El beso fue tan personal e intenso que todos desviaron la mirada al verse entrometidos en algo tan privado. Incluso Xichen liberó a Yibo quien de inmediato enredó los brazos en el cuello de Xiao y dio un paso atrás.
Aclarando la garganta sin piedad, Cheng los sacó de su burbuja y los regresó al presente. -Wen Qing, Wen Ning, espósenlo. -ordenó.
-Eso no será necesario, general Cheng -dijo Cang Se recuperándose de todo lo que había presenciado – Xiao no está poniendo resistencia alguna.
-Lo sé y me disculpo por eso, pero me temo que será necesario por la tranquilidad de los demás.
Yibo se mordía la lengua para no hablar, aunque la situación lo estaba matando por dentro. Sabía que si se descontrolaba un poco agarraría a Xiao y escaparía con él sin importarle nada más. No era lo más razonable de hacer, es por eso que se concentraba en no romper su silencio.
Xiao abrazó a Yanli que tenía los ojos llenos de lágrimas. Al separarse Xichen se acercó a ella ofreciéndole apoyo, este detalle sorprendió a Xiao en lo profundo de su mente. Después se giró hacia su madre quien de nuevo lo abrazó con demasiada fuerza.
Xiao por fin caía en la cuenta de su situación al mirar el rostro de su madre y su hermana: apenas había regresado a ellas hacía unas cuantas horas y de nuevo tenía que dejarlas. La situación lo estaba empezando a rebasar.
Cang Se no liberaba a Xiao, aún sujetándolo por los hombros le habló en voz baja evitando el escrutinio de Cheng.
-48 horas, Xiao. Después de eso iremos por ti – Sentenció dando un ultimátum, como si ella no estuviera de acuerdo con su decisión.
A Xiao le impresionó aún más que Cang Se concordara y repitiera lo que había dicho Yibo. Algo se derritió en su interior pues era una clara aceptación de la relación que mantenía con él.
Ofreciendo sus manos a Wen Qing permitió que le pusiera unas esposas demasiado pesadas y siguió obedientemene a Cheng.
En la entrada no había un automóvil oficial como había esperado, si no una camioneta blindada, donde llevaban a los presos peligrosos. Xiao trató de mantener su decisión pues estaba empezando a sospechar que no había sido tan buena idea y subió a la camioneta. Wen Qing y Wen Ning se sentaron flanqueándolo, Cheng se acomodó frente a él. Otra persona manejaba el vehículo.
- ¿Qué tan malo es? – preguntó Xiao a Cheng quien lo miraba con obvio resentimiento.
- ¿Por qué no me lo dijiste? – le reclamó sin evitar controlarse.
- ¿Para qué?, ¿de qué hubiera servido? No hubiera cambiado nada. - contestó Xiao bajando la mirada.
- ¿Es la primera vez que haces algo así? – preguntó Cheng con tono amargado.
-Claro que sí.
- ¿Ahora estás siendo sincero conmigo?
Xiao le contó lo que había pasado en el techo del hotel y los días después de estar con Xue Yang.
- ¿Cuándo descubriste que eras un nigromante?
A Xiao le dolió el uso de esa palabra para su persona y con malestar contestó -Cuando tenía 6 años. Después de caer del árbol al que me trepé cuando tu tonto perro me atacó.
-En verdad moriste ese día – recordó Cheng al rememorar el incidente. Él mismo lo había visto caer, el golpe que se había dado y la sangre que había emanado de su cabeza, se había asustado tanto al verlo ahí tirado que estuvo seguro de verlo muerto, más sin embargo un día después estaba Xiao de nuevo jugando con él sin rastro de herida.
-Sí. - dijo Xiao aún con escalofríos al recordar al enorme perro de Cheng yendo tras él. Fengmian obligó a Cheng a deshacerse del perro.
-¿Qué tan malo es? – repitió Xiao para hacerse una idea de lo que le esperaba.
-Asignaron tu caso a la oficina de mi padre– informó Cheng. Algo de su molestia se había calmado.
Xiao se sintió un poco más tranquilo. Confiaba en Fengmian y al estar él a cargo facilitaría las cosas pues no dudaba que le brindaría su apoyo.
-Tienes que encontrar a Xue Yang y Guanyao. Ellos planearon todo, sospecho junto con la familia Jin.
-Haré todo lo que pueda. Confiemos en que al final no has asesinado a alguien de forma permanente. Kim y Yizhuan pueden ser tu mejor as – añadió Cheng con claras intenciones de ser cruel.
El auto se detuvo. Se escuchaba un gran alboroto fuera de la camioneta, primero bajó Cheng seguido de Xiao y los hermanos Wen quienes, por mero formalismo, sacaron sus armas y apuntaban a Xiao.
Lo que vio Xiao al bajar le disparó los nervios. Un numeroso grupo lo esperaba con trajes de contención como si él mismo fuera un virus y los trajes los mantuvieran a salvo. Un poco más lejos y separados por unos oficiales se amontonaban varios reporteros y cámaras de vídeo tratando de obtener una buena imagen del nigromante.
El grupo en traje lo rodeo y pudo ver a lo lejos una... ¿camilla con correas? Eso le dio una muy mala espina.
-Padre, ¿qué es todo eso? – preguntó Cheng al ver a Fengmian que también había ido a recibirlos -Xiao no es una amenaza.
Entonces Xiao sintió un pinchazo en su cuello y todo se volvió negro.
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No Imaginaba (En edición)
FanfictionYibo y Xiao tienen un encuentro accidentado, un comentario y mirada subida de tono desencadena una serie de eventos arrastrándolos a una conspiración que intenta afectar a ambas familias, los Zhan y los Lan. La atracción entre ambos origina un resul...