Un nuevo comienzo

Capítulo~3 - El búnker

Oh, por Dios!! Que está pasando aquí. Toda mi vida era normal y de un momento para otro... ¡BAM

! Literalmente... Acaso no se les podía ocurrir otro momento para hacer un atentado. Mi día iba de lo más bien. Miraba televisión, observaba el vecindario, esperaba a Mar... Un minuto. ¡Martin! ¿Que habrá sido de el?, ¿Estará bien?, Acaso estará muer... No lo creo. Esperemos que no. BUUUMMM. Se oían estruendos. El suelo temblaba. Pero no eran sismos. ¡Claro! El atentado sigue. Pensé. Pero que más podría pasar mas que eso.

Salí de mi mundo mental asustado por un grito de mi Madre.

-¡Heey!, llamando Akim a tierra.-Decía ella-

-¿Que sucede? -Pregunté confundido-

-¿Estas bien? Estas algo tenso luego de ver la noticia. Se que es algo terrible. Pero estamos a salvo aquí. Quédate tranquilo. Sin preocupaciones.

-Sin preocupaciones? ¿Que hay de nuestra familia? Mis amigos? ¿Martin? !Está viajando hacia aquí!

¿Tu crees que este lugar es seguro?

¿Y que tal si ya estaba llegando?

¿Y si los atentados le afectaron?

-Grité sin control-

-¡Ya callate! ¿quieres?- Exclamó ella- Lo averiguaremos cuando salgamos de aquí. Por el momento tranquilizate y ve a armar tu cama mientras yo voy por algo para cenar.

Me fui caminando lentamente hacia la habitación dormitorio. Mi mente estaba llena de preguntas y dilemas. En verdad me aterraba lo que ocurría. Llegue a la puerta, la abrí y observe las camas y mentalmente me imaginaba en donde podría dormir. En cual de todas. Finalmente me decidí por una contra una pared. La cama del medio. Tomé la ropa de cama y empecé a armarla. Una sabana por aquí, una frazada por allá. Me recosté sobre el cómodo colchón hacia arriba y me puse a pensar. ¿Ahora que? ¿Que será de todo lo que hay fuera del búnker? Será que los vecinos aún viven?

-Akim, ven a cenar, preparé algo sencillo.-Escuché a lo lejos-

-¡Enseguida voy mamá!-Grité esperando que me escuchara.

Me levante rápido de la cama, de apurado me golpeé la cabeza contra el caño de la cama. Quedé algo mareado pero finalmente logré pararme bien y tomar camino hacia la sala principal.

Allí se encontraba mi Madre sentada junto a una mesa de caoba con unos platos de cerámica y un bowl que tenía una mezcla de legumbres y algo de mayonesa. Me senté.

-Esta no es una cena tradicional-Le espeté.

-Oh, pues claro que no!-Exclamó ella- todo esto esta echo a base de alimentos enlatados. No se puede enlatar una cena gourmet.

-Ok, ok. Gracias por preparar ésto mamá-Le dije con cariño.

-De nada mi amor, todo por mi pequeño sobreviviente.

Se sintió nuevamente un temblor. ¿Que tanto más destituirán estos terroristas? Pensaba mientras tragaba los garbanzos y lentejas. En verdad estaban deliciosos.

Termine de cenar y saludé a mi madre. Me encamine hacia el baño. A pesar de ser un búnker tenía un lindo baño. Cerámica en las paredes, todo blanco, elegante y reluciente. Me acerqué a el lavatorio abrí el agua. Mañana iré a investigar, pensaba mientras tomaba el agua fría con las manos y me la esparcía por la cara. Tomé la toalla, me sequé el rostro y me lavé los dientes. Salí del baño y me dirigí a la cama.

Una vez allí me acosté pensando en la cantidad de cosas que hacer al día siguiente. Mañana será un nuevo día, pensé. Y me dormí.