Capítulo 21

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Elijo sangrar a extrañar lo que nunca tuve. Me planté en el altar de mis ilusiones mientras nuestros únicos recuerdos buenos solo pertenecen a mi imaginación. Te rompí el corazón, y ahora me descalzo para correr sobre el suelo que derramaste de cristales.
Así que, sangro. Sangro para calmar el recuerdo de tu voz en mi torpe cabeza. Sangro para que tu alma abandone mi mente. Pero mis manos tiemblan con el arma entre ellas. Tiemblan como tú lo hacías en un ayer. Y dejo escapar mis penas por los ojos mientras que mis orejas derraman vino tinto. Te extraño. Te extraño tanto. Sin embargo, mientras tu corazón esté roto...No tengo razón para dejar de sangrar.

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El dolor era tan fuerte que se podía oler a lo lejos. Ya poco se podía hacer, lo peor había pasado. Pero el oscuro nubarrón no era nada más y nada mismo que el propio Bryan. Sí, Bryan. No Hoodie, ni aquel encapuchado de color amarillo. Solo bryan.

Masky se había rendido. En realidad, todos lo habían hecho hace mucho tiempo. Pero Bryan fue el único con huevos de amar de nuevo. No obstante, aquel acto de valentía acabó con un corazón roto, un cadáver, una familia destrozada y el famoso "te lo dije" de todos sus compañeros. Sí, se lo advirtieron. Porque mientras que ________ era ciega, Bryan era sordo. La única diferencia, es que ahora lo era literalmente. Los dos disparos tan cercanos a sus oídos le reventaron todo el canal auditivo. Se odiaba tanto y odiaba tanto el recuerdo de que ella...Que la locura lo llevó al extremo. Apesar de que sus orejas estuvieran sangrando y sus manos estuvieran ardiendo por sujetar con tanta fuerza la pala, había algo que realmente lo estaba matando: su corazón.
Realmente la amaba, pero no sabía amar y aquello provocó que aquella rosa se inundara de espinas. Él sabía que no era todo lo que había hecho...Sin embargo, la realidad era que sí era todas esas cosas que le habían convertido.

Ahora, sordo y con el corazón roto, se limitaba a cavar una tumba que parecía no tener final.
Masky se acercó con lentitud, flexionando sus rodillas para caer en el interior del agujero. La vibración llamó la atención de Bryan, quién se giró con la mirada perdida en la nostalgia. Su mejor amigo le extendió la mano, la cual portaba una elegante carta. Tras haberle entregado aquello, Masky huyó de aquel sitio mientras se transformaba en una forma plateada entre la niebla.

Bryan comenzó a sollozar con fuerza, acariciando el sobre como si se tratara de la piel de quién era su amada. Su corazón latía a mil por hora. Sin embargo, aquella carta solo le haría entender que su cuerpo era el único que estaba muerto.

Su alma seguía viva. Solo que el odio era lo único que la había terminado de despertar.





Como romperle el corazón a un muerto. (Hoodie y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora