Escritos.

Off

Incontables veces te toca caminar con miedo, inseguridad y terror, sea tarde o noche, sea un lugar céntrico o aislado. Incontables pensamientos cruzan por tu mente, desde "puedo usar ese palo", "voy a mandar lo ubicación", "ese auto me está siguiendo", hasta "sólo falta una cuadra", pero muchas veces esos pensamientos quedan cortados de forma abrupta. Llega el momento en donde, no podemos llegar a pensar con claridad, sólo sentimos el empujón, intentas gritar pero no te lo permite una mano desconocida, que violentamente te arrastra hasta algún lugar que ya no conoces, te desgarra la ropa, y tu mente intenta procesar todo, intenta buscar una salida, intentas moverte pero el cuerpo que te a aprisionado no te deja. Intentas gritar y la mano de ese ser despreciable te tapa la boca, y ahí es cuando lo comprendes, no va a ver una salida. No podrás mandar "ya llegué, estoy bien", no podrás decir "te amo", ni podrás cumplir todos esos sueños que tenías por delante, ni todas esas metas que tenías para tu futuro, ni convertirte en lo que más querías, como tampoco podrás darle un último abrazo a ese ser que tanto amabas con toda tu existencia. Tristemente, comprendes que no lograras disfrutar de otra tarde de primavera en donde el viento chocaba con tu rostro y lo último que te ofrece este mundo es esa respiración nauseabunda que da tu atacante cerca de ti para finalmente, luego de lo que parece una eternidad perderás el conocimiento y lo único que puedes sentir es el indescriptible dolor físico, la sangre que escurre de tu cuerpo y el frío de la tierra húmeda que poco a poco te consume.