ʟᴏᴠᴇ ᴍᴇ ♡ [ꜱᴇᴏɴɢꜱᴀɴɢ]

ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 4

Yeosang por la tarde, tras su descanso y unas horas más de clase incluyendo danza, llegó agotado a su departamento solo con ganas de tirarse en la cama y hacerse un ovillo. A pesar de ser un buen día relativamente, ya que no le había sucedido algo por lo que sentirse mal, por alguna razón se sentía desanimado. Como si fuese solo una persona más existiendo, alguien que nunca sería importante para nadie. Tenía a Wooyoung, él siempre le había dicho lo mucho que lo quiere, pero sabía que lo que deseaba en el fondo era conocer algo más íntimo que una bella y brillante amistad. Entendía que una amistad así de profunda también significaba intimidad, Wooyoung lo conocía más que nadie y dudaba que alguien pudiese conocerlo más, es solo que Yeosang deseaba sentir también otro tipo de afecto e intimidad. Había dejado de darle vueltas a eso hace mucho tiempo, sabía que enamorarse no era bueno para él así que prefirió centrarse en sus estudios y con el baile logró por fin sentir emoción por algo sin más dolor, al menos no para el corazón. Pero las palabras de Wooyoung acerca de que no es capaz de buscar a nadie y su sorpresa al descubrir que realmente nadie le muestre esa clase de interés, a pesar de ser sin malas intenciones, lograron invadir sus pensamientos de nuevo, haciéndole sentir insuficiente.

¿Qué de malo había en él? a pesar de no ir hablándole a todo mundo siempre se mostraba amable, según palabras de su mejor amigo era dulce y encantador, y también muy apuesto concordando también con esto Jongho y Hongjoong, diciendo ellos también que es como un cachorrito al que deben cuidar y dar mucho afecto, según palabras de sus profesores y compañeros era alguien muy inteligente y con potencial para lo que él quisiera, según palabras de su profesor de baile era persistente, dedicado y con un aura angelical.

No entendía porque a pesar de las cosas buenas que veían en él, es como si hubiera algo mal, algo que hace verlo como una cosa bonita que se mira de lejos y no como alguien que al igual que cualquiera, también puede dar y recibir afecto, alguien que también quiere un abrazo, una caricia o un beso.

No seas idiota. ¿Quién va a querer algo así contigo? Se regañó a sí mismo en pensamientos.

Eso solo es para las personas hermosas. Wooyoung ha dicho que soy apuesto, sé que él no me mentiría pero, creo que es lo único que pongo en duda de todas las cosas que ha dicho.

Pero también dicen que lo que cuenta es la personalidad, y si tantas cosas buenas me han dicho, ¿Serán esas cosas una mentira? Porque no soy una mala persona como para que mi personalidad sea repulsiva ¿O dicen que la personalidad es lo que importa para reconfortar a quien no tiene la suerte de la belleza?

Es solamente para las personas brillantes e interesantes, aquellas que por donde van resplandecen con su personalidad y carisma, ¿Qué carisma puede tener un tonto tímido que ni siquiera sabe iniciar una conversación?

Podría culpar a eso, a ser tímido, pero no puede ser eso, hay personas que no buscan a nadie y al contrario, todo mundo va a ellos sin que muevan un dedo, ¿Qué es lo que hay de malo en mí?

Hundido en esos pensamientos y sollozando se quedó dormido hasta que, pasando la una de la madrugada, despertó con un retortijón en el estómago. Recordó que ni siquiera había comido y tras recomponerse se dirigió de inmediato a la cocina.

La noche siempre le parecía extraña debido al silencio extremo, interrumpido en ocasiones por los autos que seguían circulando a esas horas, y a pesar de que le costó trabajo acostumbrarse a vivir solo, aún en ocasiones sentía temor, por lo que para salir de la habitación se colocó los auriculares y su playlist en aleatorio para no lidiar con el incómodo silencio.

Sabía que no era muy buena idea comer a esas horas pero no lo hacía desde su hora de descanso y su estómago rogaba ser alimentado, por lo que para calmarlo preparó un poco de leche con chocolate y comió un pan bastante ligero.