puzzle piece ; minsung ✔️

FINAL

- Adelante, pasa. - el castaño hizo caso a las palabras del australiano, y entró en aquella casa que, hacia ya un mes, había abandonado en esa pelea que había dañado tanto a la pareja. Tomó asiento en el gran sofá del salón y el mayor hizo el mismo gesto.

Minho intentaba ocultar su nerviosismo, pero le era imposible. Chris lo había citado en su casa, diciendo que necesitaba hablar con él sobre algo importante.

- Minho... Necesitamos hablar seriamente sobre lo que está pasando contigo. - el menor lo miró, nervioso.

- ¿Exactamente de qué quieres hablar?

- Min, sé todo lo que está sucediendo. - sintió cómo su cuerpo se congelaba, y no era capaz de emitir ni una sola palabra.

- Chris, yo... - el mayor llevó uno de sus dedos a los labios del contrario, señal de que dejara de hablar.

- Min, no debes de decirme nada. Sé todo, desde un principio. - el mayor suspiró. - Sé que Jisung gustaba de ti, Minho.

- ¿Qué...? - el menor cubrió su boca con ambas manos, sin creer aquello, mientras las lágrimas amenazaban con salir. - No puede ser...

- Minho, si hay algo de lo que estoy seguro de mi mismo, es de que soy una persona que se da cuenta de todo lo que sucede. Y Jisung era bastante obvio... - Chris volvió a suspirar, y miró a Minho a los ojos. El menor notó el rostro de su novio triste. - Sobretodo cuando ambos anunciamos nuestra relación. Nunca lo vi así, tan... triste. Jisung no es una persona que pase los días triste, él casi siempre está feliz, sonríe siempre, y alegra el ambiente con su risa.

A cada palabra que decía, Minho se sentía peor, y las lágrimas habían comenzado a salir solas. No podía creer las palabras del mayor, no era capaz. Jisung había gustado de él, igual que él gustó de Jisung al mismo tiempo, pero ambos lo guardaron para no romper aquella amistad, consiguiendo lo contrario.

- También notaba como Hyunjin miraba a Jisung. - prosiguió. - Se notaba que algo sucedía con él y, tiempo después, ambos comenzaron a salir. Jisung se veía feliz de nuevo. Pero tú... - hizo un parón, quedando ambos en silencio. Se aclaró la garganta, y Minho sabía que lo hacía para no llorar. - Tú te veías mal. Desde que ambos comenzaron a estar juntos, te veías más triste, y no era difícil adivinar el porqué. Por eso estaba tan enfadado la otra vez.

- Chris...

- Minho... ¿Te gusta Jisung, verdad?

La sala quedó en un silencio sepulcral. Minho no podía hablar. No podía. No quería contestar aquella pregunta, y romper el corazón del contrario.

- Minho, respondeme, por favor.

- Si, si me gusta Jisung, pero Chris, no sabes lo horrible que me siento. - el menor cubrió su rostro con sus manos, mientras dejaba salir aquellas lágrimas que lo habían ahogado durante todo este tiempo. - Todo es mi culpa, yo hice que Jisung estuviera mal... Me gustaba, me gustaba mucho, pero no quería romper nuestra amistad. Comencé a estar contigo, me sentía tan bien, que creí que lo mejor sería intentar pasar página con él, pero solo me alejé, y le hice sentir mal... - sintió como unos brazos lo rodeaban, y dejaban pequeñas caricias en su espalda. - El día que discutimos, los vi... Vi a Hyunjin y a Jisung, y en ese momento me di cuenta de que nunca había pasado de página, que nunca había podido olvidar todos esos sentimientos, y que seguía queriendo a Jisung. Pero tenía miedo, miedo a hacerte daño a ti, por lo que me guardé todo, y acabé mal yo...

- Minho... - Chris se sentía dolido por todo lo que había escuchado. Pero, sobretodo, se sentía destrozado por conocer todo lo que había sentido el pequeño este tiempo. - Escúchame, todo está bien. Si te reuní aquí, fue para poder hablar contigo sobre esto.

- Chris, en serio, lo siento muchísimo, soy una persona horrible... - lo abrazó, mientras lloraba con más fuerza. El rubio, que aún seguía abrazandolo, siguió acariciando su espalda.

- Min, no eres horrible. Lo que sucede, es que el amor es algo doloroso. La mayoría de veces acabamos enamorados de aquellas personas que nos rodean y, por miedo a ser rechazados, o cambiar las cosas, lo ocultamos. Nosotros no decidimos de quién nos enamoramos, tampoco ellos. Ser correspondido es algo tan difícil, como encontrar una aguja en un pajar, a veces parece casi imposible. Pero no imposible. - se separó del menor, y sonrió, despeinando su cabello. - Entiendo como te sentiste, y sé que tu propósito no era hacer mal a nadie, sino ser feliz, amado, y querido por alguien. Yo lo intenté, lo conseguí, pero, igual que ser correspondido es difícil, también es fácil dejar de amar a alguien. - Acto seguido, dejó un pequeño beso en la frente del menor, que lo miraba, con sus ojos rojos, a causa de las lágrimas. - Ahora Jisung tiene a alguien a su lado, pero eso no significa que ambos no puedan volver a ser aquellos amigos que eran.

- ¿Qué debo hacer...?

- Hablar con él de nuevo, como hacíais antes. Sé que Jisung también lo está pasando mal, y ambos queréis volver a ser los amigos que erais antes. Aunque ya es tarde para ser correspondido, nunca es tarde para volver a ser amigos.

El menor le dedicó una sonrisa al mayor, y lo abrazó fuerte. - Chris, en serio, muchas gracias por entenderme. Deseaba contarte todo esto, pero no encontraba las palabras para hacerlo... Yo... - no pudo continuar, ya que su teléfono comenzó a sonar. Su corazón dejó de palpitar al leer el nombre de "Jisung" en la pantalla. - Es él.

- ¿Y a qué esperas para contestar? - el castaño aceptó la llamada, mientras limpiaba sus lágrimas.

- Hola Jisung... ¿Sucede algo?. - la sala quedó en silencio, solo se escuchaba la pequeña voz del rubio que sonaba desde la otra línea. - Está bien, voy para allá. No tardo. Nos vemos ahora. - colgó y guardó el teléfono en su bolsillo, levantándose del sofá. - Jisung me ha dicho que tenía que verme, quiere hablar conmigo.

- Seguramente quiera hablar de lo mismo que tú, debes ir ya, no pierdas el tiempo. - el menor asintió y, antes de marcharse, se acercó al australiano, y lo abrazó con fuerza, siendo correspondido.

- Muchas gracias Chris, en serio.

- No me agradezcas nada. Vete ya, pronto pasará un autobús por aquí cerca, puedes tomarlo para llegar más rápido.

Asintió, y salió de la casa del mayor, rumbo a la parada del autobús.

Se encontraba bastante nervioso, sin embargo, tenía tantas ganas de llegar y poder decirle que lo echa de meno. Seguramente Jisung lo había citado para lo mismo, o quizás se equivocaba. Fuera lo que fuera, el castaño le contaría sobre ello, y le pediría volver a empezar aquella amistad de nuevo. Aunque la palabra amistad le dolía, le tocaba afrontarla. Sus errores ahora le habían costado caro, pero no era su culpa, él nunca fue consciente de que el menor podría haber correspondido sus sentimientos. La idea de que Jisung y él podrían haber llegado a salir, le dolía mucho, pero tampoco se arrepentía de haber salido con Chris. Mentiría si dijera que nunca estuvo enamorado de él, porque el australiano fue una gran persona con él y Minho lo quería muchísimo, pero su destino no era estar juntos, ya que, en el corazón del menor, ya había alguien que había robado una parte de él. Jisung poseía aquella pieza que faltaba para completar ese corazón que se encontraba vacío e incompleto, que había sido armado por alguien, pero ahora volvía a destruirse. Pero el contrario ya tenía su corazón completo.

Llegó a la parada y, minutos después, el autobús llegó, tal y como Chris le había dicho. Tomó asiendo en la parte trasera, agarró sus auriculares, y colocó su Playlist favorita. Necesitaba desconectar un poco y relajarse antes de ver a Jisung. No podía dejar de pensar en las palabras que utilizaría, que le diría, y como reaccionaría al verlo. Se encontraba bastante nervioso, y debería de tener cuidado con sus palabras para no meter la pata.

Miró por la ventana, intentando concentrarse en la música para calmarse, cuando recibió un mensaje de Jisung.

"¿Cuándo vas a llegar?" preguntaba el menor.

Minho comenzó a escribir en su teléfono, cuando, de repente, el autobús hizo un giro bastante brusco hacia la derecha, haciendo que el chico se moviera al mismo lado, golpeando su cabeza contra la ventana en un fuerte golpe.

Y ahí, todo se volvió negro.