuando regreso a la realidad gracias al ruido de los asientos y vio que el profesor Kim NamJoon dejaba sus libros en el escritorio y observaba a la clase, despidiéndose así recién el profesor anterior, cerrando la puerta al salir.
Miro a la puerta cerrada un momento. No sé percató el tiempo que había pasado.
— Ay, Dios, me asustó — la voz aguda de su mejor amigo le hizo voltear, notando así que el maestro se encontraba agachado, con los codos en la mesa, observando, y muy cerca a la altura del rostro de Park, y parecía que el recién mencionado fue despertado por el profesor Kim.
— Espero que no se duerma en mi clase, jovencito — mencionó el profesor, acercándose peligrosamente al rostro del más bajo.
JiMin tuvo un mini colapso por la cercanía.
Y TaeHyung solo pudo reír por lo bajo, notando como su mejor amigo colocaba su mano en su pecho para sentir su corazón agitado por el susto, o quizás por algo más.
Sinceramente sus días estaban llenos de diversión.
***
Sábado, todo el mundo amaba los sábados; pero créanme que al joven Kim los sábados se le estaban volviendo incluso más buenos que antes.
Tocó el timbre de la casa y esta vez sí fue recibido por el menor de la familia. JungKook se hizo a un lado para que pase y una vez dentro caminaron al cuarto del dueño de la casa.
Una vez más dejo sus cosas en la cama del menor y empezaron las clases, de rato en rato notaba que el menor se distraía o veía fijamente a un punto en concreto.
— ¿Te aburren las clases? — consulto algo temeroso.
El menor tras un brinquito al oír su voz, nego efusivamente con la cabeza e hizo una pequeña reverencia a modo de disculpas.
— Es que siento que no me prestas atención.
El menor abrió los ojos y luego la boca, soltando sus balbuceos, moviendo las manos de forma graciosa. Para negar la suposición del mayor.
Y es que de verdad el menor había estado distraído esta tarde, pero más que nada, por cierta idea que rondaba su cabeza.
Viéndole a los ojos se armó de valor; lo señaló y luego se señaló a su mismo, tratando de recordar el abecedario que estuvieron practicando escribió con sus manos.
"A"
"M"
"I"
"G"
"O"
"S"
El mayor leyó cada letra hasta juntarlas en su cabeza, armando la palabra y sonrió enormemente.
— ¿Quieres que seamos amigos?
El menor se sonrojo y asintió levemente con la cabeza.
Y TaeHyung no pudo contener su efusividad tirandosele encima para así abrazarlo, después de todo el tiempo que se contuvo.
💟💟💟💟💟💟💟
Por fin terminé de escribir, corregir y arreglar el capitulo dos. Gracias por leer y por su paciencia; prometo que actualizaré más seguido.
No se olviden de votar y dejar su humilde opinión, me encanta leerles.
Tengan un hermoso día, besitos 💜💜
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Let me help you ~ VKOOK/TAEKOOK
Fanfiction¿Qué pasa cuando una persona tímida se retrae tanto en su mundo que al final termina perdiendo el habla? Jeon JungKook es un joven de 18 años que ha estado comunicándose a través de balbuceos desde que es un niño. Kim TaeHyung es un chico de 21 años...