Preparación. Parte 2.

288 66 0
                                    

- ¿Cómo se supone que haré esto? - preguntó Xiao en voz alta sumamente frustrado. No sabía ni por dónde empezar con lo que quería hacer.

- ¿Cómo regresas un espíritu a su cuerpo? - contestó Xue Yang con paciencia. - A mi parecer es hacer lo mismo, pero de manera inversa.

- ¿Cómo se supone que voy a practicar?, no podemos agarrar a alguien de conejillo de indias -siguió quejándose. Se sentía molesto porque no había podido comunicarse con su hermana. Cada vez que lo intentaba Xue Yang lo detenía alegando que podrían estar vigiladas las comunicaciones y eso sólo expondría a su familia y a ellos mismos.

- ¿Puedo conseguir un gato para practicar? -dijo rápidamente.

Xiao lo tomó como una broma y la sonrisa se le quedó congelada cuando vio determinación en la cara de Xue Yang, casi se había levantado para buscar uno.

-Es una broma, ¿cierto? -preguntó dudando de la respuesta.

Xue Yang se vio primero confundido, pero recompuso su expresión rápidamente y comenzó a reírse. -Claro que sí, era una broma. - Xiao no vio sinceridad en su respuesta.

Si se trataba de hacerlo de manera inversa, entonces Xiao tuvo idea de por dónde comenzar. Cuando trataba de regresar a alguien a su cuerpo siempre empezaba por tratar de sentir el espíritu del sujeto, localizarlo y de algún modo conectarse con él para ordenarle regresar. No era como si lo pudiera ver, era más sentirlo. Similar a cuando alguien se para muy cerca de ti y sin mirarlo siquiera sientes la presencia de ese alguien a tu lado.

Era algo muy rudimentario, pero no tenía otro punto de partida.

Se sentó en posición de loto y le pidió a Xue Yang quedarse muy quieto. Si podía sentir el espíritu flotando a alrededor de un cuerpo sin vida tendría que ser más fácil ubicarlo dentro del cuerpo de una persona, no necesitaba buscar sino sentirlo dentro de su caparazón.

Pasó una hora sin que nada cambiara. Xiao seguía concentrado en su tarea y Xue Yang no era de los que podían quedarse quietos por mucho tiempo. Era un record personal el no moverse de la silla y después de tanto tiempo ya le dolía la espalda. Al principio había concentrado su atención en el rostro de Xiao, pues creyó que lo que intentaba hacer daría resultados inmediatos. Pasados unos minutos no había cambio en la expresión de ese rostro.

El clima era húmedo, tanto que lo había dejado un tanto aletargado por un momento. Cerró los ojos dejándose llevar por el sueño. Al regresar en sí Xiao seguía en la misma posición, por un momento creyó que también dormía, pero gotas de sudor perlaban su frente por el esfuerzo que estaba haciendo. Se sintió frustrado. Creyó que Xiao sería capaz de hacer cualquier cosa más rápido. Si el proceso de aprendizaje tomaba varios días podría arruinar su plan. Cuanto más tiempo pasara más había el peligro de que alguien los encontrara o de poder ocultar la verdad a Xiao.

- ¡Estoy harto! - dijo levantándose de su asiento olvidando por un momento su máscara de bondad que había adoptado frente a Xiao. - Voy por comida. -y salió de la habitación pensando en un plan de respaldo dado que tal vez las cosas no saldrían como había esperado.

Por fin Xiao respiró y abrió los ojos.

-De acuerdo.

Se dejó caer en el piso para relajar su espalda. Tenía el rostro lleno de confianza. Había logrado sentir el espíritu de Xue Yang en pocos minutos, pero no quería establecer una conexión directa con él por temor a cometer algún error y arrebatarle la vida en un descuido. En vez de eso trató de llevar más allá su potencial y concentrándose en las voces de la avenida que entraban por la ventana intentó percibir los espíritus que estaban más lejos.

Aún tenía que pensar en cómo iba a practicar para conectarse con los espíritus y obligarlos a abandonar el cuerpo que los rodeaba. No descifraba la forma de hacerlo sin tener que robarle la vida a quién quiera que fuera. No con el único propósito de practicar, era sumamente egoísta y... malvado.

Para cuando terminaron de comer la noche ya había caído. Con el esfuerzo que había hecho, desde volver a la vida hasta practicar sus habilidades, Xiao se sentía agotado. Acordaron que él tomaría la cama y Xue Yang se acomodaría en el sofá. Xiao se sentía culpable así que lo acomodó con más sábanas y la almohada para hacerlo más confortable. A Xue Yang lo tomó desprevenido aquella acción. Nunca antes alguien se había preocupado porque durmiera bien o cómodo. Lo cierto es que Xiao era una persona sumamente amable y considerada.

Aquel día Xue Yang se sintió más procurado por alguien que en toda su vida. Pequeños detalles que Xiao hacía como llenarle su vaso con agua cada vez que él la bebía, servirle de los platillos que aún no había probado o acercarle las cosas que se encontraban un poco lejos de él lo hacían sentirse apreciado como nunca lo había sido. Al encontrase recostado en el sofá se percató de que en verdad había disfrutado de la compañía de Xiao. Podía acostumbrarse a eso por el resto de su vida. Siempre había estado sólo, no disfrutaba mucho de la presencia de otros, pero éste nuevo compañero era agradable tenerlo cerca.

No Imaginaba (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora