¡Maldito regreso a clases!.

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Narra Buttercup.

¡Ya es lunes, Maldición!, Además de que tendré que ver a todos esos idiotas, si no, que tendré que ver al culpable de mi orgasmo está mañana.

Gracias a Dios las principales clases fueron separadas y lo evité tanto como pude, ya estaba en los pasillos más solitarios porque estaba cerca del área de maestros.

Mi cabeza pegada al teléfono con los audífonos puesto escuchando "Lola bunny-Lola índigo, Don Patricio", de repente el impacto de un brazo contra uno de los casilleros justo frente a mi cara me espantó.

Miré enfadada al engreído que hizo eso, pero el enojo se transformó en sorpresa al ver a Butch ¿Enfadado? Frente a mi.

—¿B-Butch?— solo decir su nombre hacia que mis piernas se debiliten.

—¿Qué pasa contigo?, Me has estado evitando todo el día— dijo el acercándose aún más a mi, Dios si supieras el porqué no estarías así.

—E-eh, yo, yo... Es que no me eh sentido muy bien y ando con las emociones revueltas— WoW está es la excusa más rara que eh dicho.

—Oh... Yo, lo siento— dijo retrocediendo y quitando su brazo de mi camino —Es que pensé que te pasó algo o no sé, perdón fui un idiota— se disculpó tiernamente.

—¿Sabes?, Eres muy tierno la verdad, no parecés tan... No sé, lo que dicen— hablaba de los rumores que decían "malo", "pervertido", "imponente".

—No te prometo que te mienten, porque tal vez no lo hagan— me guiñó un ojo y se fue dejándome ahí parada intrigada a lo que quería decir con eso.

Cuando desapareció de mi campo visual fue cuando me deje caer débil sobre mis piernas, había estado aguantandome porque mis piernas me habían abandonado hace rato.

RATO DESPUÉS

Ya estábamos saliendo de las clases las chicas se habían ido alante, mis hormonas han estado algo alborotadas, así qué, salí a paso rápido para no cometer ninguna estúpidez.

—¡Buttercup!— oí a Butch, me giré y ahí venía corriendo hacia mi. Al llegar a mi lado estaba todo ajitado y algunas gotas de sudor corrían por su frente.

De repente una imagen erótica de él apareció en mi mente — Oh, santo Dios— dije exaltada.

—¿Qué?— dijo confundido.

—A-ah, no es que me acordé... De algo que debo hacer ¡Adiós!— dije apunto de salir corriendo pero él me llamó —¡Espera!, Al menos dame tu número— dijo él insistente, ¡Ay no, Dios ahora no!.

Le di mi número y me fui rápidamente tratando de no cometer ningún error o algo.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2020 ⏰

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