Capitulo 5

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El verano paso bastante rápido, compramos cosas para decorar la casa, pintamos las paredes de colores alegres y adoptamos un perro pitbull al que llamamos Klaus.

Ya faltaban pocas semanas para que empezaran las clases así que compramos todos los útiles que podría necesitar.

Yo estaba bastante nerviosa, iba a comenzar la secundaria en un lugar nuevo, realmente esperaba que todo fuera bien.

Ya nos habíamos familiarizado con el vecindario, la mayoría las casas estaban ocupadas por adultos mayores así que era todo bastante tranquilo.

El primer martes de marzo mama tenía su día libre así que fuimos a ver el colegio donde iba a estudiar, además tenía que aprenderme el camino ya que mama estaría trabajando para cuando yo fuera a clase.

Quedaba a unos veinte minutos caminando de la casa así que aprovechamos para hacer ejercicio.

-¿Cómo está yendo tu trabajo ma?-Le pregunte mientras caminábamos.

-Bien cariño, en estos dos meses aprendí lo suficiente y ya no me es difícil atender a los clientes.-Me contesto.- Además me eh hecho bastante amiga de la asistente de mi jefe, Leila Goffman, tiene un hijo de trece años y está inscripto en el mismo colegio que tu, podrían hacerse amigos.

Cuando nos mudamos mama había conseguido un puesto como secretaria en una empresa de construcciones. Debía atender a mucha gente por día y venia realmente cansada ya que ese puesto era nuevo para ella.

-Me alegro, cuando comiencen las clases lo buscare y veré si tenemos algo en común.-Le dije mientras cruzábamos la calle y llegábamos a la puerta del colegio.

Me había aprendido el camino así que me sería fácil ubicarme la semana siguiente.

Cuando entramos fuimos a la dirección y nos dieron un recorrido para orientarme donde tomaría las clases y los horarios.

Luego volvimos a la casa y preparamos el almuerzo.

-¿Supiste algo sobre papa?-Le pregunte a mi madre, yo no hablaba con él desde que nos habíamos ido.

-No, la verdad es que bloquee su número y tampoco sabe donde vivimos ahora así que espero que nos deje tranquilas.-Me contesto mientras ponía los platos en la mesa.-Deja de pensar en esas cosas cielo, ya están en el pasado.

-Sí, tienes razón, no vale la pena.- Servimos la comida y pusimos un programa de televisión.

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Una semana después, exactamente el lunes a las siete de la mañana sonaba mi alarma, debía ir al primer día de colegio.

-¡Cariño levántate que no te dará el tiempo!-Grito mi madre desde la planta baja.-Me voy al trabajo, te amo, cuídate.-Se despidió.

-Te amo, nos vemos luego mama.-Le conteste mientras salía de la cama.

Me fui a duchar para sacarme todo el sueño que quedaba y empezar fresca el día.

Cuando salí me vestí con unos jeans, una remera negra y baje a desayunar.

Me prepare unas tostadas con mermelada y el café lo puse en una tasa para llevar en el camino.

Cuando termine fui por mi bolso, el café, las llaves y salí.

Ya eran las siete y media así que me sobraba unos minutos por lo que fui disfrutando del aire mañanero.

Me faltaba una calle antes de llegar cuando empecé a ver a otros alumnos dirigiéndose al colegio.

La primera clase que me toco fue literatura, era una profesora un poco joven así que supuse que su clase seria más entretenida y con una dinámica interesante.

Luego tuve matemática y arte, antes de la próxima clase tuvimos un receso para comer así que me dirigí al comedor, tome una bandeja y me puse en la fila.

Cuando pague mi comida busque una mesa libre y encontré una cerca de la puerta, deje mi bandeja en la mesa y coloque mi bolso en la silla de al lado.

Le mande un mensaje a mi madre para contarle como iba mi día a lo que respondió deseándome suerte.

Justo cuando estaba por tomar un pedazo de mi pizza alguien se sentó enfrente mío.

-Colorada, ojos verdes y sola, por favor dime que eres Abigail y no estoy acosando a una extraña.-Fue lo primero que dijo.

Era un chico más o menos de mi edad aunque bastante alto, con el cabello castaño, los ojos verdes con vetas marrones y el cabello como si lo hubiera revuelto hace poco.

-Sí, mi nombre es Abigail Wilson, te conozco?-Le pregunte, era bastante confiado como para sentarse y parlotear de esa manera con una extraña.

-Mi madre, Laila, es amiga de la tuya, soy Dylan Goffman.-Me contesto estirando su mano hacia mí.

Sacudí la suya y le regale una pequeña sonrisa, la cual me devolvió más grande.

Estuvimos hablando de varias cosas mientras almorzábamos, cuando sonó el timbre que indicaba la vuelta a las clases, tiramos nuestra basura al tacho y cada uno fue a su clase con la promesa de encontrarnos en la entrada al día siguiente.

Había tenido buenas clases y además había conocido lo que parecía mi primer amigo, esperaba que los próximos días fueran tan buenos como este.


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Cuando llegue a casa eran las dos de la tarde así que acomode las cosas del colegio, hice la tarea que me quedaba y jugué con Klaus hasta que mama llego.

Mientras cenábamos le conté como había conocido al hijo de su amiga y se alegro de que conseguí un amigo y me habían gustado las clases del día.

Esa noche me acosté con un sonrisa deseando que las cosas siguieras así de bien.

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⏰ Última actualización: Aug 03, 2020 ⏰

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