Capítulo 11 : 1° parte

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Conociendo a Hoodie.

Los desgarradores llantos de una mujer se escuchaban por todo el solar familiar. Aquella dama se encontraba en su habitación , con una foto de una pareja entre sus manos. Las lágrimas caían sobre el cristal del marco, ocultando de esta manera los rostros de unos enamorados. Ella no quería que las cosas fueran de esta manera , ella antes deseaba lo mejor para su familia.

La puerta se abrió lentamente , ocasionando un pequeño estruendo que alertó a aquella mujer para limpiar sus lágrimas. Giró su cabeza y ahí estaba él. Su hijo. Su pequeño hijo.

----¿Es mi culpa que papá se haya ido?

Cuestionó el menor mientras se aferraba a su muñeco de trapo. Su madre era demasiado hermosa , tenía el cabello rubio ceniza , unos ojos castaños y unas mejillas rosadas...Su padre no debió irse debido al físico de su madre , pues su aspecto se podría comparar con los ángeles. No obstante , su madre no quiso decirle la razón por la cual él huyó de casa con un par de maletas , abandonando de esta manera a su familia y dejándoles sin apenas dinero. Debía de ser por su culpa. Brian sabía desde que era pequeño que su nacimiento fue un accidente y que a sus padres no les quedó más remedio que tenerlo cuando estos eran demasiado jóvenes. Lo sabía porque sus abuelos paternos solían discutir sobre ello numerosas veces cuando sus padres soltaban algo que les ofendía. Sin embargo , él ya lo había superado puesto que sus padres le brindaban amor y cariño.

----¡No , mi amor! , ¿Cómo puedes pensar eso? Papá te daba siempre amor.---- Respondió su madre con un hilo de voz , extendiendo sus delgados brazos hacía su único hijo.---- Ven aquí.

Brian corrió hacia los brazos de su madre , dejando que estos se enrollasen en su esquelético cuerpo para formar un abrazo. Apoyó su pequeña barbilla en el hombro de la rubia , esbozando una pequeña y melancólica sonrisa. Odiaba ver a su madre llorar por ese hombre que los dejó tirados , apesar de que se había ido hará años atrás.

Brian Haight era un niño de siete años cuando su padre no volvió a pisar la casa después de irse con un par de maletas. Desde aquel día , la vida de Brian cambió completamente después de escuchar los numerosos lamentos de su madre durante años y las veces que ella se sacrificaba para darle de comer durante las noches , cuando no quedaba ni una miga de pan. Él no podía reconocer y apreciar los esfuerzos de aquella mujer debido a su inmadurez , y quizás fue eso lo que terminó con la vida de la fémina que le dio la vida.
En su pubertad odiaba a su familia. Sin embargo , ahora que seguía siendo un adolescente y un espíritu a la misma vez , odiaba muchísimo más a su padre de lo que un día de mortal lo odío. Él fue quién, desde que tenía uso de memoria , le contaba todas las noches historias de un hombre muy alto y delgado , que carecía de un rostro. Él lo condenó a esto.
Si no hubiera conocido la existencia de dicha criatura, no sé hubiera obsesionado hasta perder la cordura y cortarse las venas para invocarlo. No se hubiera disfrazado de él en Halloween aquel día a sus trece años. No hubiera tomado venganza contra su madre. Siquiera hubiera tomado venganza contra el chaval que ganó el concurso con un disfraz de hombre lobo. Y , por supuesto , no hubiera fallecido cuando su cuerpo impactó contra el rígido suelo aquella desagradable noche.
Quizás , Brian Haight no se hubiera convertido en Hoodie a sus trece años de edad , siguiendo a alguien que le arruinaría la vida.

Si Amanda Haight le hubiera dicho a su único hijo que su padre no los abandonó, sino que falleció en el campo de batalla , y le hubiera advertido que todas esas historias no eran verdad...Hoodie seguiría siendo Brian Haight.
Hoodie no hubiera elegido los brazos equivocados a causa de la soledad que adornaba su corazón.

Y ojalá que la soledad no te haga elegir los brazos equivocados también.

Como romperle el corazón a un muerto. (Hoodie y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora